Las movilizaciones contra las emisiones de campos electromagnéticos de muy alta frecuencia y microondas pulsátiles producidas por las antenas de telefonía móvil y sistemas de telecomunicación ha sido una constante en todo el estado español, ante una normativa estatal que se hizo al dictado de las operadoras.

 

Existen numerosas conferencias internacionales que alertan sobre los posibles efectos y riegos en la salud pública (Declaraciones de Viena 1998, Salzburgo 2000, Roccaraso 2000, Alcalá de Henares 2002, Catania 2002, Friburgo 2002, Benevento 2006) Así como estudios estudios epidemiológicos y trabajos científicos europeos, como el programa REFLEX, que alertan sobre cambios a nivel celular y subcelular con los consecuentes efectos negativos sobre los seres vivos, el medio ambiente y la salud humana.

 

Por todo ello, es imprescindible el desarrollo de un programa e investigación pública, estatal e independiente, con estudios epidemiológicos sobre los efectos sobre la salud pública y un cambio en profundidad de la normativa actual que debe basarse en criterios de control público sobre los lugares de establecimiento de antenas, valores límite exposición ciudadana que impida que se origen las enfermedades de que hablan esos estudios y se produzcan cambios celulares