“La cuchillería es mi pasión y puedo vivir de mi trabajo”, sostuvo Andrés Mayol, elaborador de cuchillos artesanales 

Desde hace casi 20 años, Andrés Mayol se dedica a fabricar cuchillos artesanales y vende sus productos a lo largo y ancho del país. Bajo la marca “Ogun Cuchillos”, el posadeño comercializa sus piezas que él elabora en su taller. 

 

En el 2002, Andrés comenzó su emprendimiento en su taller y desde allí no paró. Con esfuerzo y mucha dedicación, el emprendedor se ganó clientes en Misiones y en distintos puntos del país. Los trabajos que realiza son a mano y a pulso, y con herramientas muy simples.

 

De acuerdo a lo que contó Andrés, sus trabajos se realizan con herramientas muy simples y un pedido puede demandar entre una y dos semanas, según el tipo de cuchillo que precise el cliente. 

 

“Esto comenzó como un hobby y lo comencé a desarrollar como una actividad profesional cuando estaba terminando de cursar la carrera de diseño gráfico, me recibí, ejercí un par de años pero me dediqué a la cuchillería, el taller me terminó ganando por la pasión que tenía. 20 años de oficio”, contó Andres. 

 

El trabajo de Andrés es global: no sólo se dedica a la fragua y el torneado, sino que además se encarga de fabricar los mangos con materiales de lo más variopintos, como hueso de camello o astas de ciervo.

 

De acuerdo a lo relatado, las elaboraciones pueden tardar entre 3-4 días pero siempre dependerá de la calidad y de lo que quiera el cliente. “No solo depende del tiempo, sino de lo que quiera el cliente”, dijo.

Cuchilleria

En cuanto a los precios, Andres fue sincero y mencionó que sus trabajos valen, pero que siempre va influir dependiendo del modelo de lo que quiera el cliente. 

 

Por otro lado, Andres destacó la importancia de las redes sociales para lograr realizar su trabajo y sobre todo… para vender las piezas que él mismo elabora. “Por suerte existe internet y todo lo que son las redes sociales tienen un efecto amplificador de un trabajo de cualquier persona. Si uno sabe administrarse y hacer un poco de marketing  personal, internet tiene muchas herramientas y eso me permite tener llegadas a otros puntos del país”, destacó  

Además, Andrés remarcó que participó de muchas y variadas ferias por distintos lugares de la provincia y el país; algo que también le otorgó la posibilidad de conocer a otros artesanos.

 

Quienes deseen un cuchillo pueden contactar al 3764-564518.  O bien dirigirse al taller que está ubicado en la calle 103 N° 2211. 

 


Palanquero: un oficio tradicional que continúa vigente en Misiones y que los amantes de los pescados esperan escuchar llegando al barrio

 

“Hay dorado, surubí y boga… barato y fresco”, repetía Rául, un vendedor ambulante de pescados mientras caminaba por el barrio Belgrano de la ciudad de Posadas. A pesar de los años, el oficio de “Palanquero” continúa vigente en Misiones pero ya no es tan habitual ver a tantos vendedores. 

 

Raul, que desde hace 15 años vende pescados frescos, resaltó que mientras “haya peces en el río” el oficio continuará su rumbo. Antes, con el balneario y con los barrios lindantes al Paraná, era más habitual ver caminar a un palanquero o escuchar pasar por las calles y avenidas de Posadas.

 

Hoy, según estimó el vendedor, habrá poco más de cinco palanqueros que salen día a día a recorrer las calles posadeñas con el objetivo de ofrecer mercadería fresca y así satisfacer los gustos de los clientes. 

Si bien no reveló su método para lograr conseguir los peces, la historia cuenta que el “palanquero” no pesca sino que solamente sale a vender. Mientras que el pescador, con su bote en las aguas del Paraná, se encarga de que el vendedor ambulante tenga a la orden las distintas piezas.

 

Resulta francamente complicado imaginar en nuestros días a una persona ofreciendo pescado por la calle, sin embargo, hay quien mantiene viva la historia de la región. Actualmente, según Raúl, los peces que vende suelen salir en la zona de Nemesio Parma. 

 

De igual manera, el pescador jamás va revelar su lugar de “pique”. La llegada de las pescaderías opacaron al palanquero, pero… nadie puede con el vendedor que tiene el pescado fresco, recién salidito del Paraná.

 

“Esto es todo fresco, viene del río directamente y se vende gracias a dios. Hay moneda en la calle y la gente compra, hay que andar nomás”, sostuvo Raul. Y mencionó que recorre los barrios San Jorge, A 3-2, A-4 pero dijo que “ando caminando por todos lados”.

 

El dorado está 700 el kilo, la boga está 500, el patí 500, el sábalo 350, todo fresco y en oferta. La boga es lo que más se vende, casi no hay, pero cuando hay se vende”, añadió.

 

Sin dudas que el palanquero es parte de la cultura e idiosincrasia misionera. El río Paraná y el Uruguay siguen repletos de peces y los vendedores ambulantes aprovechan el oficio que aprendieron con el correr de los años.

 

Tal es la relevancia de honrar a nuestros “personajes” que el músico Joselo Schuap citó en su canción Barro de la Costa al vendedor de pescado. “Pescado y palanquero… corazón enamorado de un verso chamamecero… fue espinel para el pescado… y armado en el entrevero”.

 

 

 

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