Mitos y verdades sobre la fertilidad: conocé cual es el momento justo para consultar, dónde hacerlo y qué costo tiene un tratamiento

¿Cuánto tiempo es normal intentar la concepción sin obtener resultados positivos? ¿Dónde y con quién me puedo tratar? ¿Los costos de un tratamiento son muy elevados? Acompáñanos a escuchar lo que nos dice al respecto la Dra. Mariana Ringa, de Crear Medicina reproductiva.

 

Conversamos con la Dra. Mariana Ringa M0366, Ginecóloga especialista en Fertilidad y miembro del multidisciplinario equipo médico de Crear Medicina Reproductiva sobre los mitos y verdades sobre la fertilidad: es decir todos aquellos presupuestos, temores y factores de desinformación que muchas veces frenan, retrasan o impiden la consulta sobre fertilidad de quien sueña con convertirse en madre, padre o formar una familia, pero que no logra concretarlo después de muchos intentos.

 

A continuación, te presentamos la entrevista completa.

 

 


Los presupuestos que impiden la visita al consultorio médico


Florencia Scromeda: Mariana, yo soy muy joven y aún no proyecto ser madre, pero, me imagino que cuando una persona desea ser madre o padre, o una pareja enfrentar ese proceso, y se encuentra con dificultades, rápidamente acude al consultorio médico. Pero también encontramos a muchísimas personas que no lo hacen… en ese caso, ¿existen miedos, prejuicios, que condicionan la visita al consultorio?

 

Dra. Mariana Ringa: Vos sabes que, charlando como siempre con mis pacientes, llega un momento de que nuestra relación médico-paciente se vuelve íntima, entonces, siempre nos preguntamos qué pasó antes, por qué pasó tanto tiempo, por qué tardamos en consultar. Fíjate que desde hace 5 años funcionamos como un centro médico, y muchas parejas o personas se enteran ahora que hay un centro de fertilidad en la ciudad.

 

Mucho se debe a la falta de información, a la educación. No pasa solamente en Misiones, sino que también en muchas provincias; muchos lugares en donde la falta de educación lleva a que el paciente o la persona tarde en consultar: desconoce que puede preservar su fertilidad si todavía no tiene deseos de ser mamá, desconoce que hay un centro dónde los pueden ayudar para ver qué pasa, desconoce el tiempo de espera, cuál es el tiempo normal. Hay personas que creen que 5 años de intentos es normal, y sin embargo después de un año, o luego de 6 meses si tenés más de 35 años y estás buscando, sería lo ideal consultar.

 

Esto es algo que ya lo tenés que hablar desde tu formación, porque mucha responsabilidad tenemos nosotros los ginecólogos, que desde el consultorio de ginecología somos los que tenemos que empezar a hablar de la fertilidad, aunque nuestra paciente todavía no tenga ganas de ser mamá. Hay que, por lo menos, informarle que existe la posibilidad de preservar sus ovocitos si todavía no quiere ser mamá, o de ver cómo está su fertilidad, o si tiene alguna patología o algo que pueda llegar a estar relacionado con la fertilidad, para poder derivarlo a un especialista que la pueda asesorar.

 

Mitos y verdades sobre la fertilidad

 

FS: Es fundamental esto que decís de la educación, porque al hablar de fertilidad y de infertilidad, tenemos que tener en cuenta un montón de factores, como lo venimos abordando en diferentes notas en el diario, que tienen que ver con la nutrición, con los efectos psicológicos, emocionales, además de todo lo físico propiamente dicho. Por otro lado, yo recién te hablaba de los prejuicios o de los mitos a los cuales se enfrenta una pareja y por los cuales no asisten al consultorio. Entre esos está la cuestión económica; muchas personas desconocen que detrás de la medicina reproductiva existe una ley que contempla el abordaje médico.

 

MR: Si, eso es así, tenés razón. Es más, justamente hoy una pareja me preguntó cuál es el costo de todo este tratamiento, y le dije que no tiene ningún costo porque la obra social les cubre todo el procedimiento. Eso desconocen, desconocen que existe una ley desde el 2013, casi va a cumplir 10 años.

 

Esta ley permite que todas las personas, sean personas solas, parejas igualitarias o parejas heterosexuales, tengan acceso a los tratamientos de fertilización asistida, cualquiera sea el tratamiento que llegara a necesitar la pareja o la persona, y la cobertura debe ser total a través de la obra social. Generalmente sucede que, si los centros de fertilidad no tienen un convenio, pues atrás de un presupuesto, se puede evaluar para que la obra social se haga cargo y cubra todo el procedimiento que la paciente o la pareja necesite.


