Con cinco premios Nobel a lo largo de la historia, la UBA cumplió 200 años de vida: «Permitió que los hijos de los obreros pudieran estudiar», destacó el Presidente

El presidente Alberto Fernández participó esta tarde, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en el barrio porteño de Recoleta, de la conmemoración por el 200° aniversario de la UBA, donde estuvo acompañado por el rector de la institución, Alberto Barbieri.

 

El mandatario destacó que “pensar la educación como un bien público es algo que nos ha distinguido en el mundo entero y es algo que nos ha hecho especiales en América latina”.

 

“La historia de la educación en Argentina debe llenarnos de orgullo”, afirmó.

 

 

Además, recordó sus años de estudiante, así como el paso de su padre y de sus hermanos por esa institución académica. “Toda mi vida está cruzada por la historia de la UBA, que es un lugar magnífico, donde uno puede encontrar respeto en la diversidad, la pluralidad en grado extremo, donde uno puede aprender, puede encontrar mecanismos de desarrollo y que es una prueba ejemplar de cómo se pueda construir una sociedad con una escala social ascendente”, aseguró.

 

Fernández destacó que “la universidad no hubiera sido lo que es si en 1949 no hubiera logrado su gratuidad, algo central para el conocimiento y para el desarrollo del conocimiento argentino, porque permitió que los hijos de los obreros pudieran estudiar, que accedieran todos y que no haya una condición económica que limite la posibilidad de estudiar y aumentar nuestro conocimiento”.

 

También valoró que el ex presidente Raúl Alfonsín “hizo irrestricto el ingreso a la universidad y así se amplió el espacio de libertad para acceder al estudio universitario”.

“Toda mi vida estaré agradecido a lo que esta universidad me ha dado, no me van alcanzar los días de mi vida para darle gracias a esta facultad y a esta universidad y mi modo de retribuirlo es transmitiendo a otros lo que otros me enseñaron”, sostuvo el Presidente.

Alberto Fernández

Barbieri destacó que la UBA “puso en práctica una política de movilidad social ascendente única que permitió que miles de hijos de trabajadores pudieran ingresar a la universidad y completar sus estudios universitarios, haciendo que esa política permanezca en el tiempo y sea patrimonio colectivo de todo el pueblo argentino”.

 

“Por eso queremos reafirmar nuestros conceptos y principios básicos que son que consideramos a la educación universitaria como un derecho humano, como un bien público y social y como un deber indelegable del Estado”, señaló el rector.

 

Participó también de la ceremonia el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Ramiro Fernández Sarraf, quien expresó: “La UBA es patrimonio de la humanidad, una sociedad tan golpeada como la nuestra tiene en la UBA una referencia para no bajar los brazos, para sortear las dificultades, donde la masividad no está en contra de la calidad”.

 

Durante el acto, el Presidente entregó, junto a Barbieri, una medalla conmemorativa al artista y defensor de los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel.

 

Además, 200 personalidades destacadas de la universidad pública recibieron una distinción y se realizó un show artístico que fue transmitido por streaming y a través de redes sociales para toda la comunidad educativa.

 

A lo largo de toda la semana del bicentenario se realizará una muestra fotográfica con un recorrido por los 200 años de la UBA que estará exhibida al aire libre en Plaza Houssay.

 

El Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; los ministros de Educación, Nicolás Trotta; del Interior, Eduardo de Pedro, y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; el canciller Felipe Solá; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

 

Los premios Nobel que pasaron por la UBA

Carlos Saavedra Lamas


Carlos Saavedra Lamas el primer argentino y latinoamericano distinguido un premio Nobel. Este abogado, diplomático y político recibió el Nobel de la Paz en 1936, cuando ejercía el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de nuestro país, por haber inspirado un acuerdo antibélico que luego llevó su nombre.

Saavedra Lamas, quien se graduó de abogado en la UBA, fue un importante mediador en la finalización de la Guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, condición que lo llevó a convocar a la Conferencia de Paz de Buenos Aires y evitar la presencia del ejército de Estados Unidos en la zona de conflicto.

Entre 1941 y 1943 fue rector de la UBA y más tarde, profesor de Legislación del Trabajo. Se destacó, además, en derecho internacional y fue miembro de la Corte Permanente de Arbitraje, de La Haya, en los Países Bajos.

En 1915 había asumido como Ministro de Justicia e Instrucción Pública durante la presidencia de Victorino de la Plaza y por su conocimiento en el área del Ministerio de Trabajo fue designado en 1928, presidente de la XI Conferencia Internacional del Trabajo, donde fue el primer argentino que llegó a ese cargo

Bernardo Alberto Houssay


Bernardo Alberto Houssay recibió el premio Nobel en 1947 de Fisiología y Medicina por sus investigaciones y descubrimientos sobre el papel de la hipófisis en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre, los cuales resultaron esenciales para comprender la diabetes.

Nacido en Buenos Aires el 10 de abril de 1887, fue un estudiante prodigio y se graduó de bachiller a los 13 años en el Colegio Nacional de Buenos Aires; a los 17 años se recibió de farmacéutico y a los 23 años egresa de la UBA como médico.

