Después de las PASO comenzará el análisis del plan económico 2022

El secretario de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, Marcelo Casaretto (Entre Ríos), adelantó la agenda que el Frente de Todos pretende empujar en el Congreso pos-PASO y con el Presupuesto 2022 como tema clave, ante un mercado ansioso por conocer el plan económico de Martín Guzmán y un eventual acuerdo con el FMI.

 

Casaretto aseguró en las últimas horas que “el 15 de Septiembre ingresará el Proyecto de Presupuesto 2022” y detalló: “En la agenda está para el recinto Ley Ovina, Ley de Bicameral de la Hidrovía, Ley de Viñateros, Ley de Etiquetado de Alimentos, Ley de Construcción Privada, que ya tienen dictamen de Comisión.

 

Ingresaron en Agosto la Ley Automotriz y Ley de Exenciones de Impuestos a Vacunas e insumos, y en revisión del Senado las leyes con límites a recargos de servicios públicos. Luego de las PASO, se definirá la agenda y los tiempos para las próximas semanas”.

 

Días atrás, Casaretto presentó un proyecto para llevar de manera exprés el nuevo piso del impuesto a las Ganancias a $180.000, tema que será incluido en la discusión macro del Gobierno. Por caso, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) presentó un informe que destaca, en caso de avanzar con la propuesta del legislador entrerriano, que se evitará que el tributo absorba hasta un 72% de la suba de sueldos acordada en la última reapertura de paritarias.

 

En cuanto a la ley de gastos para el año próximo, la estratégica Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) tomó a fines de julio pasado el avance del Presupuesto para el año próximo -corresponde por ley- que envió el Gobierno e informó que el Ejecutivo “no presenta ninguna proyección macroeconómica ni para 2021 ni para 2022”.

 

Además, señaló que la documentación no detalla sobre “recursos para el cierre de 2021 ni para el ejercicio 2022”, pero promete una política fiscal “progresiva y anticíclica”.

 

 

El último punto es, en realidad, el primero referido a conceptos más genéricos de la macroeconomía de diez ejes principales que da el Gobierno de cara a 2022 y que analizó la OPC, que comanda Marcos Makón. El Ejecutivo apunta a orientar recursos a políticas que “estimulen el dinamismo de la producción, la inversión y la generación de empleo”.

 

La Casa Rosada también manifiesta la importancia de “consolidar la Red Nacional de Vialidad”, con “programas de construcción de autopistas, autovías” y rutas, entre otras cosas. En tanto, habrá presupuesto focalizado en “políticas y programas” productivos para potenciar la “competitividad de las MiPyME, la gestión para el desarrollo de clusters y el desarrollo de tecnologías con énfasis en las sinergias con el sector privado”.

 

En cuanto a educación, sector debatido por todo lo ocurrido durante la pandemia, la OPC expresó que el Gobierno direccionará la lupa a “seguir impulsando programas de infraestructura y equipamiento, financiando construcciones, ampliaciones y reparaciones”, así como sostener el “programa de fortalecimiento edilicio de jardines de infantes” y el plan de educación digital.

 

Sobre el resultado primario, en tanto, la OPC sostuvo que en los primeros cinco meses del año, la información oficial marcó un resultado primario deficitario de $172.411 millones, mientras que el resultado financiero arrojó un saldo negativo de $395.353 millones.

 

Además, en la clasificación del gasto por finalidad-función se destacaron los Servicios Sociales, que representaron el 69,1% del gasto total ejecutado.

 

Economía garantiza déficit fiscal controlado hasta fin de año

 

Dentro del Gabinete económico hay tranquilidad cada vez que se analizan los números fiscales para la próxima etapa de la campaña electoral, que cubrirá el período que comenzará el próximo lunes tras las PASO, y terminará con las legislativas de noviembre.

 

Según los datos duros que llegan desde el Ministerio de Economía, el déficit fiscal para este año no superará el 4,5% estimado en el Presupuesto Nacional para el ejercicio. Y, posiblemente, tampoco llegue al 4% del PBI.

 

Esto pese a la aceleración en el nivel de gasto que se registró en las últimas semanas antes de las elecciones del próximo domingo, proceso que se agudizaría en los próximos tres meses. Más teniendo en cuenta que probablemente el oficialismo deberá repuntar el nivel de votación en gran parte del país.

 

Sin embargo, Martín Guzmán le asegura al resto del Gobierno, y estos a la clase política candidata, que durante la primer parte del año se hicieron bien las tareas de contención fiscal como para que en el primer semestre del año el resultado negativo no supere el 0,5%. Y que para el inicio de la última etapa electoral, este se ubique por debajo del 1,5%.

 

Haciendo números básicos, esto le daría al Gobierno la posibilidad de explorar un aumento de dos puntos porcentuales de desequilibrio para el resto del año. Incluso, aventuran dentro del Gobierno, si los resultados de la recaudación continúan sosteniéndose en un ritmo de al menos 10 puntos porcentuales por encima de la inflación, la variable continuará bajo control. Y, lo más importante y urgente para los candidatos, el nivel de pesos para desplegar ante el electoral díscolo (el resto está garantizado) puede aumentar.

 

El 4,5% final para el año fue diseñado por Guzmán entre septiembre y octubre de 2020 cuando se preveía que este ejercicio sería de expansión económica y sin el azote de una segunda ola del covid-19.

 

En los primeros seis meses del año el desequilibrio entre ingresos y gastos (sin pago de servicios de deuda), acumuló un 0,5%, el nivel más bajo en seis años para el mismo período. Esto se dio gracias al aporte de dos capítulos fundamentales; vinculados a los ingresos públicos. El primer aporte fundamental lo dieron los ingresos provenientes del Aporte Solidario Extraordinario; los que, según los datos de la AFIP, sumaron más de $223.000 millones; lo que prácticamente empata el déficit acumulado en los primeros seis años de 2020.

 

El segundo capítulo lo marca la recaudación extra proveniente del comercio exterior, lo que le permitió a sector público nacional un ingreso extra de aproximadamente $180.000 millones según estimaciones privadas.

 

Hay un tercer factor importante: la mejora de la recaudación total real registrada por el organismo que maneja Mercedes Marcó del Pont, por encima de la inflación. Esto permitió que en el período inicial del ejercicio actual, la recaudación aumente 22% en términos reales, contra un alza de 6% en el gasto público.

 

Hasta aquí Guzmán mostró una prolijidad extrema, lo que le valió el reconocimiento desde el kirchnerismo puro y duro. El período más complejo ya comenzó. Ya le dejó en claro el ala política, en boca de la mismísima Cristina Fernández de Kirchner que desde julio comenzó el tiempo de pensar en los votos y dejar de lado las restricciones presupuestarias.

 

Y no sólo por el congelamiento de las tarifas de servicios públicos, discusión ya cerrada. El gabinete económico afirma que esta preparado para el reclamo de todos estos miles de millones de pesos, y que la aceleración del gasto público en los próximos meses no afectará la meta fiscal final.

 

Según algunas estimaciones privadas, y dependiendo de los escenario de ingresos y gastos, el déficit fiscal no podría ser menor al 3% y no superaría el 4,2%; siempre dependiendo del nivel de apertura del gasto que se habilite en el segundo semestre.


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