Municipio de 25 de Mayo: “En el sector productivo faltan medidas que permitan competitividad y soluciones para el bienestar de la comunidad”

El ingeniero forestal y consultor independiente, Sergio Nonenmacher realizó un informe actualizado de las fortalezas y debilidades del sector productivo del Municipio de 25 de Mayo (con cultivos de yerba mate, té, tabaco, agricultura familiar y foresto-industria) y localidades aledañas de la zona centro, e identificó que las políticas productivas inclusivas, interrelacionadas y sostenidas en el tiempo “aún son escasas e incompletas”. Aporta su visión profesional para encontrar soluciones para el desarrollo socioterritorial que permitan “salir de los problemas actuales y a futuro”.

 

El municipio está situado en el departamento 25 de Mayo, limita con los municipios de Alba Posse (al noreste) y Colonia Aurora (al sudoeste) del mismo departamento. En tanto, en la zona norte y este se ubican los municipios de Dos de Mayo, Aristóbulo del Valle y Campo Grande del departamento Cainguás, y al sur es zona de frontera con Brasil de la cual está separada por el Río Uruguay.

 

 

El ingeniero forestal de la Zona Centro elaboró un informe en carácter personal ante la importancia que considera tiene el sector productivo para el desarrollo local y frente a la necesidad de avanzar en una planificación integral de las actividades centradas en mejorar la calidad de vida de las familias del municipio.

 

“Ante las muchas necesidades que están atravesando las familias en la localidad – y en la toda la zona centro en general- por el escaso nivel de la actividad productiva, se observa que lo que se hizo hasta el momento no es suficiente. Por ello, realicé este análisis como aporte para debatir soluciones de corto, mediano y largo plazo. Hay muchas fortalezas para desarrollar en la región, pero hay que tomar decisiones en el sector productivo para ello, y ante los inconvenientes que se presentan (ejemplos: climáticos) y no contar con un panorama claro, la gente está dejando la actividad productiva”, sostuvo Sergio Nonenmacher en la entrevista con ArgentinaForestal.com. “Las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes”, explica el profesional respecto a la motivación que lo llevo a involucrarse. Por ello, también los resultados “son muy pobres”, calificó.

 

Con su informe socioeconómico y productivo, buscar aportar ideas para la salida hacia soluciones posibles a los problemas actuales.  De su análisis, en su informe concluye que las posibilidades en el sector productivos son enormes (tabaco, té, yerba mate, foresto-industria), dado el gran mercado demandante. “La cuestión a trabajar sería la de poder ser competitivos en lo que producimos y, por otro lado, lograr un producto a la altura que demanda el mercado”.

 

Identificó que aún las políticas productivas inclusivas, interrelacionadas y sostenidas en el tiempo “aún son escasas e incompletas” en la  zona centro, de manera que los resultados finales son muy pobres.

 

Consideró respecto a los recursos necesarios para la producción que “abundan algunos como ser la mano de obra y los recursos naturales, pero sin embargo otros son más escasos como los financieros, la planificación y la estabilidad del mercado”, analizó el profesional.

 

En lo que se refiere a la población, dentro del abanico de posibilidades en el municipio de 25 de Mayo existen muchas personas con gran entusiasmo en las actividades productivas, pero aseguró que constantemente “vienen sufriendo frustraciones y muchos otros van perdiendo este entusiasmo”.

 

En la actualidad, aseguró que es más fácil crear soluciones técnico/tecnológicas que llevarlas a cabo en la producción local. “El municipio de 25 de Mayo, al igual que la mayoría de los municipios misioneros, registra características similares en la actividad primaria, recursos naturales, recursos humanos, población urbana y necesidad de financiamiento”, explicó.

 

En su relevamiento, Nonenmacher graficó el escenario del municipio en la actualidad:

1.      Actividad económica primaria: regular, concentradas en pocas producciones y enfocadas en algunas que en la actualidad son tendencias (como sucede con la yerba mate). De baja a mediana intensidad y con poco nivel de tecnología.

2.      Actividad económica secundaria escasa, con poca tecnología y medianamente competitiva.

3.      Recursos naturales ociosos, mal o utilizados de forma ineficiente.

4.      Recursos humanos (mano de obra) sin utilizar, con regular especialización y/o medianamente productivos.

5.      Población mayormente urbana y/o tendiente a serlo aún mayor, con una cantidad significativa de personas desocupadas o sub ocupadas.

6.      Escasos recursos de financiamiento para ampliar/mejorar/comenzar un nueva actividad primaria y secundaria.

 

De manera complementaria, ante las características anteriormente mencionadas, consideró que surgen una serie de consecuencias que a continuación enumeró:

“En primer lugar, debido al continuo crecimiento de la población, tenemos una cantidad creciente de demanda de trabajo, y debido al estancamiento de la actividad primaria y secundaria no se van generando nuevas fuentes de trabajo, por lo cual hay un creciente número de desocupados o de personas que se ven obligadas a migrar de nuestro pueblo”, dijo.

 

“En segundo lugar, consecuencia de la regular y estancada actividad económica local (primaria y secundaria), existe un monto moderado de ingreso de divisas al municipio y que estas vuelven a salir muy rápidamente generando así un desfinanciamiento del sector productivo e imposibilitándolo de crecer. Hay una falta de financiamiento para inversiones”, precisó el ingeniero.

 

La moderada actividad económica también repercute en las economías familiares generando una modesta calidad de vida de las familias de municipio en promedio. También repercute en la economía del municipio con un limitado ingreso de divisas de fuentes locales.

 

“Por lo antes expuesto vemos que muchos de nuestros problemas, como puede ser la falta de empleo, la baja calidad y estabilidad de los empleos, moderada calidad de vida de las familias, ingresos locales del municipio y otras están directamente relacionados con la actividad económica, principalmente la primaria y secundaria mientras que la terciaria suele acomodarse con facilidad al ritmo de marcha de las dos primeras”, aseguró Nonenmacher.

 

 

¿Cómo se puede mejorar la actividad económica local?

Para el profesional, en la producción primaria existe una gran demanda de productos, principalmente del sector alimentos, como ser la palta, batatas, las nueces, el jengibre, la cúrcuma, poroto soja y otros. También del sector de los aceites esenciales, medicinales y cosmética. O de los diversos productos que se producen en la provincia pero en forma orgánica como yerba y te.

 

“En el sector de producción secundaria (industria), siempre hay una gran demanda de alimentos elaborados, también en el sector de los muebles hay una gran demanda y es un sector que tenemos materia prima. Solamente hay que organizar la producción y encontrar en canal de comercialización viable a tal fin”, resume Nonenmacher.

 

Frente a este escenario, consideró que para mejorar la actividad economía hay tres vías: hacer nuevas producciones, ampliar las existentes y mejorar la eficiencia, para hacer más competitivas las producciones.

 

·         Nuevas producciones

Esta área está enfocada a nuevas producciones con valor agregado. “Lo de nuevas producciones es relativo, dado que en muchos casos ya son producciones que se hacen a pequeña escala en 25 de Mayo y otras en otros lugares de la provincia/región que tienen comprobada su viabilidad. Por ejemplo, puedo poner la producción de palta, jengibre, cúrcuma, moringa, batata y otras más que se irán evaluando a su debido momento. Pero si existen varias producciones que cumplen con estas condiciones iniciales para ser consideradas viables por las condiciones climáticas se pueden producir, existe una demanda en el mercado y se pueden producir de forma competitivas (en precio-calidad-volumen)”.

