Un prototipo de auto volador completa el primer vuelo de prueba interurbano

Un prototipo de auto volador ha completado un vuelo de prueba entre dos ciudades de Eslovaquia y ha pasado 35 minutos en el aire.

 

El Klein Vision AirCar es un vehículo de dos pasajeros de diseño eslovaco con cuatro ruedas, una hélice de empuje, alas retráctiles estilo navaja y una cola telescópica que se transforma en un paquete legal de carretera en el suelo en solo tres minutos.

El vehículo ha realizado 142 vuelos de prueba y esta semana viajó entre el aeropuerto internacional de Nitra y el aeropuerto internacional de Bratislava (capital de Eslovaquia) donde se convirtió en automóvil y fue conducido al centro de la ciudad por el CEO de Klein Vision, Stefan Klein, y el cofundador de la compañía, Anton Zajac.

 

De esta forma, el nuevo gran invento tecnológico completó sus primeras 40 horas de vuelo. Y, durante la prueba reciente, alcanzó una altitud de crucero de 8.200 pies.

 

El auto volador está propulsado actualmente por un motor BMW de 160 caballos de fuerza y tiene una velocidad máxima de 190 kilómetros por hora, pero actualmente se está trabajando con un segundo prototipo que se actualizará a un motor de 300 caballos que será capaz de navegar a 300 kilómetros por hora y tendrá un rango de 1.000 kilómetros por hora.

 

“Este vuelo inicia una nueva era de vehículos de transporte dual. Abre una nueva categoría de transporte y devuelve al individuo la libertad originalmente atribuida a los automóviles” decía el profesor Stefan Klein después de salir de la cabina del AirCar en Bratislava.

 

No se ha anunciado el precio exacto de la versión para el cliente, pero el prototipo costó unos 2.3 millones de dólares para su desarrollo.

«AirCar ya no es solo una prueba de concepto», dijo Zajac en el comunicado de prensa. «Ha convertido la ciencia ficción en una realidad«.

 

Klein Vision planea desarrollar modelos de tres y cuatro asientos del auto volador, así como versiones bimotores y anfibias, según su sitio web.

 

Un número creciente de empresas está explorando el potencial de los vehículos voladores a pesar de los obstáculos que incluyen la seguridad y la confiabilidad. Los vehículos voladores tendrían que operar en espacios aéreos abarrotados, cerca de pequeños drones y aviones tradicionales, y también necesitarían un marco regulatorio, lo que podría llevar años.