España: la Justicia reveló detalles del crimen de Anna y Olivia, las hermanitas asesinadas por su papá

Esta es la tesis que mantiene la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar en un auto dictado este sábado en España.

 

Tomás Gimeno padre de Olivia y Anna, planificó la muerte de sus hijas para provocar a la madre «un dolor inhumano» y sumirla en la incertidumbre, pues en su pretensión se hallaba que sus cadáveres jamás fueran localizados.

 

Esta es la tesis que mantiene la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar en un auto dictado este sábado en España.

 

Olivia, cuyo cadáver apareció en una bolsa atada a un ancla, murió a causa de un edema pulmonar agudo, según el informe de la autopsia. Su hermana Anna corrió el mismo destino, según da por hecho el juzgado que investigaba los hechos. La segunda bolsa que contenía el cadáver de la más pequeña de las hermanas fue encontrada rota y vacía, con solo unos lastres en su interior.

 

El edema pulmonar agudo, que ha causado la muerte de la niña Olivia Gimeno, según la autopsia, se produce tras una intoxicación por envenenamiento respiratorio al inhalar algo tóxico, según ha explicado a Efe el vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Germán Peces-Barba.

 

Este neumólogo considera que si Olivia falleció por edema pulmonar agudo estaba ya muerta cuando fue lanzada al agua ya que «si hubiera sido un ahogamiento tendría que haber agua aspirada por vía pulmonar».

 

En el caso de Olivia, según Peces Barba, «estamos ante una reacción inflamatoria del pulmón y el contenido del pulmón es el exudado, si la niña hubiera sido lanzada viva al agua tendría agua del mar en su interior y eso no sería un edema, sería un ahogamiento».

 

Tomás Gimeno se llevó a sus hijas el día 27 de abril a las cinco de la tarde, con el compromiso de devolverlas al domicilio materno a las nueve. A los pocos minutos, el padre se dirigió en su coche Audi A3 color blanco a un centro educativo de El Rosario, adonde acudía Olivia dos veces por semana. Allí se vio con su pareja actual, directora del centro escolar, a quien entregó un estuche en forma de lapicero con cinta de embalar. Le pidió que lo abriera a las 23.00 horas. Lo hizo casi cinco horas antes y encontró en su interior un fajo de billetes por valor de 6.200 euros y una carta de despedida.

 

Acto seguido el presunto asesino puso rumbo al domicilio de sus padres, donde dejó a sus hijas hasta las 18.30 horas. En ese lapso de tiempo acudió solo al puerto de la Marina de Santa Cruz de Tenerife. Se dirigió a su barco e introdujo en el agua el motor y lo arrancó para ver si funcionaba.

 

Eran las 21.27 horas cuando el presunto asesino se presentó en el puerto de la Marina de Santa Cruz de Tenerife, y el vigilante le abrió la puerta. En tres viajes, desde el puerto hasta su lancha, trasladó las bolsas de deporte, donde se encontraban los cuerpos de Anna y Olivia.

 

 

 

Fuente: Telefe Noticias

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