 

·         Incrementar las producciones existentes

La ampliación de varias producciones (primarias o secundarias) que ya se producen en la zona, que por uno o más “factores cuello de botella”, no se logra alcanzar el volumen de su potencial. Tal es el ejemplo de la piscicultura, apicultura, lechería, carpintería/la industria de la madera y otros tantos. “Prácticamente podríamos nombrar todas las actividades bajo esta nomina porque todas están en un volumen por debajo de su potencial, tanto en volumen de producción, calidad y valor agregado. Pero está claro que tratar de trabajar sobre todas a la vez sería inviable, entonces se debería enfocar los esfuerzos en un grupo seleccionado de actividades que con pequeños aportes se podría hacer una diferencia importante (costo/beneficio)”, recomendó el ingeniero.

 

·       Eficiencia y competitividad

Sobre este punto, indicó que es necesario “implementar mejoras tanto en la producción primaria o secundaria para mejorar diversos aspectos de estas mismas, como preservación de los recursos naturales (bosques, suelo, agua), disminuir el impacto, mejorar la eficiencia y la seguridad en el trabajo, bajar costos de producción, aumentar los volúmenes y calidad de los productos finales. Es un enfoque de mejoras bastante amplio/inclusivo/futurista dado que trata de englobar a todo el entorno a la producción como ser recursos naturales-trabajadores y familia-empresas-producto-calidad-precio-mercado-consumidor y en este paso volverse más competitivos”, explicó.

 

La competitividad es la clave de toda producción exitosa, debido al mercado globalizado se puede tener acceso a cualquier mercado mundial prácticamente, entonces la pregunta no es ¿si hay mercado o demanda? Sino si podemos producir en cantidad-calidad-precio para poder llegar al mercado y poder competir con otros que ofrecen los mismos productos. Bien que hablamos cuando hablamos de ser competitivos, básicamente nos enfocamos en dos aspectos fundamentales que son calidad y precio (también hay otros factores complementarios) de un determinado producto y segmento de mercado.

 

Para mejorar la competitividad hay cuatro áreas fundamentales en la que considera se deberían trabajar: asistencia técnica, uso de la tecnología, producción con valor agregado, mercado selectivo.

 

Aspectos técnicos: es necesario que estos aspectos sean estudiados para cada producción. “Así como hay muchos ejemplos de buenas prácticas, la realidad demuestra que en promedio las calidades de estas son regulares, tanto en cuidado de los recursos naturales, seguridad y eficiencia del trabajo, costos de producción, calidad de los productos finales y otros.  En este aspecto la clave es la capacitación (de los productores y también de la educación técnica), demostración de producciones ejemplares y la inclusión de las nuevas generaciones en las actividades productivas”, indicó el ingeniero.

Uso de la tecnología: es imperante la inclusión de las nuevas tecnologías para poder producir y tener posibilidades de competir en el mercado, la tecnología viene a aumentar la productividad, mejorar e unificar la calidad y a aliviar carga de trabajo.

“Estas tecnologías deben ser aplicadas tanto en la parte de producción primaria, que sería básicamente en la mecanización de tareas y en la producción secundaria en la mano factura de materiales”, precisó.

 

Valor agregado: este aspecto tiene dos ventajas importantes: por un lado, permite generar mayor cantidad de mano de obra local y también de divisas. En segundo lugar, permite controlar la calidad-precio final de los productos y así poder asegurar una posición sólida en el mercado.

“El dar valor agregado es la última etapa en una cadena de producción la cual debe producir la/las materias primas en cantidad y calidad para esta última etapa”, remarca el ingeniero.

 

Mercado selectivo: la ventaja de apuntar producciones/productos a estos tipos de mercados es que existen una demanda, y una oferta escasa o prácticamente inexistente. “Por ejemplo, hoy podría nombrar el maíz y la soja para consumo humano”.

Los tres puntos fueron analizados por separado para aclarar que competencias pertenecen a cada uno, pero en una misma producción puede darse uno, dos o los tres aspectos como un conjunto, aclara Sergio Nonenmacher.

