La psicopedagoga, Tamara Cubilla, habló con Misiones Online para explicar como se modificó el aprendizaje en pandemia. Además cómo afectó a la capacidad de concentrarse y de qué manera acompañar a los más chicos en sus estudios.
«Es una situación que está pasando en todo el mundo, distinta, diferente y que cambió nuestros cerebros», explicó Cubilla. Además agregó que «la sobreinformación generó un estrés crónico que afecta lo emocional y lo cognitivo«.
La profesional explicó que esta situación afecta tanto a grandes como a chicos y que «el estrés produce niveles altos de cortisol que genera mayor ansiedad y cambios a nivel fisiológico en nuestro organismo sobre todo en el sueño y el buen descanso».
En este marco Cubilla aseguró que otro de los factores que influyen en la falta de concentración es la sobre exposición a las pantallas «que le suman fatiga a un conjunto de situaciones que nos afecta a cada uno de forma diferente».
Según detalló la profesional la mayoría de las consultas que recibió durante la pandemia, y la preocupación principal de las familias, era la demanda escolar y tratar de seguir el ritmo de los contenidos: «La vida se modificó y la escuela continuó. En muchos casos no se les preguntó a los chicos cómo se sentían con todo lo que pasaba«.
Este contexto generó situaciones estresantes en los chicos y en los adolescentes, que se sumaron también a no tener contacto directo con los docentes lo que generó principalmente problemas en los más chicos en cuanto a la lectoescritura.
La pandemia afectó el aprendizaje y la motivación
«La principal consulta de las familias fue la lectoescritura y la falta de motivación«, aseguró Cubilla. La profesional contó también que «por lo general son los docentes los que derivan a los chicos al consultorio, pero en este caso ese rol se modificó y fueron los padres los que notaron problemas en el aprendizaje y en la falta de motivación«.
Según la profesional es importante «buscar como motivar a los chicos, crear un ambiente tranquilo y adecuado en el que podamos compartir«. Por otro lado recomendó que previo a la lectura, utilizando el título, se pueden activar los conocimientos previos y despertar el interés «una opción es preguntarle a los chicos de qué creen que trata el texto», sostuvo.
«Generalmente cuando leen un texto viene acompañado de interrogantes. Utilizar la metacognición con los chicos es muy importante, preguntarle, saber que le resulto mas fácil y que le resulto mas difícil«, aseguró Cubilla.
Para finalizar recomendó a los padres estudiar en un ambiente tranquilo sin sobre estimulación para generar la mayor concentración y disfrute posible y sobre todo sin distracciones en la habitación «las pantallas siempre le ganan a los textos», aseguró.
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