Con 13 años, una adolescente misionera murió de un balazo cuando participaba de una cacería en un campo de Sauce. El disparo de un rifle fue accidental, según informó quien la acompañaba. Cerca estaban un amigo, una hermana y el papá de la menor.
Una familia oriunda de la provincia de Misiones quedó envuelta en un caso estremecedor en el interior de Corrientes, con la muerte de una adolescente de 13 años.
La menor participaba de una jornada de caza y mientras estaba junto a un guía sufrió un balazo, surgido de un rifle de grueso calibre que se habría accionado en forma accidental.
El hecho sangriento sucedió en un campo que se llamaría “Taba Cuá”, indicaron a época fuentes de la Policía.
El sábado a las 19 en la comisaría de Sauce recibieron un llamado alertando sobre el episodio que finalizó con la muerte de la menor. La posterior pesquisa permitió esclarecer algunos detalles.
La jovencita, identificada con el nombre de Eliana, resultó mortalmente herida a causa de un proyectil disparado con un fusil Remington, modelo 710, calibre 270 Winchester, con mira telescópica.
La bala ingresó en la región abdominal y salió por la espalda. La menor perdió la vida en cuestión de unos pocos segundos.
El guía de caza, Ramiro Alberto S., domiciliado en Riachuelo (Corrientes), precisó ante las autoridades que todo se trató de un accidente.
En la versión delante de la Policía expuso que la menor dijo querer convertirse en “una cazadora” y por ello le pidió llevar el arma de fuego.
Cuando el hombre solicitó a la jovencita que devuelva el rifle, porque la veía caminar con dificultad, ella “habría resistido a dárselo y hubo un pequeño forcejeo”, durante el cual sucedió el disparo imprevisto. Esos fueron los dichos del adulto.
En otra parte del campo estaba una hermana de Eliana ( tendría 15 años), un allegado a la familia de nombre Miguel y el papá de la víctima, José Alfredo P., de 49 años.
“Habían decidido separarse en dos grupos”, relató una fuente cercana a la pesquisa.
José P. y sus hijas son de Candelaria, provincia de Misiones. Ojeda, de 37 años, también es misionero, pero de la ciudad de Posadas.
La jornada de cacería inició en la Segunda Sección o campo “Los Virachos”. Luego de allí continuaron en una canoa hacia “Taba Cuá”. La causa fue caratulada como “supuesto homicidio culposo”.
Con información de Diario Época
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