La justicia de Brasil rechazó el intento de avanzar con la construcción de la represa Garabí-Panambí

El Gobierno de Bolsonaro presionó durante los últimos días, para que avance la construcción de la represa Garabí-Panambí. Sin embargo, en el día de hoy el Tribunal Regional Federal 4 rechazó por unanimidad la solicitud del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) y por Eletrobrás, la realización de estudios para continuar con el proyecto del Complejo Hidroeléctrico Binacional.

 

El proyecto, que data de la década de 1980, contempla la construcción de dos represas, Garabi, ubicada en el municipio de Garruchos y Panambi entre los municipios de Alecrim (Brasil) y Panambi (Argentina). En los últimos 10 años se retomó el proyecto, enfrentándose a la resistencia de la movilización de los afectados por las represas y otros movimientos aliados.

 

En el año 2015, el 1er Juzgado Federal de Santa Rosa dictó una orden judicial, suspendiendo la continuidad de los estudios. La decisión de 3 votos en el día de hoy, mantuvo esa decisión.

 

El abogado Emiliano Maldonado, abogado del Movimiento de Afectados por Represas (MAB), de la Comisión de Derechos Humanos de Passo Fundo y de Amigos de la Tierra Brasil, quien se sumó como Amicus curiae en el proceso, destacó en su discurso que se comprobó que las obras de construcción de las represas llegarían al Parque Estatal Turvo, destruyendo áreas prioritarias de conservación de la biosfera de la Mata Atlántica, junto con especies en peligro de extinción.

 

Las regiones restantes de la Mata Atlántica constituyen hoy sólo alrededor del 2% del área original. ¿Cómo vamos a debilitar aún más la legislación protectora de un bioma que ya ha sido tan destruido?” manifestó.

 

Además, Maldonado citó un relevamiento del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico (IPHAN), según el cual existen al menos 142 sitios arqueológicos en las áreas que serían inundadas por las represas.

 

Complicaciones que podría generar la represa Garabí-Panambí

 

El lago del complejo hidroeléctrico en el que se contruiría la represa Garabí-Panambí, según el abogado, puede llegar hasta las 100 mil hectáreas, llegando a territorios brasileños y argentinos, área que casi duplica la de la central de Belo Monte, llegando directamente a 12.600 personas de 19 municipios brasileños y 16 municipios argentinos en las provincias de Misiones y Corrientes.

 

El juez que estuvo a cargo del proceso, Ricardo Teixeira do Valle Pereira observó que el juez a cargo de la decisión tomada en 2015, anuló el Término de Referencia emitido por Ibama para realizar estudios de impacto ambiental relacionados con el proyecto.

 

 

En este sentido, señaló que esta anulación se basó en una adicción de origen insuperable, que es la falta de autorización de los órganos responsables de la administración del Parque Estatal de Turvo.

 

El Estudio de Impacto Ambiental debe elaborarse con base en un término de referencia y, en este proceso, hay pasos que deben respetar la legalidad”, señaló el abogado.

 

La no aceptación de la Secretaría de Medio Ambiente y Fepam mantiene el defecto original que sustentaba la decisión de la Corte Federal en 2015.

 

El juicio estuvo acompañado por representantes del Movimiento de Afectados por Represas, Amigos de la Tierra Brasil y otras organizaciones que se movilizaron desde el inicio de la mañana, con pancartas y carteles frente al edificio de la Corte.

 

El MAB-RS destacó el resultado como una victoria para los afectados por las represas, pero destacó que la movilización debe continuar porque el proyecto del complejo “es un viejo sueño de las multinacionales energéticas que pueden hacer nuevos movimientos para retomarlo”.

 

Fuente: Sul 21

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