El Gobierno británico se reunió con los talibanes para asegurar más evacuaciones

Funcionarios del Gobierno británico se reunió con los talibanes para sacar a los ciudadanos y aliados del Reino Unido que aún permanecen en Afganistán, tras finalizar el martes el plazo de la retirada de las tropas extranjeras del país, luego de la toma del poder por el grupo islamita a mediados de agosto.

 

Según informó una fuente del Gobierno británico, el enviado especial Simon Gass, presidente del Comité Conjunto de Inteligencia, se reunió con altos representantes del grupo en Qatar para tratar de asegurar un paso seguro para los que quedaron tras la caótica retirada militar.

 

También informó que oficiales del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido, más conocido como MI6, se reunieron con el grupo extremista.

 

Mientras que el jefe del MI6, Richard Moore, viajó a Islamabad, la capital de Pakistán para conversar con el jefe del ejército paquistaní.

 

«El representante especial del primer ministro para la transición afgana, Simon Gass, viajó a Doha y se está reuniendo con altos representantes de los talibanes para señalar la importancia de un paso seguro fuera de Afganistán para los ciudadanos británicos y los afganos que han trabajado con nosotros durante los últimos 20 años», dijo una fuente de Downing Street, la residencia del Gobierno británico.

 

Mientras tanto, en el Reino Unido se está llevando a cabo la operación denominada «Warm Welcome» (Cálida Bienvenida), para garantizar que los afganos que llegan al territorio británico reciban el apoyo que necesitan para reconstruir sus vidas, encontrar trabajo, seguir una educación e integrarse en sus comunidades locales.

 

El primer ministro Boris Johnson, por su parte, dijo este miércoles que el Reino Unido tiene una inmensa deuda con quienes trabajaron con las Fuerzas Armadas en Afganistán y agregó que «está decidido a brindarles a ellos y a sus familias el apoyo que necesitan para reconstruir sus vidas aquí en el Reino Unido».

 

En ese sentido, el Gobierno británico, dispuso 3 millones de libras de fondos adicionales (4,13 millones de dólares) para que los afganos que llegan bajo el esquema de la Política de Asistencia y Reubicaciones de Afganistán (ARAP) puedan acceder a la atención médica y registrarse con un médico de cabecera una vez que salgan de la cuarentena.

 

A todos ellos se les está ofreciendo la vacuna contra el coronavirus y hasta ahora más de 700 personas ya han salido de la cuarentena y han recibido su primera dosis.

 

También dispuso de un financiamiento de 5 millones de libras (6,88 millones de dólares) para que los ayuntamientos de Inglaterra, Gales y Escocia brinden apoyo a los afganos que vienen al Reino Unido y proporcionen un complemento para cubrir los costos de alquiler de propiedades.

 

Además, confirmó que ya se está trabajando con más de 100 ayuntamientos en todo el Reino Unido para satisfacer la demanda de vivienda, con más de 2.000 plazas ya confirmadas.

 

El Gobierno también anunció que lanzará una página web para permitir que cualquier ciudadano británico que quiera ayudar sepa a dónde acudir.

 

En la página se podrá presentar ofertas de vivienda, oportunidades laborales, capacitación en habilidades profesionales o donaciones de artículos como ropa o juguetes.

 

 

Algunas mujeres volvieron a sus trabajos a dos semanas de la llegada de los talibanes

 

Dos semanas después de la toma del poder por los talibanes, algunas afganas volvieron este miécoles a su trabajo tras la promesa de los nuevos líderes de ser más tolerantes que en su pasado Gobierno (1996-2001), que estuvo marcado por la brutalidad y discriminación hacia las mujeres.

 

Trabajadoras del sector sanitario y de la educación aseguran que no hubo mayores cambios en relación a principios de agosto, antes de la llegada de los talibanes.

 

Pero empleadas de otros sectores aguardan la autorización para volver al trabajo, a la espera de ver cómo los talibanes les permiten retomar sus actividades dentro de la ley islámica (la sharia), es decir, separadas de los hombres.

 

En Kabul, una enfermera del Instituto Médico francés para madres y niños (FMIC) señaló que «algunas compañeras no han vuelto a trabajar y otras intentan salir de Afganistán».

 

La mayor parte de las mujeres no tenían derecho a trabajar durante el primer Gobierno talibán, salvo unas pocas excepciones, sobre todo en el sector sanitario.

 

El viernes, el nuevo Emirato islámico, como se autodenomina el Gobierno talibán, pidió a estas trabajadoras que retomaran el trabajo «con normalidad», dado que los médicos varones no pueden examinar a las mujeres.

 

Esta regla no escrita, que no ha sido aún confirmada por el nuevo Gobierno, estuvo en vigor estos últimos 20 años en buena parte de Afganistán, un país muy conservador, sobre todo en las zonas rurales.

 

Aunque tanto en Kabul como en las principales ciudades del país las mujeres solían ser atendidas por médicos hombres, a excepción de los análisis ginecológicos.


Télam

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