Juicio histórico en Córdoba: condenaron a perpetua a un hombre por violar y provocarle la muerte a su hija

El fallo fue dictado este viernes por unanimidad por la Cámara Tercera del Crimen de la ciudad de Córdoba. Jueces y el jurado popular entendieron que el suicidio de Sathya Aldana tuvo una relación directa con los abusos sexuales sufridos en su infancia. Su padre, Walter Insaurralde, era un pastor evangélico y abusó sexualmente de su hija desde que tenía 8 hasta los 14 años de edad. Recién a los 16 años, en una charla de ESI pudo relatar la pesadilla que vivía y su madre la acompañó en la denuncia.

 

El juicio se demoró, la joven se quitó la vida, y su madre falleció de cáncer el pasado 21 de junio, unos días antes de conocer la sentencia. La Justicia, finalmente llegó.

 

“¡Te vas a morir en la cárcel! A los niños no se los viola, no se los toca, ¡te vas a morir en la cárcel!”. Los gritos de Sandra Salas, la tía de Sathya Aldana resonaban en la sala de prensa habilitada por Tribunales. En un llanto de desahogo y de mucha emoción Sandra se abrazó a sus sobrinas apenas la Cámara 3° del Crimen de la ciudad de Córdoba dio a conocer el veredicto por el cual condenaron a Walter Insaurralde a prisión perpetua por homicidio y por las violaciones perpetradas a su hija durante seis años, entre los 8 y los 14 años.

 

Los tres miembros del tribunal conformado por María de los Ángeles Palacio de Arat (presidenta), Gustavo Ispani y Leandro Quijada (vocales) y los 16 jurados populares votaron por unanimidad la sentencia: cadena perpetua por abuso sexual seguido de muerte.

 

Insaurralde fue considerado responsable de los delitos de homicidio con motivo de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo y la convivencia preexistente en concurso ideal y con promoción de la corrupción de menores de 18 años de edad doblemente agravada.

 

En la última audiencia hicieron uso de la última palabra, Nélida Salas, madre de Nancy Monjes, abuela de Sathya. Debido a la muerte reciente de Monjes, se le permitió a ella decir las últimas palabras en nombre de la querellante: ‘Estoy acá por mi hija que pedía justicia para mi nieta. Sathya sufrió mucho y hace años que estamos luchando con esto. A mí nieta no me la van a devolver. Pido justicia, pido perpetua, quiero que él pague señores jueces’.

 

 

Luego hizo uso de la última palabra Insaurralde. Con un barbijo que lleva el lema ‘Cristo es Dios’ se sentó frente al tribunal de la cámara y expresó: “Buenos días a todos. Que dios los bendiga. Soy creyente. Creo en Dios y en la justicia celestial. Ustedes fueron puestos por Dios y creo que harán lo correcto. Cristo es Dios”. Insaurralde era pastor de un culto llamado Ministerio Evangelístico Dios es Amor (Medea).

 

Luego de la lectura de la sentencia, la presidenta del tribunal, Ángeles Palacio le dirigió unas palabras: “Esperamos que esta resolución pueda hacer visible una situación que quizás muchas mujeres han sufrido y sufren y que son las consecuencias brutales que tiene el abuso sexual sobre su vida. Al señor Insaurralde: nosotros también somos personas creyentes y creemos que usted también necesita ayuda y le recomendamos un tratamiento psicológico para usted y aquellos hombres que están en esa situación. Nosotros no hacemos más que juzgar en base a las pruebas”.

 

Afuera de Tribunales II familiares de Sathya y organizaciones sociales y feministas festejaron la sentencia y cuestionaron fuertemente el accionar de la justicia por las demoras en las primeras instancias en investigar la causa.

 

De esta manera cerró un juicio histórico que será un “leading case” para Córdoba y Argentina ya que es la primera vez que se condena por homicidio a un violador responsabilizándolo por el suicidio de su víctima.

Uno de lo vocales de cámara aclaró por qué se incluyó la palabra “homicidio” en la sentencia y no el “abuso sexual seguido de muerte”: “En el Código Penal cuando se produce la muerte de una persona por el motivo que sea, el accionar del sujeto activo del delito interpone un homicidio que peude ser culposo, o preterintencional o también homicidio en ocasión de robo. En este caso los tres miembros del tribunal consideramos que se había dado la muerte seguida de homicidio”.

 

Por su parte, la abogada defensora de Insaurralde, Adriana Aubrit dijo que apelará la sentencia y dijo: “Esto no es un homicidio porque ella (por Sathya) se autoprovocó la muerte. Creo que se ha tenido una mirada muy sesgada en todo el juicio con la mirada de género”, afirmó.

 

Sin embargo, las pruebas presentadas en el juicio por los profesionales de la Salud Mental fueron concluyentes. El testimonio de la psiquiatra de Sathya y la autopsia psicológica determinaron que la única causa que había llevado a Sathya a sufrir una profunda depresión eran los abusos sistemáticos, reiterados y ultrajantes que su padre le había provocado entre los 8 y los 14 años.

