El INYM homenajeó a Mario Basilio Novosak como Buen Productor Yerbatero 2020

El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Juan José Szychowski, entregó hoy (12 de abril de 2021) el reconocimiento como Buen Productor Yerbatero 2020 a Mario Basilio Novosak, quien aplica prácticas conservacionistas en diez hectáreas de yerba mate, logrando un rendimiento promedio de 10 mil kilos de hoja verde por hectárea, tanto en lotes que tienen más de 90 años de vida como en otros más recientes.

 

El reconocimiento fue otorgado en la propia chacra de Mario Basilio Novosak, en Guaraní, con la presencia de referentes del sector productivo, como los directores por la Producción en el INYM, Nelson Dalcolmo, Jonás Petterson y Claudio Marcelo Hacklander; los dirigentes agrarios Hugo Sand y Cristian Klingbeil, de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones; los cooperativistas Luis Mancini, de la Cooperativa Agropecuaria e Industrial Yapeyú; Ernesto Wereszczuk, de la Cooperativa Picada Libertad; Sergio Bazila y Fabián Artyszczuk, de la Cooperativa Elaboradores de Te de Guaraní; el concejal Emanuel Pérez y el intendente local Miguel Ángel Vargas.

 

Mario Basilio Novosak

 

En la galería de la vivienda familiar, Mario Basilio Novosak, junto a su esposa Marta Teresa Titus y al hijo Matías Facundo, recibieron primero un diploma de manos de los directores de la Producción, y luego la placa de reconocimiento otorgada por el Presidente del INYM. “Este es apenas un gesto simbólico que intenta devolver algo de lo mucho que nos dan los productores”, dijo Szychowski en el lugar, al tiempo que destacó que “el primer homenaje tiene que ser para la mujer, que todos los días acompaña al hombre en la chacra, y en este caso está a la par de un productor eficiente que es un verdadero ejemplo, que produce yerba mate cuidando el medio ambiente”.

 

Las primeras hectáreas de yerba mate fueron plantadas por los abuelos de Mario Basilio Novosak, inmigrantes ucranianos, en el año 1922, y son tan productivas como los lotes implantados en los últimos años gracias a las prácticas conservacionistas que aplica, como caminos empastados que evitan la erosión y retienen el agua en la chacra, cubiertas verdes para la fertilidad del suelo, incorporación de árboles nativos y cortes adecuados a la edad de las plantas. De esta manera, año a año viene incrementando el rendimiento de la cosecha: en el 2001 logró 69.790 kilos de hoja verde en las 10 hectáreas de yerba mate y el año pasado, 100 mil kilos.

 

Todos los trabajos en la chacra son realizados por la familia.

 

Mario Basilio Novosak se destaca además por generar cubiertas verdes a partir de un puñado de semillas que recibió de un vecino. Actualmente tiene todo el suelo del yerbal con mucuna enana, poroto sable, crotalaria y vegetación espontánea, que maneja con motoguadaña, minimizando el uso de herbicidas.

 

 

Este productor también es reconocido entre los vecinos de Guaraní por su generosidad, ya que comparte semillas y apoya eventos solidarios comunitarios.

 

“El mejor productor no es el que cosecha más, sino el que cosecha mejor. Novosak reúne todas las condiciones que nos gustaría ver reflejadas en todos los yerbales porque logra con su trabajo una producción sustentable en el tiempo y en equilibrio con la naturaleza”, manifestó por su parte Nelson Dalcolmo.

 

“Cuando la plantación era nueva, toda la yerba era linda, pero después, con mucha rastra de disco, con las lluvias que erosionan el suelo descubierto, empezamos a sacar muy pocos kilos de hoja… y en las charlas que dan los técnicos aprendimos que había otras técnicas, entonces empecé lentamente primero a empastar caminos y a usar cubiertas verdes, con poroto sable y avena, y después poroto mucuna”, contó Mario Basilio Novosak.

 

“Hoy tengo rendimientos similares tanto en el lote que plantaron mis abuelos como en los otros más recientes; saco más de 100 mil kilos en las 10 hectáreas, en algunos cuadros unos 15 mil kilos y otros un poco menos, que es donde estoy trabajando ahora para emparejar, para sacar el mismo kilaje”, continuó. “Es cierto que todo esto es mucho esfuerzo, porque se hace con mano de obra familiar, pero vale la pena, me gusta la chacra, esto es toda mi vida, y estoy muy contento, sorprendido con este reconocimiento del INYM que para mí es muy importante, la visita de hoy es lo máximo que puede pedir un colono chico como yo, estoy muy emocionado y agradecido”, expresó.

 

 

Además de la esposa y el hijo ya nombrado, la familia de Mario Basilio Novosak se completa con otros dos hijos: Marina Gisel y Marcelo Basilio. “Todos estudiaron, la nena es Bioquímica, Marcelo es Contador Público y Matías está haciendo la carrera de Profesorado de Biología y Tecnicatura en Gestión Ambiental, y este es el que se va a quedar a vivir acá, con lo que se completan cuatro generaciones Novosak en la misma chacra”, concluyó el anfitrión. Todas las generaciones, con la yerba mate como principal producto de subsistencias.

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