Violencia vicaria: “Mi padre murió para salvarme”, así es la vida de Karen Skeppstedt, la joven de Eldorado cuyo papá fue asesinado por su ex novio

La violencia vicaria es aquella donde el agresor causa daño a terceros para herir a su víctima y eso fue lo que le pasó a Karen Skeppstedt. Este 28 de junio se cumplirán dos años de la trágica muerte de Mariano Antonio Skeppstedt a manos de Pablo Schanderl en Eldorado, ex pareja de su hija. La joven conversó con Misiones Online a vísperas del Día del Padre y dirigió un mensaje a las víctimas de violencia de género animándolas a denunciar y no subestimar a los agresores. Hoy la joven espera lograr justicia para así hacer su duelo  en paz.

 

El 28 de junio del 2019 quedó grabado en la memoria de Karen. “Ese día mi padre murió por mí”. Durante una emotiva entrevista con Misiones Online, la joven narró como ha sido su día a día tras esa trágica experiencia y como a casi dos años del suceso, las secuelas continúan.

 

“Llevo terapia psiquiátrica y psicológica,  tengo problemas de insomnio, estoy medicada para dormir y cerca de un año tuve pesadillas”, contó Karen.

 

Y es que una experiencia como la que ella vivió es realmente una pesadilla para cualquier ser humano. No obstante, la joven agradece que su familia haya permanecido unida y constante, luchando en busca de justicia para su padre Mariano.

 

“Fueron dos años muy difíciles y mi familia fue un sostén muy grande. Hubo muchos altibajos. Hemos atravesado el duelo de diferentes maneras y como pudimos. Esta persona (Pablo) nos causó mucho daño no solo por la muerte de mi padre, sino a toda mi familia”.

 

 

La violencia vicaria es un concepto nuevo y según especialistas es trasversal a otras manifestaciones de violencia. Se da en casos en los que el agresor busca herir a un tercero para generar dolor a su víctima. Eso es lo que pasó. Según testigos Pablo Schanderl golpeó con crueldad a don Mariano, hasta quitarle la vida.

 

“El día que vino y mato a mi papá, me amenazaba y me decía que aunque viniese mi papá o mi primo él se iba a defender, es decir que no le importaba agredir a mis parientes, él lo iba a hacer”, narró.

 

Ese día inició a la madrugada, “a las 3:49 para ser más precisa”, según contó en su momento en Canal 12 “ya estaba recibiendo los mensajes hostigadores de Pablo. Eran muchísimos mensajes, uno tras otro hasta primeras horas de la mañana cuando paró. Recién a las 9 de la mañana comenzó de nuevo a mandarme los SMS, cuando yo ya estaba trabajando”.

 

La familia Skeppstedt

 

Karen contó que hacía mucho tiempo que no estaban juntos, ya que su relación duró solamente un mes. La relación terminó justamente por el comportamiento que él tenía. “Al principio era muy amable y atento conmigo pero después fue cambiando su actitud hasta llegar a golpearme y amenazarme con un arma. La verdad que viví momentos muy feos”, contó la entrevistada.

 

Ella afirmó que en algún momento de la relación pensó que “Pablo iba a cambiar y me iba a querer, pero nunca sucedió eso”.

 

Ese día “Él me estaba esperando pero no me vio cuando salí no más”, es que Karen salió por atrás del Juzgado y fue allí cuando se desencontró con su padre, que tras recibir un pedido de ayuda de su hija, no dudó y acudió a defenderla.

 

“Yo le mandé un mensaje a mi papá cerca de las diez de la mañana porque no sabía qué hacer y realmente tenía miedo”.

 

Contó que luego le avisó a su mamá “que le diga a mi papá que no me busque, pero ya era tarde y él ya había salido de mi casa para buscarme”.  Don Mariano se encontró con Pablo y el resto es historia.

 

A pocos días del Día del Padre la entrevistada destacó la personalidad de su papá y recomendó a los lectores a disfrutar cada etapa.  “Sean amigos y compañeros así como yo era con mi papá. Éramos tan amigos por eso él fue ese día al ver que había peligro. Yo ya no estaba en ese lugar, se encontró con Pablo y sucedió la tragedia. Mi padre fue allí para defenderme y dio la vida por mí. Ahora yo lucho por él porque él se merece justicia”.

 

Lamentó que el proceso haya demorado tanto tiempo, pero confía que pronto reciban justicia. “A Pablo lo pueden ir a ver sus familiares, pero nosotros no podemos hacer eso con mi padre, debemos ir al cementerio”.

 

“Pensar en el futuro no es nada fácil, pero esperamos que se haga justicia. Ya estamos a la recta final y esperamos que esta persona tenga su condena y nosotros estemos mucho más tranquilos y seguir viviendo nuestra vida que lo hacemos a medias porque tenemos que pensar constantemente en el juicio y no podemos hacer nuestro duelo tranquilos como quisiéramos. No es fácil pero tampoco vamos a dejar de luchar por nuestro padre”.