Derribamos mitos y temores y llegamos al consultorio… ¿Cómo se aborda cada caso?


FS: Teniendo en cuenta toda esta información y derribando un poco estos mitos, una vez que la pareja se decide a asistir al consultorio, ¿cómo los abordan ustedes en Crear Medicina Reproductiva?

 

MR: Cuando asiste la persona o pareja, la evaluación generalmente es la misma para la mujer, y en el caso del varón se realiza un abordaje con el urólogo andrólogo que tenemos en el centro. Los análisis o estudios que le hacemos a las mujeres, no importa qué tipo de tratamiento vaya a necesitar, son los mismos. Lo que nosotros debemos evaluar es el conjunto de todos los factores que uno necesita saber que están bien para que se pueda llegar a lograr un embarazo.

 

A ver, cuando uno se embaraza de manera espontánea, son un montón de factores que interactúan; para que esto se logre, por lo tanto, tiene que existir una anatomía normal, un funcionamiento hormonal normal y una cavidad vaginal que esté sana.

 

En el caso de los estudios del varón, se analiza que los espermatozoides estén en buena concentración, que tengan buena movilidad. Lo que nosotros tenemos que hacer es el análisis o evaluación de todos estos factores, y esto es lo que le explicamos a la persona o pareja cuando viene al consultorio (…)

 

Luego, con todo esto sobre la mesa, tanto los estudios de la mujer como los estudios del varón, nosotros podemos llegar a hacer un diagnóstico (…) En un pequeño porcentaje nos puede pasar que no encontremos en dónde está el problema, que es lo que nosotros llamamos esterilidad sin causa aparente, o que encontremos el problema y que trabajemos en esa situación sobre el problema.

 

 

FS: ¿Y en el caso en el que no encuentren un problema, ya sea físico, anatómico u hormonal, como se procede?

 

MR: Y generalmente lo que evalúa es la cantidad de tiempo que tiene la pareja buscando. Entonces podemos evaluar si están en condiciones de realizar un tratamiento de baja complejidad, donde podemos estimular la ovulación de la mujer, y marcarles en qué momento pueden tener relaciones, lo que llamamos relaciones programadas. U otro tipo de tratamiento que se llama inseminación intrauterina, que es también realizar la inducción de la ovulación de la mujer y capacitar el semen del varón. Capacitar significa mejorar, tanto en concentración, en cantidad y en movilidad; ahí si ya tenemos nosotros una intervención médica, que es un procedimiento ambulatorio en el que se deposita con una cánula el semen en la cavidad uterina de la mujer, y que la fecundación se produzca espontáneamente en las trompas de la mujer.

 

Por eso es importante saber que la anatomía está normal porque las trompas de falopio, que es el lugar a donde se produce la fecundación, tienen que estar sanas, para que podamos realizar este tipo de procedimientos (…) Cuando la mujer es de mayor edad, o lleva muchos años de búsqueda sin lograr el embarazo, a veces se puede pensar también en un tratamiento de alta complejidad, que es lo que la gente comúnmente conoce como fertilización in vitro, un procedimiento más complejo, para el cual necesitamos del laboratorio, de una internación con anestesia, medicación más prolongada en días. También es un proceso ambulatorio durante la estimulación, pero es un poquito más complejo.


¿Por qué es importante no bajar los brazos y luchar por cumplir el sueño de la maternidad / paternidad?


FS: Ahora quiero que volvamos al punto anterior, cuando hablábamos de aquellas personas que están sometidas a miedos, temores, prejuicios, desconocimiento también, que tienen ese sueño por cumplir de convertirse en madres o en padres, formar una familia, y que te dirijas a ellos, que te imagines que de ese lado están ellos y les digas… ¿por qué no deberían bajar los brazos y por qué deberían ir al consultorio médico?

 

MR: Cuando una pareja llega al consultorio, cuando te están relatando lo que vos les preguntás, enseguida se les llenan los ojos de lágrimas, o sea que vos ahí ya te das cuenta de cuál es la carga emocional que tiene la consulta. Todavía no saben en dónde está el problema, pero la consulta ya viene con una gran carga emocional. Lo primero que les decimos es que en principio vamos a buscar a dónde es que está el problema, y que lo que nosotros queremos es ayudarlos.

 

No trabajamos solos, trabajamos con un equipo de psicólogas, que son las que brindan el acompañamiento a las parejas. Cuesta bastante a veces que las parejas o la persona llegue a la consulta con el psicólogo, les cuesta mucho abrirse, contar sus intimidades, pero llega un momento que se destraban y dicen “bueno, sí, lo necesito”, y el apoyo de las psicólogas la verdad que es muy importante. Y en realidad después, a medida que nos vamos conociendo, uno ya va destrabando todos estos miedos, y cuando le vas explicando, cuando vos te das cuenta que cuando las personas saben lo que le vas a hacer, entran en razón y el conocimiento ayuda a que se despejen todas esas dudas, a que se despejen estos miedos.

 

 

Después está la otra parte que es la aceptación. Aceptar que existe un problema y que hay una posibilidad que los puede ayudar. Yo particularmente siempre les transmito a mis pacientes lo real, hay que hablarles con datos, con estadísticas. Muchas veces nosotros queremos hacer magia, pero es un camino largo, y eso el paciente lo tiene que saber, que a lo mejor podemos fracasar la primera vez, la segunda vez, la tercera vez, pero que, en algún momento, lo vamos a lograr.

 

Si vos les sos sincero desde el principio, te das cuenta de que las personas lo valoran, y que aunque tuvieron un resultado negativo, vuelven a los 2 o 3 meses diciendo “si, vamos a seguir porque confío” … confían en el profesional, en el laboratorio, en nuestro centro. Te das cuenta de ello hasta cuando con un resultado que no fue positivo, te derivan un paciente, un conocido, un familiar, porque saben que en el fondo lo van a lograr, lo vamos a lograr. Así que eso para nosotros es muy importante, que el paciente sepa que, aunque cueste, lo vamos a lograr.


La historia de Mariana Ringa detrás del consultorio médico


FS: Cada vez que nos juntamos a conversar con vos, como con tus pares, los miembros de Crear Medicina Reproductiva, abordamos distintas cuestiones que tienen que ver con el mundo de la medicina reproductiva, y con aquellos factores que influyen en la fertilidad, tanto de las parejas como de las personas que desean tener un hijo. Hoy también abordamos este tema, pero te quiero hacer un par de preguntas, aprovechando esta situación y este contexto, para poder conocerte un poco más, y que todos aquellos que nos acompañan hoy te puedan conocer más… Conocer a aquella Mariana que está detrás de la chaqueta, detrás del consultorio. Contanos un poco acerca de esa Mariana.

 

MR: Bueno, te cuento que nací en Buenos Aires, y cuando era muy chiquita, vinimos a vivir a Misiones con mi familia. Cursé toda mi primaria y secundaria en la escuela normal, y luego me fui a Corrientes a estudiar medicina. Nace la idea de estudiar medicina desde chiquita porque era bastante curiosa, quería saber cómo era el cuerpo humano, cómo eran las personas por dentro.

 

Mi tío que vive en Santa Fe, que es médico, cada vez que yo iba en los veranos a visitarlo, me llevaba al hospital, me mostraba pacientes, suturábamos pacientes juntos, veía partos; el primer parto que vi en mi vida lo vi desde chiquitita, creo que tendría 12 años; fue algo emocionante. Evidentemente, inconscientemente en algo habrá marcado mi futuro para después decidir qué iba a seguir estudiando. Cuando comencé la facultad estudié en la UNNE, y luego vine a hacer mi residencia acá, en el hospital Madariaga. Después nos fuimos con una colega a especializarnos y hacer las pasantías en Buenos Aires, hice una pasantía también en un centro de fertilidad. Luego de hacer ginecología, y después de la residencia, empecé a trabajar en el Sanatorio Boratti.

 

 

FS: Además de esa experiencia que tuviste de pequeña, ¿qué otras cosas te incentivaron a especializarte justamente en ginecología?

 

MR: Me gusta mucho la cirugía, y la cirugía es una especialidad por ahí muy masculina, la mayoría de los cirujanos son hombres. Entonces pensaba también en una especialidad que podría desarrollar como cirujana; cuando, en los últimos años de la carrera de medicina empezás a rotar por todas las especialidades, empecé a ver cuál era la que más situaciones quirúrgicas tenía y cuál me gustaba más, así que me decidí por la ginecología y obstetricia, y bueno así comencé acá la residencia, me tocó ginecología en el hospital Madariaga.

 

Luego, cuando terminé la residencia, empecé a trabajar en el Boratti, y al lado de mi consultorio atendía el doctor Roberto Daloia; el hacía muchos años ya que trataba la fertilidad en la provincia, y me sumó a trabajar con él, al margen de que yo trabajaba con otro grupo del Perinat, a donde todavía sigo desarrollándome como ginecóloga. Así comencé mi camino con la fertilidad, el me contactó con gente de un centro de Buenos Aires para que yo pueda ir a rotar, comencé a hacer cursos específicamente sobre fertilidad, y así comenzó mi camino.

