Una investigación de la UCA analiza las múltiples vulnerabilidades que afectan a niños, niñas y adolescentes con un familiar encarcelado

El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA junto a la oficina regional para América Latina y el Caribe de Church World Service (CWSLAC) presentaron el informe especial “Las múltiples vulnerabilidades que afectan especialmente a los NNAPES con un familiar encarcelado”.

 

El estudio pretende expandir los primeros aportes generados en el informe especial “Infancias y encarcelamiento” (2019) sobre las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes con su padre, madre o algún referente encarcelado (NNAPES, de aquí en adelante) y el impacto que se genera en sus vidas durante y luego del periodo de encarcelamiento.

 

Se estima que la población de NNAPES, como porcentaje del total de niños, niñas y adolescentes (NNA) del país entre 0 y 17 años, se mantiene estable entre 1,3% y 1,7%, considerando los períodos 2014-2016 y 2017-2019. En base a esta información es posible estimar que aproximadamente 217 000 niños, niñas y adolescentes en 2020 vivían en hogares donde algún miembro de la familia se encontraba encarcelado. Esta cifra asciende a 700.000 NNA aproximadamente cuando también se tienen en cuenta aquellos NNA que han sido NNAPES en algún momento anterior al relevamiento.

 

El análisis realizado permite la comparación entre las vulnerabilidades asociadas a los NNAPES, los anteriormente NNAPES, y con aquellos NNA que nunca estuvieron en dicha situación. De este modo se observa que el 70,1% de los hogares en los que viven los NNAPES, se encuentran por debajo de la línea de pobreza, vulnerabilidad que se confirma al ver que el 85% de los NNAPES viven en hogares pertenecientes a los estratos más bajos (bajo marginal y obrero integrado)-

 

Comparando el perfil de los/as NNA que pasaron por esta situación anteriormente o con aquellos/as que nunca la experimentaron, se observa que las configuraciones familiares de los NNAPES tienden a ser en mayor medida monoparentales (42,8%) y viven con familias extensas, es decir que viven con abuelos/as, tíos/as y/o otros/as familiares (47,1%).

 

En relación al análisis de regresiones, donde se incorporaron múltiples factores sociodemográficos, económicos y geográficos con el objetivo de estimar las probabilidades de tener déficits en sus trayectorias educativas, de contar con ayudas económicas del Estado mediante planes sociales y de encontrarse realizando tareas domésticas intensivas y/o económicas en el mercado, para los/as actualmente NNAPES, anteriormente NNAPES y nunca NNAPES, se observa que:

 

Los/as NNAPES (de todos los grupos etarios, estratos socio-ocupacionales y áreas geográficas) tienen más probabilidades de recibir algún tipo de ayuda por parte de los Estados, que sus pares anteriormente NNAPES o que aquellos/as nunca pasaron por esta situación, sean pobres o no.

La población de NNAPES, sobre todo los/as que transitan la primera infancia y la adolescencia (educación inicial y secundaria), registran mayor propen­sión a tener déficit educativo que aquellos/as niños/as que vivenciaron esta situación con anterioridad o que aquellos/as que nunca fueron NNAPES.

Por su parte, los/as NNAPEs tienen más probabilidades de realizar/ejercer el trabajo infantil o actividades económicas en el mercado, que a aquellos/as que fueron NNAPES en el pasado, segunda población más vulnerable en este sentido.

 

De este modo, se destaca nuevamente cómo el encarcelamiento de un miembro del hogar se constituye como un factor de vulnerabilidad para el ejercicio de derechos de los niños/as que habitan en él, de manera simultánea y aditiva a los factores de riesgo ya existentes. Esto ocurre en mayor medida para los NNA que actualmente son NNAPES, pero el encarcelamiento de algún miembro del hogar en el pasado, también se revela como factor de riesgo para las infancias argentinas.

 

 

 

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