 

Violencia Vicaria en Misiones

 

 

Desde la Dirección de Violencia Familiar y de Género de Misiones, Carolina Caspary y Florencia Gritti explicaron la problemática de la violencia vicaria en Misiones y lamentaron que hasta hoy en día se normalicen estas situaciones en la que los hijos son dañados para perpetrar dolor a la pareja o expareja. En la Argentina hubo 11 asesinatos de este tipo en 2020.

 

“Misiones no escapa de esta realidad. Formamos parte de esta sociedad patriarcal, donde la violencia es aprendida y naturalizada (…) cuando hablamos de violencia vicaria, hablamos de femicidios vinculados y violencias colaterales que suceden permanentemente. El agresor dice: Te voy a dar por donde más te duele”, afirmó Caspary.

 

Explicó que muchas veces la violencia vicaria termina con el femicidio vinculado, pero que también se manifiesta en otras acciones como: el dejar de ver a los hijos, no pasarle la cuota alimentaria, hablarle mal de la madre o promete que irá a visitarlos con el objetivo de seguir lastimando por donde más duele.

 

Coincide Gritti quien explicó que el término es nuevo, porque como tal no se encuentra en la Ley Nacional 26485, ni en la provincial 4405. “Conceptualmente no figura en ningún lado, pero esto atraviesa todas las situaciones de violencia”.

 

Caspary indicó que se ha incrementado el número de denuncias y esto responde gran parte a las políticas públicas y a la difusión de información para combatir esta problemática.

 

 

Según Florencia es importante dar ese primer paso, no obstante aún hay mitos alrededor de las denuncias. “La mayoría de las amenazas ronda en relación a que le van a sacar a los niños. Les dicen que van a contratar a un abogado y que se los van a quitar, porque él tiene el dinero y sabemos que es una realidad porque existe la violencia económica”.

 

En ese sentido Gritti añadió que realizarán un trabajo con los agresores con el fin de ayudar a modificar esas prácticas aprendidas. “La idea es que esto permite la transformación porque sino el victimario va a tener diversas causas con otras mujeres porque se repite el patrón de comportamiento».

 

Por su parte, la coordinadora del área de Familias judicializadas del Centro Terapia, Eliana Larraburú afirmó que la violencia icaria está ligada a la de violencia de género. Pero a mí me gusta hacer una mirada más abarcativa porque la violencia va más allá del género y yo creo que tiene que ver con un sujeto que ejerce violencia.

 

Precisó que estadísticamente son los hombres los que producen más casos de violencia, sin embargo precisó que la violencia vicaria puede ser usada sin distinción de género.

 

Según Larraburú no solo es solo dañar los hijos, sino que hay distintos modos. “Tiene que ver con dañar algo que la otra persona valida quiere o aprecia mucho, por ejemplo quemarle la ropa, rayarle el auto, con el fin de dañar a la otra persona”.

 

Violencia vicaria en los divorcios

violencia vicaria

 

Lamentó que los casos de violencia sean habituales y explicó que esta suele aparecer en los procesos de divorcios. “Una pareja cuyo ciclo ha llegado hacia el fin, desde el enfoque sistémico se puede dar desde un aspecto saludable o desde el destructivo y conflictivo”.

 

Explicó que estas son personas que llegaron a la finalización de la relación pero en conflicto muchas veces quedan involucrados los hijos de la pareja. “Es frecuente que los niños queden en este tiro y afloje en el divorcio de los padres, sin que los padres tomen conciencia que los niños pasen por situaciones que pueden ser violentas”.

Lic. en Psicología Eliana Larraburú

Explicó que esto se da en los casos judicializados y que en su mayoría no llegan por cuenta propia, sino que por no haber resuelto el conflicto se generan estas denuncias de violencia, la perimetral impuesta por el juez, donde suele solicitar terapia psicológica.

 

“Estas personas llegan a terapia porque el juez los está obligando. Nuestra estrategia desde el área de psicología es tratar de convertir una demanda judicial a una terapéutica que tiene que ver que el paciente no viene por una orden del juez sino porque necesita ayuda”, afirmó la psicóloga.

 

Según Larraburú la idea es llegar a un divorcio del ciclo vital. “Este tipo de divorcio  consiste en parejas que se separan, pero a pesar de las dificultades pueden desempeñar una parentalidad compartida en función del bienestar de los niños”.

 

Sostuvo que esa es la diferencia con el divorcio destructivo donde los niños son la herramienta para hacer daño.

 

Recomendó que cualquier persona que identifique que está padeciendo violencia pida ayuda. “Debemos habilitar el diálogo y recurrir a las líneas oficiales y a profesionales”, afirmó la psicóloga.

 

“Se debe recurrir a un profesional que los ayude a poner el fina  este ciclo de violencia (…) Necesitamos alguien que acompañe y en caso de que sepamos que la violencia existe, denunciar”.

 

Añadió que es necesario hablar de violencia y que esta información llegue a todos los artículos, pero quizá alguien que lea la información pueda identificar si está atravesando esta problemática.

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