 

Su abuela, Nélida dijo tras la sentencia: “Se hizo justicia. A mi nieta no me la van a devolver pero ella y mi hija podrán descansar en paz”. Al ser consultada sobre si creía que un accionar más rápido de la justicia hubiera evitado la muerte de Sathya, Nélida dijo: “Sí. Llevamos cuatro años luchando por esto”, respondió en la entrevista con el diario La Voz de Córdoba.

 

En las audiencias del juicio que comenzó el 3 de junio de este año se expusieron todas las pruebas que daban cuenta de los abusos sexuales y de la causa de su muerte. Al drama sufrido por Sathya que fue expuesto en el juicio se sumó el de la muerte de su madre, Nancy Monjes, quien falleció el pasado 21 de junio tras padecer la enfermedad de Wilson y cáncer.

 

La historia de Sathya

Sus padres se separaron cuando ella tenía 8 años, y quedó viviendo con su madre, aunque regularmente visitaba a su padre. Esas visitas eran las que el depravado sujeto aprovechaba para someterla sexualmente. Por supuesto, el abusador “disfrazaba” lo que hacía, convenciendo a la víctima de que se trataba de un juego.

 

Con el correr de los años, y al tomar conciencia de lo que en realidad había padecido en manos de quien era su papá, la adolescente se atrevió a contar lo vivido a su madre, pero ya era tarde.

 

Sathya hizo la primera denuncia contra su padre en mayo de 2017, tras quebrar en llanto en una clase de Educación Sexual Integral (ESI) y relatar los horrores que su padre le hacía los fines de semana que debía cuidarla. Su madre Nancy se enteró cuando la llamaron del colegio y fueron directamente al Polo de la Mujer: “Estuvimos todo el día, desde el mediodía hasta la 1 AM para que nos tomaran la denuncia. Para que quede todo en la nada”.

 

“Después me presenté con mi abogada a pedir explicaciones a la fiscal Ingrid Vago y me dijo que no había recursos para poder investigar la causa. Me tomaron la denuncia y ese papel fue a un cajón”, relató con indignación Nancy en su última entrevista en vida.

 

Y luego explicó por qué su hija cayó en depresión y la razón por la cual pidió no volver más al Polo de la Mujer a declarar: “A ella la citaron varias y le hacían recordar una y otra vez lo que le había pasado. Eso le hacía mal. Me decía ‘Mamá, cada vez que venimos acá me llaman para hablar a mí. ¿Y a él cuándo?’”.

 

La joven finalmente se suicidó en enero del 2020, a sus 19 años, luego de una larga depresión desencadenada por los ataques ejercidos por su progenitor.

 

Walter Insaurralde fue detenido recién cuatro años después de la denuncia que hizo su hija y ya cuando el caso estaba avanzado y elevado a juicio. Mientras tanto, continuó su vida personal y como pastor en libertad, incluso pese a la muerte de Sathya.

 

Insaurralde fue detenido recién a fines de abril de este año, 15 días antes del comienzo del juicio.

 

“Las marcas imborrables en la psiquis de la joven habían hecho estragos en ella, no le permitían dormir y la llevaron a atentar varias veces contra su vida”, explicaron los especialistas en el juicio.

 

Poco antes de finalizar el juicio, la madre de Sathya, Nancy Monjes, falleció el 21 de junio último producto de la enfermedad de Wilson y de un cáncer de hígado.

 

“Te recordaré siempre con esa hermosa sonrisa. Lo único que quiero es que descanses en paz, y sé que ese día va a llegar! Te Amo hijita mía”, fue uno de los últimos posteos que publico la madre en sus redes sociales.

 

 

Su abogada, Daniela Morales Leanza, dedicó la sentencia que se dio a conocer este viernes 3 de julio a la memoria de la víctima y la lucha de su madre Nancy por justicia. “Fue una mamá que enarboló la bandera de lucha en nombre de su niña, hasta el último aliento… Hoy Sathya es hija de todos. La Justicia llegó con prisión perpetua para el abusador y asesino”, expresó la letrada.

 

El juicio marcó un antes y un después en la Justicia, ya que es la primera vez que se responsabiliza a un violador por el suicidio de su víctima.

 

Facundo Pérez Lloverás, abogado que también representó a Nancy Monjes durante el litigio, detalló que «este es un juicio histórico y va a generar un precedente en la materia de delitos contra la integridad sexual”. “Nunca se dio un caso como este, de poder probar que una persona, en este caso una adolescente, se haya provocado su propia muerte producto de un grave deterioro en su salud psíquica. Y este deterioro provino de los abusos reiterados que le perpetró su progenitor. Cuando Sathya tomó conciencia, esto la subsumió en un estado de depresión profunda en el que ella encontró, como única salida, quitarse la vida”, concluyó.

 

 

Fuente: con información de La Voz, ElDoce.tv y TELÁM

 

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