¿Qué te impide ser un profesional?

El hombre expone con orgullo su título universitario profesional y es la principal atracción de la decoración, pero llega tarde a todas las reuniones, se comunica muy mal, no se informa ni sigue estudiando, le cuesta respetar a las personas, trata mal a su secretaria, su soberbia lo precede. 

Felicitaciones por el título universitario, sin dudas representa un gran logro pero… ¿con eso basta para ser considerado un profesional? 

Sin dudas el mundo competitivo en el que nos encontramos nos impone elevadas exigencias para poder, mínimamente, acceder a tener una oportunidad.

Competencias que hace dos décadas eran consideradas un diferencial de valor, hoy representan una base imprescindible.

Competencias en comunicación, habilidades de liderazgo, pensamiento estratégico, manejo de equipos, gestión de crisis, inteligencia emocional, son solamente algunas de las habilidades que debe cultivar cualquiera que desee ser considerado medianamente competitivo.

Pero además, y tal vez una de las más importantes y motor de las demás: la actitud.

Alguien podría decir: no pude ir a la universidad y no puedo acceder a los libros ni a las toneladas de capacitaciones gratuitas que hay en internet. Pero… ¿qué te impide tener la actitud de hacer bien tu trabajo y ser una buena persona?

Ser profesional no significa solamente tener un título universitario, significa también que te incomode la mediocridad, que te ofenda el trabajo mal hecho, que seas celoso tanto de tu marca empresarial como de tu marca personal. 

Ser profesional es ser cordial, respetar a todos, tener fé y entusiasmar a tu gente, respetar a todos, tener valores. 

Ser profesional es una construcción de todos los días, es el desafío de ser hoy un poquito mejor de lo que fuimos ayer. Es mirar nuestro producto o servicio y buscarle la vuelta para mejorarlo un poquito más cada día.

El mundo 5.0 al que vamos no aceptará menos que profesionales, gente formada en competencias duras y blandas, ambas con el mismo rango de importancia.

Si queremos seguir estando vigentes en una sociedad cada vez más líquida, seamos profesionales, empezando por los detalles que hacen la diferencia.

Sergio López 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas