La única sobreviviente de la Masacre de San Miguel del Monte pide que los acusados cumplan condena de por vida

«Lo que causaron no tiene cura». Con esa frase, por primera vez a dos años de la masacre de San Miguel del Monte, la única sobreviviente, Rocío Quagliariello, describió lo que le provocaron los policías que el 20 de mayo de 2019 atacaron a tiros e hicieron que chocara el auto en el que iba con cuatro amigos, quienes terminaron muertos.


Rocío tenía 13 años cuando la madrugada de ese día salió con sus amigos, dos de su misma edad, uno de 14 y otro de 22, a dar unas vueltas en auto por Monte y comenzaron a ser perseguidos por policías a bordo de patrullas que, sin motivo, les dispararon y provocaron que el vehículo chocara contra un acoplado, lo que derivó en la muerte de sus cuatro acompañantes.

 

«Es una a mezcla de sentimientos, entre la bronca y el dolor, por perder a mis amigos, me siento vacía», expresó Rocío en una comunicación con Télam a pocos días de cumplirse el segundo aniversario de la denominada «Masacre de Monte», a raíz de la cual ella sufrió heridas graves en un brazo y en ambas piernas y recién fue dada de alta 25 días después del hecho.

 

Tras asegurar que recuerda a sus amigos «con mucho amor, tan divertidos como eran» y que los lleva «siempre» en su corazón, la joven, hoy de 15 años, manifestó que su «única expectativa es que (los responsables) cumplan su condena por el resto de su vida».

 

«Lo que causaron no tiene cura», manifestó Rocío, en referencia a las muertes de Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22).

 

masacre de san miguel del monte

Los imputados

 

Por ese hecho, hay 24 imputados, entre efectivos de la comisaría local, peritos de Policía Científica y el ex secretario de Seguridad de Monte, quienes están a la espera de ser sometidos a juicio.

 

Los cuatro principales acusados son quienes se encontraban a bordo de los patrulleros que persiguieron a los jóvenes y desde donde se efectuaron los disparos que provocaron que el auto Fiat 147 conducido por Suárez se estrellara contra un acoplado estacionado en la colectora de la ruta 3.

 

Se trata de los policías Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, quienes están procesados con prisión preventiva como couatores de «homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público».

 

Los cuatro aguardan a que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Plata fije una fecha para el inicio de un juicio, que estará a cargo de un jurado popular, dijeron a Télam fuentes judiciales.

 

En tanto, otros 19 policías irán a otro juicio -en este caso sin jurado popular- «por encubrimiento agravado, incumplimiento y violación de los deberes de funcionario público», al igual que el exsecretario de Seguridad local, Claudio Martínez, que enfrentará cargos por «encubrimiento e incumplimiento» de sus deberes.

 

El pueblo no se olvida

 

Susana Ríos, mamá de Gonzalo Domínguez (14), uno de los adolescentes fallecidos, aseguró a Télam que «el pueblo no se olvida» de la masacre y que mucha gente «la sigue acompañando».

 

«Tengo muchas formas de recordarlo, por ejemplo cuando veo a los chicos pasar que van a la escuela del pueblo siento que lo veo a él caminando. Es difícil pero hay que seguir y aprender a vivir con el dolor», afirmó Ríos.

 

Según revelaron los informes forenses, Domínguez fue el único de los cuatro chicos fallecidos que recibió un impacto de bala durante la persecución.

 

En el lugar del hecho, se hallaron cuatro vainas servidas, mientras que los peritajes balísticos indicaron que el proyectil encontrado en el cuerpo del adolescente fue disparado por el arma reglamentaria aportada por Monreal.

 

«Los chicos nunca pensaron que iban a aparecer estos monstruos de frente e iban a empezar a dispararle«, se lamentó la madre de Gonzalo.

 

El día del hecho

 

Los cinco adolescentes se desplazaban en un Fiat Spazio 147 escuchando música cuando oficiales de la policía bonaerense comenzaron a perseguirlos a lo largo de la colectora de la ruta 3, donde, de acuerdo a los registros de las cámaras de seguridad del municipio, se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en aparente actitud de disparo.

 

Además de los imputados por homicidio, Ríos pone el foco en quienes encubrieron la masacre, ya que, según ella, son «tan culpables como los que mataron».

 

«Ocultar un crimen es lo mismo que hacerlo, y más un crimen de niños», afirmó de manera enérgica.

 

En un principio, algunos agentes de la policía bonaerense hicieron pasar el caso por un «accidente», y por eso se los acusa de modificar las actas del procedimiento, falsear declaraciones y ocultar material fílmico, que luego fue revelado a los medios de comunicación.

 

Con respecto al juicio oral, las familias de las víctimas tienen una gran expectativa y, según Ríos, mantienen un lazo «muy unido» entre ellas.

 

«Tengo mucha confianza por la cantidad de pruebas que hay. No sé cuál será la pena que les dará la justicia. Nosotros pedimos por el cuadro de homicidio perpetua», remarcó.

 

Por último, a cumplirse dos años del hecho, la mujer dijo que recorrerá el pueblo a bordo de un vehículo con altoparlante, ya que continuará pidiendo justicia, mientras que desde la Comisión Provincial por la Memoria -que también interviene en el expediente- informaron que se llevará a cabo un homenaje de manera virtual en redes sociales, ya que por los protocolos de la pandemia del coronavirus no se pueden realizar actos masivos.


Télam

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