Profesor misionero aseguró que “la resistencia al lenguaje inclusivo es ideológica y no lingüística”

El profesor y comunicador, Jorge Ríos, visitó Misiones Online para explicar porque el lenguaje inclusivo genera tanta discusión. Que es, que provoca y porqué algunos sectores de la sociedad se resisten a su implementación. Además el rol fundamental del Estado como ejecutor de políticas inclusivas y representativas.

 

lenguaje inclusivo

 

El lenguaje inclusivo es uno de los temas de mayor controversia en la actualidad. Voces a favor y en contra se pronuncian todos los días argumentando porque sí o porque no debería implementarse.

 

«El lenguaje inclusivo se encuentra en una encrucijada entre la gramática, las cuestiones sociales, los derechos y reivindicaciones importantes. Muchas veces tenemos una opinión pero no sabemos cómo argumentar y hay que explicar muchas cosas para que se entienda bien«, aseguró Jorge Ríos. 

 

El profesional explicó que «la resistencia en general, más que una resistencia lingüística basada en una deformación del lenguaje, es una resistencia ideológica. Porque si fuese lingüístico, y en defensa de la lengua castellana, también saldrían a decir que no usemos más términos en inglés, por ejemplo. Así que si es un purismo es un purismo muy selectivo«.

 

 

Ríos, quién además se está licenciando en lengua británica, detalló que «desde la lingüística no existe la destrucción de la lengua como tal, existen cambios y modificaciones que se dan todo el tiempo«.

 

Agregó también que «el lenguaje inclusivo es una propuesta de usar la lengua con una perspectiva de género, la misma perspectiva desde la cuál salen leyes de paridad, en cuanto a la representatividad política, la misma que tiene la Educación Sexual Integral (ESI), que trata de salir de la bisexualidad y reconocer a todo el universo de posibilidades«.

 

«En nuestro ordenamiento jurídico hay muchas leyes que se enmarcan dentro de la perspectiva de género, y así como en un momento de la historia nos dimos cuenta que era injusto que las mujeres no voten, o que el Estado tenia que equiparar la cantidad de mujeres dentro de la política, lo mismo se aplica al lenguaje«, argumentó Ríos.

 

 

En cuanto a los argumentos en contra de la aplicación el profesor contraargumentó que «el nivel desmesurado de insultos y violencia en contra del lenguaje inclusivo, sin argumentos, me hace pensar que no es una defensa del castellano si no un ataque. No es un planteo a favor de, si no en contra de«. 

 

Según Ríos lo mismo ocurre cuándo se plantea que la inclusión es hablar lengua de señas, o braille: «Tienen razón cuando dicen que el braille, la lengua de señas y los pictogramas son inclusión. El lenguaje inclusivo no los excluye ni los invalida». 

 

Cuando hablamos de lenguaje inclusivo hablamos de perspectiva de género

 

Y agrego que «me parece que es genial, y enhorabuena, que nos pongamos a hablar del braille y lengua de señas, no creo que toda la gente argumenta con eso realmente actúe en consecuencia. Todo es inclusión y todo apunta a lo mismo. Así que si el lenguaje inclusivo puso esa discusión sobre la mesa y trajo estos otros sistemas semióticos a discusión es buenísimo porque también hace falta«.

 

 

 En cuanto al rol de los docentes, el educador detalló que «una gran oportunidad del lenguaje inclusivo es enganchar a los estudiantes en temas académicos, sobre todo desde la semántica. Es un tema que genera polémica y nos sirve como disparador para que los chicos se enganchen, cosa que a veces cuesta«.

 

«Como docente es normal que uno no se sienta tan preparado, pero para eso hay mucha información. Preguntemos a quién está en tema, tenemos el oráculo a disposición a un clic de distancia. Estar frente a un aula es responsabilidad que implica obligaciones. Los docentes estamos obligados a dar Educación Sexual Integral, porque es un derecho y eso incluye perspectiva de género«, subrayó Ríos. 

 

 

Hay que entender que también es símbolo de lucha y de militancia y de plantar bandera en una cuestión. de qué hablamos cuando hablamos de lenguaje inclusivo hablamos de perspectiva de género

 

Ríos también plantó su postura en relación a los rechazos y argumentos de la Real Academia Española cuándo se refieren al lenguaje inclusivo: «El lenguaje refleja la dinámica social, yo no creo que sea una casualidad que el masculino tenga prevalencia sobre el femenino. Cada vez que decimos todos -para referirnos a mujeres y hombres- estamos reforzando esos conceptos. Qué es lo que la Real Academia siempre repite«.

 

En este marco se refirió a uno de los argumentos utilizados por la Real Academia Española que sostenía que el lenguaje inclusivo complejizaba las cosas porque el genérico se daba con decir todos: «Es gracioso que las academias digan no y  argumenten con el enunciado de una regla hartamente conocida. Es justamente esa regla que nos repiten la que ponemos en cuestión. Que una academia tenga miedo que complejizar las cosas me parece una ironía«.

 

En contra del lenguaje inclusivo hay poco argumento y mucha agresión

 

El profesional explicó que las palabras y el lenguaje son creadores de universos y realidades «la creación de la palabra  femicidio es un buen ejemplo para ponerlo sobre la mesa. Para que el Estado pueda actuar en consecuencia se tuvo que crear el término, porque lo que no se nombra no existe«.

 

Por otro lado el profesor aclaró que «el lenguaje inclusivo es más de discurso público, lo usamos más en redes o en escritura, es una cuestión discursiva y sobre todo política. Además como dispositivo de militancia es muy efectiva porque pone en la agenda temas que si no ni siquiera los trataríamos«.

 

 

Asimismo subrayó que «hay que recuperar también la vocación de argumentar. Me parece que hay muy poco de eso y mucha agresión. Me parece que el lenguaje inclusivo sirve también para eso, como metáfora de cómo llevamos adelante nuestra militancia y nuestras ideas».

 

Ríos aseveró también que «a veces ponemos en igualdad dos posturas que no son simétricas porque una parte niega la existencia del otro. El problema no es la diferencia de miradas, eso enriquece. El problema es el cómo, y siempre va a haber conflictos porque es parte de la democracia y hay que aceptarlo como tal«.

 

Para finalizar el profesional hizo una analogía en relación a la sanción de la Ley de Cupo Laboral Trans, sancionada ayer en el Congreso: «Me parece que es un muy buen ejemplo del rol del estado. A veces no hay consenso entre las mayorías y ahí el estado tiene que tomar cartas en el asunto«.

 

«Quizás mucha gente no entiende todavía la problemática. Tenemos que hacer una autocritica muy grande en ese sentido, porque como sociedad no les damos ningún tipo de oportunidad. Si soy empresario y no contrato a ninguna persona trans no puedo quejarme de que el estado contrate al 1% a costo 0,  porque si no ¿Qué otras oportunidades tendrían?«, reforzó Ríos.

 

«Es un gran ejemplo de lo que tiene que hacer el estado. No ser neutro y accionar para equilibrar un poco la balanza y quiero insistir en que estas voluntades de prohibición nos tiene que llamar la atención si estamos en un Estado democrático, porque que el estado prohíba algo es grave«, finalizó.

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