Caso Chano Charpentier: piden informes psicofísicos para saber si puede declarar

El fiscal que investiga las circunstancias en las que fue baleado Santiago «Chano» Moreno Charpentier por un policía bonaerense en su casa de Exaltación de la Cruz pidió un informe psicofísico del músico para saber si la semana próxima está en condiciones de declarar sobre lo ocurrido, consignaron hoy fuentes judiciales.

 

El informe fue requerido por el fiscal Martín Zocca, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 1 de Zárate-Campana, al Sanatorio Otamendi, donde el músico está internado desde que fue baleado la noche del 25 de julio último y donde fue sometido a una cirugía en la que le extirparon el bazo, un riñón y parte páncreas.

 

El representante del Ministerio Público Fiscal quiere conocer si el exlíder de la banda Tan Biónica se encuentra en condiciones de brindar un relato del suceso, ya sea de manera presencial, virtual o por escrito, detallaron los voceros a Télam.

 

Es que esa es una de las diligencias que le quedan pendientes al fiscal de la causa para decidir si llama o no a prestar declaración indagatoria al policía que efectuó el disparo, Fernando Nahuel Amendolara (27), imputado por «lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido por un funcionario policial», delito que prevé 15 años de prisión.

 

También Zocca tiene previsto escuchar aún a otros testigos del hecho que declararon solo ante la Policía Federal Argentina (PFA) a pocas horas de suceso, al tiempo que espera los resultados de peritajes aún pendientes de realizar.

 

En lo que va de la pesquisa, hay testimonios contradictorios sobre lo ocurrido esa noche en el barrio privado Parque La Verdad, ya que mientras el psiquiatra y dos policías que acompañaban a Amendolara dijeron que «Chano» (39) estaba muy agresivo y llevaba un cuchillo, su madre y su padrastro aseguraron que no los agredió y que no vieron que estuviera armado, explicaron las fuentes.

 

Ayer, al declarar durante casi dos horas ante Zocca, Marina Charpentier, madre del músico, aseguró que su hijo en ningún momento agredió físicamente a nadie y que no lo vio empuñar un cuchillo.

 

La mujer también dijo que para ella no fue un disparo justificado el que realizó el policía Amendolara y que su hijo manifestó esa noche que él no quería internarse.

 

Además, aclaró que no le interesaba que fuera preso el autor del disparo, según contaron fuentes con acceso al expediente.

 

Más temprano declaró el marido de Marina, Oscar José Ottonello, quien dijo que no presenció el momento en que «Chano» fue baleado, ya que no se encontraba en el mismo lugar sino afuera del predio, y que se enteró de lo sucedido por los dichos de su esposa.

 

El fiscal busca establecer principalmente mediante las testimoniales y los peritajes si el policía disparó contra el músico en una situación donde realmente su vida corría peligro o no.

 

Con el fin de determinar la distancia y el ángulo del disparo, se dispusieron peritajes sobre las prendas de vestir de Charpentier y también sobre la vaina hallada en la escena y el proyectil encontrado entre las ropas del músico, aunque para el fiscal no hay dudas de que fue Amendolara quien lo efectuó con su arma reglamentaria.

 

«Es una prueba objetiva fundamental que vale más que cualquier declaración de testigos, que pueden ser difusas. Se busca evaluar si el disparo fue o no justificado», dijeron los voceros sobre el análisis de las el buzo y la remera que «Chano» llevaba puestas al recibir el impacto de bala.

 

El hecho ocurrió la noche del 25 de julio último en el barrio privado Parque La Verdad, ubicado en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, cuando, a pedido de la madre del músico, llegó un equipo médico con intenciones de internar a «Chano», quien estaba bajo un cuadro de exaltación.

 

Ante esta situación, de acuerdo con algunos testigos, el artista se violentó y presuntamente quiso apuñalar con un cuchillo aserrado de cortar pan a Amendolara, quien le disparó.

 

Desde ese día, «Chano» permanece internado en el sanatorio Otamendi, del barrio porteño de Recoleta, donde se recupera de las graves lesiones provocadas por el proyectil.

 

 

 

Fuente: Minuto Uno

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