Cambio climático: la cadena de interconexiones posibles a miles de kilómetros desde Groenlandia a la Amazonía

Groenlandia se encuentra a más de 8.000 kilómetros de la Amazonía y a más de 18.000 de la Antártida. Pero el Cambio climático en estas regiones podrían estar profundamente interconectados, señala un informe de la BBC Mundo. «Los científicos ya han advertido que el calentamiento global puede disparar los que se denominan los puntos de no retorno o tipping points, puntos críticos a partir de los cuales los cambios en un sistema pueden ser abruptos e irreversibles», remarcan.

Un nuevo estudio indica que estos puntos de no retorno en el sistema terrestre también pueden desestabilizarse entre ellos, llevando potencialmente a una cascada o dominó de efectos climáticos.

Los autores del estudio, del Instituto Potsdam de Investigaciones sobre Impactos Climáticos en Alemania, simularon más de tres millones de posibles escenarios a distintas temperaturas.

 

Y encontraron no solo que un tercio de las simulaciones muestra cascadas de puntos de no retorno. Estos efectos dominó se producen además con un aumento de temperatura de solo 2 grados respecto a la era preindustrial.
Las proyecciones actuales indican que si no se toman acciones urgentes, el planeta se encamina hacia un aumento de temperatura superior a 3 C para fin de siglo.

 

Acciones desestabilizadoras

El estudio del Instituto Potsdam considera cuatro posibles puntos de no retorno y sus interacciones, con efectos que pueden ser desestabilizadores de otro sistema, estabilizadores, o aún no comprendidos. «El número y fortaleza de las interacciones desestabilizadoras es más alto que el de los vínculos estabilizadores, de acuerdo a los datos usados en el estudio», le explicó Nico Wunderling, uno de sus autores.

El científico señaló que el modelo computarizado es «relativamente simple», ya que considera solo cuatro puntos críticos, pero esto permitió realizar millones de simulaciones.

 

Los cuatro tipping points estudiados son: el derretimiento del hielo en Groenlandia, los cambios en las corrientes del Atlántico, las modificaciones en la Amazonía y el derretimiento del hielo en Antártida Occidental.

Antes de explorar sus posibles interacciones, veamos por separado qué dice la ciencia sobre cada uno de estos posibles puntos de no retorno.

 

Los cuatro ‘tipping points’ considerados: Derretimiento del hielo en Groenlandia; el derretimiento del hielo en Antártida Occidental, el sistema de corrientes del Atlántico (AMOC); y los cambios en la Amazonía.

 

Cambios en la Amazonía

«Nuestros cálculos muestran que si desaparece entre un 20 y 25% del bosque amazónico, aumentará la duración de la estación seca y la temperatura y eso puede llevar a que el bosque tropical dé lugar a una vegetación diferente, de sabana», señaló a BBC Mundo el científico brasileño Carlos Nobre, investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo y experto en la Amazonía, quien trabajó durante 35 años en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE).

 

Este posible cambio de vegetación se debe a un factor crucial del bosque amazónico: la selva genera parte de su propia lluvia. Al caer la lluvia esa agua es capturada por las raíces. Y los árboles la liberan nuevamente a través de la transpiración a la atmósfera, donde forma nubes y llueve de nuevo.

Debido a ese reciclaje de agua, cuando se elimina una parte del bosque tropical llueve menos, lo que alarga la estación seca. «La preocupación mayor viene de observaciones de lo que ha venido ocurriendo en el clima y en el bosque en las últimas décadas», afirmó Nobre. «En gran parte del sur de la Amazonía, la estación seca es tres o cuatro semanas más larga en comparación con la década del 80 y también cerca de 3 C más caliente», señaló.

«En esta área grande de más de dos millones de km2, la selva amazónica está perdiendo la capacidad de reciclar agua».

«También hay áreas bastante desforestadas y degradadas en el sur de la Amazonía donde los bosques que permanecen están perdiendo la capacidad de retirar dióxido de carbono de la atmósfera -un papel importantísimo que los bosques globales desempeñan al retirar hasta un 30% del gas carbónico emitido por las actividades humanas- y están pasando a ser fuentes de emisión».

«En esta región de la Amazonía la tasa de mortalidad de árboles típicos de un clima húmedo amazónico está aumentando, un factor que anuncia que no estamos muy lejos de un tipping point».

