Misiones | El sacerdote Sebastián Escalante y el seminarista Pedro Amarillo cuentan cómo es la vida en el seminario Santo Cura de Ars

El seminario diocesano, Santo Cura de Ars, comenzó la novena para su fiesta patronal que será el próximo 4 de agosto, bajo el lema “Danos un corazón de Padre”. En este sentido, el sacerdote Sebastián Escalante, rector del seminario diocesano y el seminarista Pedro Amarillo, contaron a Misiones Online los detalles de esta celebración, y además su experiencia dentro del seminario.

 

 

El Santo Cura de Ars fue un sacerdote que no se destacó por hacer grandes obras, “este cura estaba en un pueblo de 300 habitantes, tenía un estilo de vida muy austero, de oración se dedicaba al ministerio de la confesión, escuchar a la gente y darle buenos consejos, y esto hizo que su fama se fuera expandiendo, entonces desde muchos lugares de Francia iban hasta este pueblito para hablar con el sacerdote, para escuchar sus consejos. Y la iglesia ha querido ponerlo como modelo sacerdotal y también nosotros en la formación para los seminaristas queremos tenerlo como ejemplo de servicio, de perseverancia, de escucha”, aseguró el rector del seminario.

 

En referencia a la celebración que se realiza cada 4 de agosto, el seminarista Pedro Amarillo afirmó que, “estamos empezando la novena que se extiende hasta el 3 de agosto. Tendremos celebraciones de la misa a las 20 que se transmitirá a través del Facebook del seminario”.

 

Además, indicó que estas misas serán por distintos sacerdotes y tendrán temas específicos sobre la vida del santo y la vida sacerdotal. También están programadas otras actividades, como “un programa de radio para contar a la gente como es la vida del seminarista, lo que hacemos y como somos. Como es nuestra vida en el seminario. También se están haciendo venta de empanadas y cosas dulces, para el seminario”.

 

 

Desde el seminario informaron que la misa central de la fiesta patronal se realizará el 8 de agosto, “para tener un poco más de participación y contará con la presencia el obispo, los sacerdotes de la diócesis, los obispos de Oberá e Iguazú. Para nosotros es algo importante porque es nuestro santo patrono, que es modelo para nosotros como seminaristas, tratar de imitar sus virtudes y su vida”, remarcó Escalante.

 

Y agregó que, “estamos preparándonos con protocolos y estamos viendo de hacer la misa en la cancha del seminario. Eso permitirá que la gente que quiera pueda asistir. La cancha es grande y tenemos bastante espacio al aire libre. Para que la gente pueda seguir y acompañar”.

 

 

Descubrir la vocación sacerdotal

 

En el seminario diocesano Santo de Cura de Ars, se forman los futuros sacerdotes de las diócesis de Posadas, Oberá e Iguazú, actualmente cuenta con alrededor de 28 estudiantes en las distintas etapas de formación.

 

Para ser sacerdote, la formación básica es de ocho años de preparación, “hay un año introductorio, donde empiezan a discernir la vocación, van haciendo algunas introducciones a la vida del seminario.  Después tenemos la etapa discipular, que son 3 años más, donde estudian todo sobre la filosofía, los chicos de acá hacen el profesorado en filosofía en el instituto Montoya. Después 4 años más, que sería la etapa de configuración que sería la etapa en la que estudian sobre todo la teología”, señaló Escalante.

 

Entre los requisitos para ingresar al seminario se destaca que sean varones mayores de edad, aunque hay algunas excepciones, “el seminario acompaña a algunos menores en su etapa de finalización de secundario, que son acompañados por las iglesias. Pedimos que terminen el secundario, y a quienes no lo hayan hecho, les acompañamos. Después es un trabajo que se va haciendo con equipo de formadores para ir discerniendo si es no su vocación”.

 

Cura de Ars

 

El rector también aseguró que, “no hay cupo para el ingreso de seminaristas, así que todos los jóvenes varones que tengan alguna inquietud pueden acercarse al seminario o a hablar con su párroco como para empezar un camino de discernimiento”.

 

Cómo es el día a día en el seminario

 

El seminarista Amarillo también se refirió a su experiencia dentro el seminario, señalando que, “para empezar el día tenemos la hora de adoración que, es a las 6 de la mañana y la misa, para arrancar con esas cosas importantes de la vida del seminarista y del sacerdote. Y después algunos chicos, los que están en la etapa de filosofía, tienen la hora de trabajo durante la mañana y los que están en teología cursan por la mañana y por la tarde es su hora de trabajo”.

 

Para la convivencia, los grupos están divididos en comunidades de 7 u 8 jóvenes, que comparten “el almuerzo, la cena, y otras actividades. También hacemos deportes dentro del seminario, llevamos una vida normal como jóvenes, pero nos estamos preparando para el sacerdocio. Y tenemos algunas particulares como ser la oración y estudiamos”, relató el joven seminarista.

 

 

Mientras que Escalante contó que los fines de semana, “Pedro por ejemplo, que está en la etapa de la teología, va los viernes a distintas parroquias de la provincia, para vivir un poco en las parroquias, con la gente, e ir aprendiendo de las comunidades el oficio que les va a tocar hacer. mientras que los del grupo de filosofía, lo hacen aquí dentro de Posadas en las iglesias de aquí”.

 

Trabajar en el seminario durante la pandemia

Escalante reconoció que el trabajo dentro del seminario durante la pandemia, fue un desafío para todos, “nos ayudó a afianzar los vínculos entre nosotros, a través de la oración, de la liturgia también de prestar algún servicio de calidad. Nos llevó también a pensar que hacer para ayudar a los que menos tienen, que no la están pasando nada bien”.

 

Este trabajo también estuvo destinado a lo “litúrgico acompañando al obispo en las liturgias y en las celebraciones de Semana Santa, también algunas transmisiones televisivas de las misas. Nos metimos bastante en eso”.

 

 

El nivel educativo, también fue todo un desafío porque, “las clases fueron a través de medios telemáticos aprender a usar el zoom, el aula virtual, los chicos estaban un poco fastidiados como todos de tener que estar haciendo los trabajos, de estar leyendo los PDF. También fue un desafío para todos, tener que adaptar nuestra casa porque tenemos profesores que vienen desde afuera a dar clases y no podían venir, y todavía siguen dando las clases a través del aula virtual, y ahí la vamos piloteando”, remarcó el rector.

 

Escalante recordó que en el “seminario, los chicos no pagan. Hay muchas realidades entre los jóvenes que vienen, muchos no están en las mejores situaciones, entonces las familias no pueden costear los estudios. Pero recibimos muchísima ayuda de la gente, de las comunidades de las parroquias que hacen su aporte mensualmente. Porque hay que comer, hay que vestirse hay que pagar a los profesores”.

 

Por último, a quienes quieran colaborar con la formación sacerdotal el rector remarcó que, “la colecta que se realice el fin de semana del 6 y el 7 de agosto en todas las parroquias de la diócesis, van a ir para el sostenimiento del seminario”.

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