Manifestaron frente al juzgado de Apóstoles por el esclarecimiento del homicidio de César Tizato

Un grupo de unas 200 personas,  perteneciente al Frente de Organización en Lucha (Fol) manifestaron esta mañana frente al Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, en reclamo del esclarecimiento del homicidio del menor  César Daniel Tizato, acaecido en  el campo “La Rosita” de San José, en agosto del año pasado.


Los manifestantes cortaron la calle Lanusse,  exigiendo ser recibidos poro las autoridades judiciales. Cerca del mediodía, los manifestantes fueron recibidos por la fiscal del caso, Silvia María Barronis, quién los interiorizó acerca del estado de la causa, que lleva adelante, el juez Miguel Ángel Faría.

 

En el marco de las investigaciones, habían sido detenidos dos hombres; uno de ellos, Richard Cristaldo, con quién el adolescente salió de caza el domingo 30 de agosto al mencionado campo y nunca más volvió, además de un vecino; Telmo Piñeiro. Ambos fueron liberados  por “falta de mérito” y la causa  se quedó sin detenidos.

 

El juez de Instrucción 4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, ordenó el viernes la excarcelación de Rubén  “Telmo”  Piñeiro, el segundo detenido en esta etapa investigativa.

 

 

El magistrado dispuso de esta medida, tras recibir el informe del análisis de ADN cotejados entre la víctima y el hasta hoy detenido. Los exámenes dieran negativo, por lo cual el juez Faría dictó “la falta de mérito” al sospechoso y ordenó su liberación, lo mismo ocurrió con Richard Cristaldo, que también fue excarcelado.

 

Piñeiro  fue detenido el pasado 11  de  marzo, tras la liberación del primer imputado en la causa, Richard Cristaldo, cuyo ADN también dio negativo. Si bien, los dos hombres que fueron detenidos y liberados, seguirán vinculado a la causa, el caso vuelve a foja cero, sin detenidos.

 

Cabe recordar que el menor César Tizato, salió de caza con su vecino Cristaldo el domingo 30 de agosto dirigiéndose ambos en el campo “La Rosita”, del que solo volvió el hombre que lo acompañaba.

 

Tizato nunca más volvió a su casa del barrio Pindapoy. Su cadáver fue hallado 33 días después semi sumergido en una laguna del mismo campo, en avanzado estado de descomposición y con signos de haber sufrido “una muerte violenta”.

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