AMOC es un sistema de corrientes en el océano Atlántico que transporta aguas cálidas hacia el norte (en rojo) y aguas frías hacia el sur (en azul). Fuente: BBC Mundo

Interconexiones posibles a miles de km

«El sistema terrestre está todo interligado, atmósfera, océanos, continentes, vegetación, biodiversidad y las acciones humanas que perturban el equilibrio planetario», afirmó Nobre. En ese sistema interconectado, un punto de no retorno puede afectar a otros.

 

Por ejemplo, «un rápido derretimiento del hielo en Groenlandia liberará agua dulce, que es más liviana (que el agua con mayor salinidad) y no se hunde rápidamente en el norte del Atlántico, donde se origina la Circulación Termohalina o AMOC».

Esto haría que AMOC se tornase más lenta, agregó Nobre. «Si AMOC se debilita en general, como de hecho está sucediendo, las corrientes oceánicas superficiales que llevan aguas cálidas para el norte del Atlántico llevarán menos calor hacia fuera de los trópicos, por lo que el Atlántico Tropical Norte va a estar más caliente».

Esto a su vez resulta en dos efectos climáticos extremos: «aguas más cálidas en esa región generan huracanes más fuertes, exactamente lo que se ha visto en la última década. Y también causa un movimiento ascendente del aire sobre aguas más cálidas con un movimiento compensatorio descendente sobre partes de la Amazonía (la llamada circulación de Hadley). Este aire descendiente causa sequías, algunas extremas como las de 2005 y 2010», señaló Nobre.

Tim Lenton afirmó además que el debilitamiento de AMOC podría perturbar al monzón (cambios estacionales que causan fuertes precipitaciones) en India, causar sequías en el Sahel, y al transportar menos calor hacia el norte y dejar más calor en el Océano Austral, amenazar a las plataformas de hielo en la Antártida.

¿Cuán seguro es que puedan ocurrir estos cambios y en cuánto tiempo?

«La probabilidad de que ocurran efectos en dominó depende crucialmente del nivel de calentamiento global que alcancemos», afirmó Wunderling.

En términos de escalas de tiempo para puntos de no retorno, hay diferencias de varios órdenes de magnitud entre los diferentes elementos, de acuerdo al investigador.

«Por ejemplo, si la masa polar de Groenlandia (o de Antártida Occidental) cambia abruptamente, llevaría varios siglos o miles de años que llegue a estar libre de hielo. En el caso del bosque amazónico o AMOC, la escala de tiempo puede ser mucho más corta, del orden de décadas o siglos».

Wunderling afirmó que un mensaje clave de su estudio es que «el riesgo de efectos en dominó se incrementa claramente cuando aumenta el calentamiento global». Pero el investigador aclaró que el estudio «no puede ser visto como una predicción de qué tipping point o efecto dominó tendrá lugar a exactamente qué temperatura o tiempo, ya que el modelo hace simplificaciones importantes, aunque toma en cuenta incertidumbres cruciales».

«Estas incertidumbres tienen que ver principalmente con la estructura de las interacciones y su fortaleza».

 

Para Tim Lenton, la escala de tiempo del derretimiento del hielo depende del nivel de calentamiento por encima de un determinado punto crítico, y si bien «no podremos detener ese proceso, podemos controlarlo limitando el calentamiento global».

«En la posibilidad más lenta llevaría miles o incluso decenas de miles de años que se derritan las masas polares de Groenlandia o de Antártida Occidental. Pero en la posibilidad más rápida es posible llegar a 10 metros de aumento en el nivel del mar por el derretimiento en el oeste y este de la Antártida en 300 años», afirmó a BBC Mundo.
«Si bien se prevé un posible aumento de solo 0,4 m para 2100, este incremento se acelera mucho posteriormente (DeConto et al. 2021)», agregó.

«El mensaje es simple: hay que limitar el calentamiento global para ralentizar el aumento en el nivel del mar». A pesar del grado de incertidumbre, Lenton señala que debemos pensar en los puntos de no retorno climáticos y sus posibles interacciones en cascada «como uno de los mayores riesgos que enfrentamos por cambiar el clima, porque sus impactos son enormes, pueden ser abruptos y son usualmente irreversibles».

 

El científico agregó que si bien hay incertidumbre sobre el nivel de calentamiento al cual se cruzan puntos de no retorno particulares, «tenemos virtual certeza de que algunos tipping points existen, porque los hemos visto en la historia de la Tierra, y están comenzado a ser vistos ahora», aseveró.

 

 

 

 

 

Fuente: con información de la BBC Mundo

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