 

 

El rol del Estado en la producción

La producción y todas las actividades relacionas a esta, incluso el manejo de los recursos naturales como el suelo y el agua, están a merced a las decisiones del sector privado. Sin embargo, lo que allí sucede es de un crucial interés público, por el impacto (positivo o negativo) que esos pueden causar las sociedades y sus miembros en el presente y también a futuro.

 

En este punto, para el profesional surgen dos aspectos a considerar:

1-      ¿Cuál es el deber del Estado para intervenir en estas cuestiones?

2-      ¿Hasta dónde el Estado debe interferir para no sobrepasar el límite de lo privado?

 

“Las respuestas pueden ser amplias y variadas, pero claramente deben responder a un fin objetivo, que dependería de cuál es el rol que pretendemos que cumpla el Estado o la parte de producción (empresas). En concordancia con lo antes expuesto de esta dicotomía y el interés público inherente en la parte productiva, considero en lo personal que el Estado debiera asumir el rol de incentivar la producción (brindar capacitación técnica, ayuda financiera, otras), generar condiciones para favorecer la parte productiva (orientar al que producir, favorecer la creación de asociaciones/cooperativas, otras), crear un ambiente de estabilidad económica/impositiva/jurídica para los productores. Con seguridad las personas del ambiente político dirán que es eso lo que están haciendo y en parte tienen razón”, remarca el ingeniero. Aunque aclaró que esto sería solo en parte, ya que “la evidencia demuestra y está a la vista, que lo que se está haciendo es casi inútil para cambiar la inercia de nuestro sector productivo y que a través de él crear empresas solidas que puedan generar empleos de calidad donde los trabajadores y sus familias puedan mejorar su calidad de vida”, dijo.

 

 

Financiación a la producción

Otro capítulo que analiza el profesional en su informe tiene que ver con el financiamiento para proyectos productivos. “Siempre cuando se habla de la parte productiva, sea desarrollar algo nuevo, expandir o mejorar la producción, nos encontramos con un gran cuello de botella que se plantea donde hace falta inversiones. En este punto surge la gran pregunta ¿quién financiará estas inversiones necesarias?”.

 

La respuesta a este interrogante no es simple ni tampoco única. Reflexionó el profesional que “en los últimos 40 años en nuestro municipio o provincia hubo múltiples líneas o programas de financiamiento a la producción, entonces ¿qué paso con esta financiación/inversión que se hizo durante todos estos años?, ¿qué resultados produjo?, podemos citar algunos ejemplos positivos y exitosos, pero también vemos que gran parte de esos recursos financieros  simplemente se diluyeron sin dejar resultado o cumplir con su propósito. Entonces el acceso a la financiación no es el principal problema de la producción, sino generar una política productiva integrada, eficiente y perdurable en el tiempo es indispensable para que esos recursos financieros tengan un terreno propicio para dar los resultados a los cueles fueron asignados”.

 

Para el ingeniero, la cuestión central de este tema, podría ser resuelto de tres formas posibles:

1-      Financiación gubernamental: a través de los diferentes programas.

2-      Autofinanciación: que los mismos productores aporte parte o la totalidad de la inversión, también los autofinanciados con la propia producción.

3-      Financiación externa: a través organismos externos como por ejemplo el programa de las naciones unidas para el desarrollo (PNUD), fundaciones, socios estratégicos, etc.

 

Integración productiva

El desarrollo del sector productivo es un factor clave para incrementar la competitividad de una región, acelerar su crecimiento económico sostenido en el largo plazo y mejorar las condiciones sociales a través de la generación de empleo y riquezas. En ese contexto, el profesional consideró que “debemos delinear las políticas productivas de nuestro municipio o región. Para ello, debemos determinar de qué aspectos hablamos cuando nos referimos a política productiva, podríamos citar algunos de ellos como por ejemplo la organización de la producción, aspectos técnicos o tecnológicos, gestión de recursos (naturales-humanos-financieros) y otras que podríamos enumerar, como ser la organización de la producción”, indicó finalmente.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

 

 

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