Umbandas en Misiones | “Somos una religión dedicada a practicar el bien para nosotros y para el resto”, expresaron

Tras la repercusión que tuvo una denuncia hacia una vecina en la chacra 252 de la ciudad de Posadas por presunto “rituales satánicos” desde la  Asociación Raíces Afro Umbandistas de Misiones desmintieron realizar ritos malo y más bien aclararon que sus ceremonias se realizan para ayudar a las personas. 

 

“Umbanda” es una religión afro-brasileña y está reconocida como tal, lo cual su ceremonias están permitidas ya que en el artículo 14 de la Constitución menciona “todos los habitantes de la Nación gozan de profesar libremente su culto”.

 

Sin embargo, los vecinos de la chacra 252 se manifestaban preocupados ya que, según el relato, desaparecen los animales domésticos del barrio y creen que los “umbandas” tiene algo que ver. 

 

No obstante, sobre el sacrificio a animales, Gustavo Ruiz, presidente Asociación Raíces Afro aseguró que entre sus prácticas faenan animales como gallos, gallinas, cabras, chivos y corderos, los cuales después comparten entre los integrantes del culto y posteriormente los consumen. 

 

“La gente necesita más información sobre lo que realmente nosotros hacemos. Hay cuestiones que por falta de información la gente crea o prejuzga algo sin conocer a fondo. Somos una religión más como cualquier otra. Los que somos sacerdotes tenemos años de preparación para llegar al rango que tenemos, tenemos muchísima feligresía también”, expresó Gustavo Ruiz

Según detalló Ruiz, solamente en Posadas hay más de 90 templos que están en regla y que se realizan ceremonias. A su vez, hay 100 que están realizando las autorizaciones correspondientes. Sin embargo, en el interior de Misiones también hay una buena cantidad de umbandas. 

 

De acuerdo a la historia de la religión, las ofrendas materiales y la sangre de animales es para recuperar energía. Luego se comen los animales. Se ofrenda la cabeza frente al altar y se despacha a la naturaleza, se entierra, por ejemplo.

 

A diferencia de otras religiones, el umbanda tiene una fecha y lugar determinados para su nacimiento: el 15 de noviembre de 1908 en la ciudad de Niteroi, en el estado de Río de Janeiro.

 

“Somos una religión más, obviamente el humano comete errores y hay casos de pai que han cometido actos horribles. Las personas deben ser juzgadas como un ser humano no por su creencia”, expresó.

 

“Nosotros somos una religión más dedicada a practicar el bien para nosotros y para el resto. Por ahí nos tildan de que somos practicantes de otras cosas pero solamente nuestra liturgia es diferente a las demás porque son liturgias milenarias”, comentó Omar Lemes, vicepresidente de la asociación.

 

Además, agregó “la mayoría trabajamos para que a las personas les vaya mejor, nosotros no estamos llamados para hacer el mal, no practicamos el mal. Hay mucha ignorancia e hipocresía de las personas”, sostuvo Lemes.

 

Ruiz reveló que como Asociación han ayudado a comedores, asilos. “Hace tres años que estamos trabajando y asistiendo a las personas. En la pandemia nos han llamado para pedirnos ayuda y lo hemos realizado en distintas oportunidades. Siento mucho orgullo de la gente que profesa”.

 

Lo que más molesta a los umbandistas, es que con el correr de los años, se ha perdido el respeto hacia las personas y no hacia la religión. 

 

Por último, Lemes reveló que están trabajando intensamente para que los pai o mai dejen de dejar las ofrendas en las esquinas o en las calles ya que algunos se sienten asustados o más bien no entienden de qué se trata.  

 

Los practicantes del umbanda, originado en 1920 en el sureste de Brasil, se han expandido del noreste al sureste de Brasil, hasta ingresar a Uruguay y Argentina.

 

Las ceremonias umbandistas comienzan con el llamado al exus (fuerza de la naturaleza mensajera de los dioses) para la protección contra la maldad. Entonces las madres o los padres (en umbanda hay sacerdotes masculinos) de los santos son poseídos, invitando a todos a recibir los espíritus y los ángeles guardianes. Los guías espirituales son usualmente ancestros africanos o nativos americanos, o un niño que murió joven. El guía más popular brasileño es el “negro viejo” (preto velho) y la “negra vieja” (preta velha), que representa la sabiduría de viejas esclavas. Aquellos que reciben los espíritus asumen las características de posesor, ejecutando danzas medicinales, dando vueltas al son de tamboriles y cantos, fumando cigarros y pipas (Castillo 2005: 158).

 

 

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