Economía sale a buscar financiamiento a través de la colocación de títulos de deuda

Economía sale a buscar financiamiento a través de la colocación de títulos de deuda: se licitarán una decena de títulos de deuda en pesos con vencimientos que llegan hasta marzo del 2023.


El Ministerio de Economía licitará esta tarde una decena de títulos de deuda en pesos con vencimientos que llegan hasta marzo del 2023. La recepción de ofertas comenzará a las 10 y terminará a las 15 y los títulos a colocar son dos Letras del Tesoro (Letes) con vencimiento el 31 de agosto 2021, una a descuento, y otra a tasa variable más 1,75% .

 

A estas se le suman otras dos Letes con vencimiento el 29 de octubre, una a descuento y otra a tasa variables más 2,75%. Además, habrá una Lete a descuento con cierre el 30 de noviembre del 2021, y otra ajustada por CER (inflación) a descuento, con vencimiento el 28 de febrero del 2022.

 

También se ofrecen dos bonos vinculados al dólar, uno con cierre el 29 de abril, y otro el 30 de noviembre del año próximo. Juntos con estos, se ofrece una Lete ajustada por CER a descuento, y cierre el 23 de mayo del 2022.

 

Por último, habrá un bono ajustado por CER más 1,4% con vencimiento el 25 de mayo del 2023.

 

El Gobierno se entusiasma con poder anunciar en el mediano plazo una buena señal en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Creen en el Poder Ejecutivo que Kristalina Georgieva podría avalar el reclamo particular que Alberto Fernández le hizo en la reunión de Roma del viernes pasado y que oficialmente se le reducirían al país las tasas de interés que se le deberían aplicar a la Argentina por no liquidar en tiempo y forma el stand by vigente.
De confirmarse la noticia (dependerá de lo que Kristalina le explique al board del organismo que maneja), en términos financieros implicaría una reducción de 4,05% a algo más de 2% anual. En términos de dinero contante y sonante, y mientras dure el eventual Facilidades Extendidas que podría cerrarse (dependerá de la política interna), serían entre u$s6.000 y u$s8.000 millones menos a pagar, tomando en cuenta un acuerdo a 10 años. Exactamente la mitad de los intereses que se deberán pagar en el caso de cerrar el pacto de facilidades de pago.
El cálculo que deberá hacerse es el siguiente. El FMI le cobra al país por el stand by firmado por el gobierno de Mauricio Macri en 2018 un 1,05% más dos puntos porcentuales extra por el exceso de dinero otorgado por superar el límite autorizado por la cuota que le correspondería. Esto fue negociado en el primer semestre de ese año por el Ministerio de Economía que manejaba Nicolás Dujovne, y renovado cuando se extendió el acuerdo en julio de 2018.

 

Al no poder cumplir el país el primer stand by firmado, y necesitar una renegociación de plazos y montos a otorgar, llegando al préstamo record del organismo financiero internacional, la entonces titular Christine Lagarde negoció llevar el crédito a unos u$s57.100 millones de los cuales se entregaron u$s54.000 millones hasta julio de 2019. En total el stand by le costaba al país un tasa del 3,05% anual. Sin embargo, al no poder cumplir en tiempo y forma, automáticamente el FMI debe cobrar una tasa del 4,05% por los u$s44.500 millones que debe renegociar en un Facilidades Extendidas.

 

Lo que habló Alberto Fernández con Georgieva en la capital italiana es que esa tasa se reduzca a la mitad, que se elimine el sobrecosto del 2% por no poder cumplir con el pago en los términos y plazos determinados y el extra por haberse excedido el gobierno de Macri en el límite establecido por el organismo por la cuota que tiene Argentina ante el Fondo. Esto implicaría que la tasa final sería levemente superior al 2%. Más de la mitad de reducción que lo que se le cobraría a la Argentina en términos normales. En términos numéricos, en lugar de 8.000 millones, se deberían pagar unos 4.000 anuales de intereses.

 

Por otro lado, un número inmensamente menor al 16/ 17% de interés que se le cobraría hoy a la Argentina si se le ocurriera salir al mercado voluntario de deuda soberana internacional; según el nivel de riesgo país medido por J.P.Morgan, y que navega entre los 1.500 y 1600 puntos básicos.

 

Suponen en el Ejecutivo que luego de confirmarse desde Washington esta potencial reducción, servirá también para plantear puertas adentro del gobierno la conveniencia de avanzar en el acuerdo con el FMI. A ello se sumarían además, las dos cláusulas de flexibilización de normas del FMI que el ministro de Economía Martín Guzmán negocia con el organismo. Estas son, la inclusión de la obligación por parte del Fondo de habilitar para la Argentina un plazo de más tiempo de acuerdo por encima de los 10 años, en el caso que se modifique su estatuto que impide hoy acuerdos de facilidades Extendidas más allá de ese plazo.

 

La otra cláusula es la alternativa de aplicar un automático refinanciamiento de los pagos de un año si el país cumple en tiempo y forma con las metas fiscales, cambiarias y financieras pactadas en el acuerdo. Por otro lado, se le mostrará al kirchnerismo que el primer pago caería recién 4,5 años después de firmado el acuerdo, y con la tasa reducida que se discutió en Roma.

 

Lo que es imposible de modificar, es que el límite del acuerdo sea a 10 años; que incluya inspecciones de las misiones de los funcionarios del Fondo previstas en el artículo IV del estatuto, y, lo más importante, que haya metas concretas y mensurables que la Argentina deberá cumplir. Hay algo que se especula en Buenos Aires y que lleva al optimismo.

 

Kristalina Georgieva, en su conversación con el presidente argentino, le dio la certeza a AF que es intención del FMI llegar a un acuerdo ya que lo último que se busca desde el organismo es que un país entre en default en medio de la crisis económica más importante en casi un siglo provocada por una pandema mundial. Menos si ese país en default es el principal deudor.


Télam/ Ámbito

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