La madrugada del 4 de junio de 1922 ocurrió una de las mayores tragedias de la navegación en nuestra provincia. Un incendio y explosión llevó al fondo del Paraná al vapor Villa Franca, a la altura de Corpus. Viajaban unas 150 personas, en un paseo desde Corrientes hasta Iguazú. Murieron entre 40 y 70 personas, según las fuentes. Un héroe posadeño sobresalió en el siniestro, ayudó a salvar muchas vidas pero murió en la acción: Nemesio Parma. Por eso un barrio de Posadas lleva su nombre.
Nemesio Parma
El Villa Franca había arribado a Posadas y luego debía proseguir hasta el Hotel Cataratas. El barco zarpó de la capital provincial el día sábado 3 de junio a las 13, llevando 120 pasajeros, muchos niños, en primera y segunda clase, 30 tripulantes y un importante cargamento de nafta para el mencionado hotel. Así navegó tranquilamente todo el 3 de junio, sin problemas, mientras los pasajeros se divertían observando el paisaje, publicó el diario El Litoral.
Ya cerca de la medianoche, la mayoría de los pasajeros se había retirado a sus camarotes y alrededor de la una de la madrugada de ese infausto domingo 4 de junio de 1922, se desató la tragedia. El barco estaba frente al puerto de Hoenau, Paraguay. Parece que un marinero había visto que de la bodega salía humo, por lo que decidió ir a ver qué era eso; tomó un farol y entró a la bodega, y así se inició el fatal incendio. El terror desatado abordo fue tremendo, algunas madres con sus hijos en brazos se arrojaban al agua buscando una salvación.
El Villa Franca apoyado sobre el lecho del Paraná. Al fondo la costa de Misiones
Nemesio Parma y el Villa Franca
En comisión ordenada por la superioridad, navegaban en dicho buque el ayudante de segunda (hoy oficial principal) don Nemesio Celestino Parma, y el marinero de primera don Simón Ramírez. La acción destructiva del fuego comenzó a cobrar inusitada magnitud cuando el buque navegaba cerca del puerto paraguayo de Hohenau, publicó Leo Duarte en el sitio Misiones tiene Historia.
Tanto Parma como Ramírez se hallaban descansando cuando fueron despertados por los gritos y toques de sirena. Parma, al ver que el caos originado por la confusión y falta de órdenes, tomó decididamente el mando de la operación de salvataje auxiliado por el marinero Ramírez.
Tanto era el desorden que Parma debió apelar al uso de su arma reglamentaria haciendo disparos al aire, para contener al pasaje y tripulación que luchaban por ganar los botes.
El puerto de Posadas, dónde iban llegando noticias y cadáveres
Así, una vez controlada la situación, comenzó a desembarcar los pasajeros y hacerlos llegar a la costa cercana. El fuego era cada vez más imponente y se acercaba a cubierta.
Varios pasajeros y tripulantes se arrojaban a las aguas para ganar la orilla y el propio Parma entregó su salvavidas a una mujer, a quien ayudó nadando hasta salvarla, regresando prestamente a bordo.
En aquellos momentos se produjo una tremenda explosión a causa de haber sido alcanzados por las llamas los tanques de combustible que formaban parte de la troja. El barco se partió en dos y se hundió rápidamente en las doradas aguas del Paraná.
Estuvieron en la tragedia del Paraná y este domingo volverán a competir en Aguas Abiertas https://t.co/8lGHIgHh7U pic.twitter.com/gIsPumvTph
— misionesonline.net (@misionesonline) April 13, 2018
Tanto Parma como el marinero Ramírez, el comisario de a bordo Benítez y varios tripulantes y pasajeros, desaparecieron junto con el barco, relató Leo Duarte
No solamente se quemaba el barco, sino que también ardía el agua alrededor por la nafta derramada en la superficie, por lo que se formó un verdadero cerco de llamas; resultaba imposible salvarse, aun para los que podían nadar. El barco se hundía y sólo pudieron sobrevivir quienes, con mucha suerte y nadando debajo de la superficie, pudieron alejarse del dantesco espectáculo, publicó El Litoral.
Según el sitio Conoce Corrientes, en el naufragio fallecieron 40 pasajeros, siendo una de las mayores tragedias registradas en el Alto Paraná, afectando a distinguidas familias de las ciudades de Corrientes y Posadas que se dirigían a Puerto Iguazú.
El Villa Franca en su esplendor-Foto publicada en la legendaria Caras y Caretas
Para El Litoral fueron 70 las víctimas fatales. La noticia del terrible y trágico suceso llegó a Corrientes, y en toda la región la noticia cundió rápidamente, produciendo congoja y consternación por el luctuoso suceso, publicó el diario de la provincia vecina.
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Nemesio Parma reconocido
El jefe de la entonces Subprefectura de Posadas, al tener conocimiento del hecho, informó a la superioridad por medio de un telegrama, en el que expresaba: «El 4 de junio de 1922, siendo las 01.20 horas, se declaró un incendio a bordo del vapor Villa Franca y el oficial Parma tomó a su cargo la tarea de salvataje del pasaje y la tripulación, con la colaboración del marinero Ramírez.
Ambos desaparecieron al explotar unos tanques de combustible que formaban parte de la troja.
La trágica muerte de estos dos servidores públicos ha quedado grabada en la memoria de quienes visten con orgullo el uniforme de nuestra Institución, recordando la temeridad y renunciamiento de quienes dieron su vida por la de sus semejantes.
Los diarios de la época elogiaron la aptitud de los dos hombres de la Prefectura, especialmente Parma, ya que con su gesto de supremo valor y agotados los elementos de salvataje del buque, condujo hasta la orilla a varios náufragos, que trataban de ganar la playa casi sin fuerzas, hasta encontrar la muerte.
Fuentes: Posadas del Ayer; Misiones Tiene Historia; Leo Duarte; El Litoral y Conoce Corrientes
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