Trabajó en el Instituto Bacteriológico Nacional (hoy, Instituto Malbrán), en el cual dirigió el Departamento de Sueros y participó de la campaña nacional sobre antídotos de víboras en distintas provincias del país.

UBA cumplió 200 años de vida

En 1922 recibió el Premio Nacional de Ciencias por su trabajo sobre la acción fisiológica de los extractos hipofisiarios, en el cual hay indicios de las investigaciones que le valieron el Nobel.

En 1945 publicó el tratado Fisiología Humana, en coautoría con integrantes de sus equipos de trabajo, entre los que se destacaba Luis Federico Leloir.

 

Luis Federico Leloir


El tercer laureado en Estocolmo, con pertenencia a la UBA, fue precisamente Leloir, quien fue un médico, bioquímico y farmacéutico que recibió el premio Nobel de Química en 1970 por sus investigaciones sobre los nucleótidos de azúcar, y el rol que cumplen en la fabricación de los hidratos de carbono.

Leloir se recibió de Médico en la UBA, en 1932, y luego, con la intención de conocer y profundizar mejor sobre los procesos biológicos, se dedicó a la investigación en el Instituto de Fisiología de esta misma casa de estudios que, en ese momento, estaba dirigido por Houssay.

El mismo Houssay fue el director de la tesis de doctorado de Leloir. A través de ella, el joven doctor investigó sobre algunos temas relacionados con el metabolismo de los hidratos de carbono. Terminó la tesis en dos años y, más tarde, se trasladó a Cambridge (Inglaterra), para continuar con un posgrado.

Ya en la Argentina, Leloir había asumido el cargo de profesor de Fisiología en la cátedra de Houssay; pero, ante el golpe de Estado de 1943, decidió exiliarse y comenzó a trabajar en los Estados Unidos.

Cuando regresó a la Argentina, volvió a trabajar con su mentor y amigo Houssay, en el Instituto de Biología y Medicina Experimental. Algunos años después, Houssay le propuso a Leloir ser director de otro organismo: el Instituto de Investigaciones Bioquímicas-Fundación Campomar (hoy, Fundación Instituto Leloir), creada el 7 de noviembre 1947.

Adolfo Pérez Esquivel


El 13 de octubre de 1980, la cúpula de la dictadura cívico militar argentina se negaba a asumir la noticia que les llegaba desde la Embajada de Noruega en Buenos Aires, en la que se les notificaba la distinción de Adolfo Pérez Esquivel como Premio Nobel de la Paz.

Hasta ese momento, Pérez Esquivel era un hombre desconocido para gran parte del pueblo argentino. Nacido en San Telmo, arquitecto, escultor y docente, a principios de los años 70 se comienza a involucrar en movimientos que luchan por la paz.

Participó activamente en la fundación del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), un movimiento en defensa de los Derechos Humanos en Latinoamérica. También participó en el advenimiento del Movimiento Ecuménico Paz y Justicia, conformado junto a diversos grupos cristianos. Y, pocos años más tarde, en la creación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

Por su tarea junto al Servicio Paz y Justicia -que continúa en actividad en Costa Rica, Chile, Brasil, Nicaragua, México y El Salvador- es que Pérez Esquivel fue distinguido con el premio Nobel de la Paz, que recibió en nombre de los pueblos de América. La distinción, además, permitió dar a conocer al mundo el plan de exterminio sistemático llevado adelante por la última dictadura cívico militar.

Pérez Esquivel, desde septiembre de 1998 es titular de la Cátedra Cultura para la Paz y los Derechos Humanos, en la Facultad de Ciencias Sociales y en el año 2006 la UBA le entregó el Doctorado Honoris Causa.

César Milstein


César Milstein, estudiante de Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, recibió en 1984 igual distinción que Bernardo Houssay, el Premio Nobel en Fisiología y Medicina.

Se graduó de Licenciado y luego de Doctor en Química en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y en 1957 fue seleccionado como investigador en el Instituto Nacional de Microbiología «Carlos Malbrán»,

En 1961 se hizo cargo del Departamento de Biología Molecular del Instituto Malbrán. Tras el golpe de Estado de 1962 y la intervención del Instituto, Milstein se radicó en Cambridge. Allí logró un descubrimiento central: fabricar líneas de anticuerpos puros capaces de detectar y enfrentarse a una parte específica de un antígeno y vencerlo.

Producto de ese hallazgo fue posible el desarrollo de diversos fármacos innovadores, como medicamentos para prevenir rechazos en trasplantes, la inmunización pasiva para virus Sincicial Respiratorio,

Este año se cumplen 37 años del premio Nobel recibido por Cesar Milstein y 60 años de su regreso a la Argentina por lo que el Poder ejecutivo declaró al 2021 como el «Año de Homenaje al Premio Nobel César Milstein».

Esta medida busca reconocer el legado del doctor, que trascendió las fronteras del país y su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales configuró un hito en la historia de la medicina e influyó en diversas especialidades tales como la inmunología, la oncología, la biotecnología, así como también en la industria.

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