 

FS: Hoy, después de muchos años de haberte dedicado a esta especialidad que es la fertilidad, mirás hacia atrás y vez que lograste ayudar a un montón de personas. Aquella Mariana que empezaba a estudiar medicina, ¿alguna vez se imaginó poder convertirse en la que sos hoy?

 

MR: La verdad que no. No pensé que podía llegar a hacer algo como lo que hago hoy. Cuando comencé a trabajar como médica ginecóloga, la obstetricia tiene algo muy parecido a lo que tiene esto de la fertilidad, que es la felicidad que te da cuando una embarazada llega a término y cuando tiene a su hijo.

 

Después, por cosas de la vida dejé la obstetricia y empecé a dedicarme solamente a la fertilidad y a gineco, porque la obstetricia te demanda mucho tiempo. Ya hace bastantes años que no trato más embarazadas, y pasó la felicidad a esta especialidad, que tiene sus sin sabores también, porque pasamos por los fracasos, que cuesta mucho aprender a sobrellevarlos; cuando sufre el paciente, sufrís vos también, y cuando muere de felicidad el paciente, morís de felicidad vos también, así que eso es impagable. Que se quede embarazada es casi como que ya hubiera tenido al bebé.

 


La evolución de Crear Medicina Reproductiva


FS: Mariana, vos sos parte de unos de los equipos más conocidos de la región, el único centro dedicado a la medicina reproductiva que tiene la provincia de Misiones. ¿Cómo es que se forma este equipo, y cómo avanza en su desarrollo?

 

MR: Cómo te contaba, cuando yo empecé con el doctor Daloia, trabajábamos todos en el mismo laboratorio, pero de manera separada. Cada especialista en su consultorio, y en un momento dijimos no, tenemos que cambiar esto, y tenemos que tratar de ser un centro único, un centro que solo se dedique a la fertilidad, no podíamos estar uno en un sanatorio, otro en otro consultorio, otro en otro sanatorio: “concentremos a todas las pacientes en un solo lugar, que las pacientes se sientan que son todas iguales”; porque -por ejemplo- se sentaba una paciente que le costaba tener un bebé, al lado de una paciente que ya estaba embarazada, o que venía del pediatra y estaba con sus chicos, y eso le chocaba mucho, entonces pensamos en tener un lugar en donde todas las personas que estén en la sala de espera tengan la misma problemática, donde estemos trabajando todos juntos, porque realmente en medicina uno solo no puede hacer nada.

 

Mejorar la calidad del laboratorio era nuestra meta, y la verdad que para eso había que pensar en unirnos todos. Somos un equipo bastante grande de profesionales, y bueno, era la única manera de empezar a trabajar en un centro de medicina reproductiva con el mismo nivel y con las mismas características que tiene un centro en otra ciudad del país, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Rosario. Así nació la idea, y en el año 2016 comenzamos a trabajar como grupo, como Crear Medicina Reproductiva, y ya en julio de este año cumplimos 5 años de trayectoria.

 

FS: ¿Cómo evolucionó el centro? ¿Es el mismo que abrió en aquel 2016, o ha evolucionado a lo largo de todos estos años?

 

MR: Es mejor, ha evolucionado siempre para bien. Constantemente uno tiene que estar especializándose. El laboratorio, que es la parte más importante de nuestro centro de fertilidad, tiene que ser de primera, por lo tanto, todo el tiempo hay que estar atrás de lo último. Los profesionales también, lo mismo, siempre especializándote.

 

Vos sabés que ahora nos pasó que, con la pandemia, al no tener más cursos presenciales, tuvimos muchísimos cursos virtuales. Antes vos tenías un congreso acá cada tres meses, y ahora por semana tenés 2/3 charlas, así que de eso nos pudimos nutrir un montón en este año y medio, y eso te permite también conocerte con gente de otros centros.

 

Yo tuve la suerte de que el presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva me eligiera a mi como representante de la región del NEA, como directora de la región para que yo pueda trabajar con todos los centros que hay en Misiones, en Formosa, en Chaco, Corrientes; para que nos podamos contactar, que podamos hacer cursos, que podamos dar charlas, que podamos juntarnos con las otras regiones del país. Entonces cada 15 días tenemos un encuentro, un evento, y eso nos nutre a todos, nos hace conocer con otros profesionales, lo que siempre nos eleva el nivel. Estamos felices.

 

 

Crear Medicina Reproductiva. 

 

Bolivar 2377, 4to Piso. Posadas, Misiones.

 

Atención de lunes a viernes, de 8 a 12 hs y de 15 a 19 hs.

 

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