Se cumple un nuevo aniversario de la “masacre de Panambí”: un brutal crimen que se cobró la vida de casi toda una familia

Mencionar a la Masacre de Panambí es hablar de horror, sufrimiento y crueldad. Es la página más negra de la historia criminal misionera. Un hecho sin precedentes, por el cual tres hombres cumplen cadena perpetua. 

 

El 25 de mayo de 2014, una banda de cuatro o cinco delincuentes asaltó a una familia de madereros en su casa del kilómetro 7 de la ruta provincial 5. Cuatro miembros de ese grupo familiar fueron golpeados, torturados y luego incendiados. Fue una muerte horrible para todos.

 

Oscar Knack, su mujer Graciela y dos de los hijos de la pareja, Bianca (12) y Cristian (25), perdieron la vida. Los ladrones se llevaron poco más de 300 mil pesos ese día.

 

Por el hecho hay tres condenados, que el 11 de octubre de 2017 se sentaron en el banquillo, ante el Tribunal Penal de Oberá, el cual los condenó a cadena perpetua. El chapista Marcial Alegre, el prefecturiano retirado Pablo Julio Paz y Juan Ramón Godoy fueron considerados coautores del delito de «homicidio calificado».

 

Los tres hombres que cumplen cadena perpetua por el crimen.

 

Entrevista al hijo de la familia knack realizada en 2014

 

_ Por lo que pudiste saber, qué fue lo que ocurrió. ¿Es cierto que tu papá había cobrado un dinero y alguien lo sabía?

 

_ En casa no había un peso. No es que mi papá tenía plata sino que llegó. Pero así como llegó plata a casa ellos entraron para robarla. No sé si los siguieron o  estaban esperando afuera a que llegue. No sé si estaban escondidos pero entraron a mi casa y le decían dame la plata, dame la plata.

 

_ ¿Cómo te enteraste de lo que pasó?

 

_ Yo no llegué para ayudarlos. Pasada una hora después que salí, me llama un vecino para decirme que los asaltaron y le prendieron fuego a mi familia. Subo al auto y me voy a casa, cuando llego estaba la policía, los vecinos, y mi familia tirada en la lluvia en el pasto por el dolor de las quemaduras. Los ataron, los golpearon mucho, y les prendieron fuego. Ellos se escaparon por la ventana, mi papá lo primero que hizo fue ir a buscar a los vecinos. Mi mamá con la fuerza de Dios pudo rescatar a mi hermanita, a mi hermano. Los ayudó como pudo porque amaba a su familia. Salió totalmente quemada, hasta la ropa interior se quemó.

 

 

_ ¿Volviste a tu casa para intentar buscar respuestas sobre lo que pudo haber pasado?

 

_ Yo volví a casa a buscar ropa. Ví todo el terror que vivió mi familia, sangre por todos lados. Mi papá salió perdido a buscar el portón, no sabía ni siquiera la salida de la casa, tanto que me contaron que perdió partes de la piel y el cuerpo cuando saltó el cerco, así como estaban, Dios les dio la fuerza para que pidan ayuda a los vecinos.

 

_ ¿Qué te dicen los médicos sobre la salud de tu hermano?

 

_ Los médicos son sinceros conmigo, agradezco a los médicos del hospital por lo bien que me tratan y no me esconden nada. En un cuerpo ciento por ciento quemado no hay ciencia que pueda curar a una persona que hasta por la garganta le entra fuego. Solo Dios sabe si saldrá adelante. Solo Dios sabe el motivo de por qué se llevó a mi familia. Mi hermano todavía está con vida y tengo que tener fe de que se va a quedar conmigo para que le de fuerzas y él me la de a mí.

 

_ ¿Cómo vas a seguir adelante después de esto?

 

_ No sé que voy a hacer de ahora en más. El que me da fuerzas es Dios que me está levantando, porque creo yo mismo que ya hubiese estado muerto junto a mi familia de la tristeza que tengo.

 

Carlos recordó que las primeras horas le pidió a la policía que se retire de la casa de unos familiares por la insistencia de los uniformados en saber cómo ocurrió el incendio. “Nos sentíamos como que nosotros éramos los asaltantes para ellos, les pedimos que tengan compasión yo entiendo que deben hacer su trabajo, pero les pedimos que se retiren”.

 

El joven de 24 años pidió justicia para su familia. “Yo estoy sorprendido por la forma en la que trabaja la policía, pero sé que ellos pueden atraparlos pero no tienen el poder de dejarlos presos. Yo ví muchas veces como entran los ladrones y después salen y no quiero que eso pase”.

 

Y agregó: “nosotros somos gente de laburo, yo desde que camino ayudo a mi papá y a mi mamá. Era una empresa de la familia, no había encargado ni nada, era puro sudor nuestro. No hay negocios sucios cualquiera que investigue lo puede probar. Nosotros jamás jodimos a nadie. No entiendo porque tanta maldad con mi familia”.

 

Afirmó asimismo que no está seguro de querer participar de la marcha de silencio que los vecinos organizaron para mañana jueves a las 13 horas. “No sé si voy a participar de la marcha de silencio, porque para mí será algo de mucha emoción y de apoyo de todo el pueblo. Estoy de acuerdo que se haga la marcha”.

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