¿Cómo curar un mate nuevo de madera o de calabaza?

Existen millones de técnicas para curar el mate de acuerdo a la tradición, la cultura y el lugar. Los mates bien curados quedan mucho más ricos.

 

En la Argentina existen distintos métodos para curar el mate que están relacionados con la tradición, la cultura, la comodidad y lo que se pueda conseguir para realizarlo. Esto sirve para lograr el rendimiento del recipiente y que dure mucho tiempo en buen estado. Además, son muchos más ricos.

 

Se llama “curar” al procedimiento por el que se prepara cualquier tipo de recipiente para que pueda empezar a usarse correctamente. El curado permite sellar los poros del material orgánico del recipiente y, en el caso de los mates de madera o de calabaza, evitar que el recipiente perjudique el buen sabor de la infusión.

 

Se deben curar solamente los de materiales orgánicos, como la calabaza, la madera o los de cuernos y pezuñas de animales. Esto es porque después de usarlos, tardan en secarse, se corre el riesgo de que se genere moho en su interior. El curado ayuda a que se sequen más rápido y así evitar los hongos.

 

En cambio los de metal, de vidrio, de cerámica, de silicona o de plástico no necesitan curarse porque los materiales con los que están hechos no son porosos.

 

Si el recipiente se va a destinar a cebar mate amargo, necesitará un método, y si se va a destinar a mate dulce se elegirá otro. Otras variantes tienen en cuenta si el cuenco es de calabaza o de madera.

 

Cómo curar un mate amargo:

 

Lo primero que hay que hacer es lavar por dentro el recipiente que se hace con agua caliente, preferentemente hervida pero enfriada hasta 80 grados y sirve para desinfectar y eliminar bacterias, polvo y fibras. Luego, llenarlo con yerba. Algunas personas recomiendan poner yerba usada de otro, porque tiene menos polvo. Pero también se puede hacer con yerba nueva.

 

La yerba va a absorber lo que quedó de agua después del lavado. Esperar a que “se hinche”, es decir que haya absorbido el agua y agregar más agua tibia de a poco hasta que la superficie quede húmeda. Cuando la yerba haya hinchado nuevamente volver a agregar agua hasta que se absorba otra vez. Se puede repetir esto dos o tres veces hasta que la yerba llegue al tope del recipiente. Si faltó yerba agregar más, ya que no debe quedar flotando en el agua.

 

Dejar en reposo durante 2 días. Ahora dejar ese mate en un lugar seco durante dos o tres días, en los que se deberá agregar el agua necesaria para que la yerba siempre permanezca húmeda. Lavar y usar. Al término de dos o tres días, la curación estará finalizada y el mate habrá quedado listo para ser usado.

 

Cómo curar un mate dulce:

 

Al igual que el mate para amargos, hay que lavar por dentro el recipiente. Luego, echarle azúcar. Dos cucharaditas son suficientes pero depende del tamaño del recipiente. Si es necesario, agregar más. Tapar con la mano la entrada del mismo y agitarlo para que el azúcar se pegue a las paredes. Dejar secar con el azúcar. Esperar unas horas hasta que el azúcar se haya secado y dejado una capa que cubre las paredes del mate.

 

Quemar con carbón. Cuando esté seco, echar dos brasitas pequeñas de carbón caliente, cubrir la boca del mate con la mano usando un repasador para no quemarse y agitarlo hasta que las brasas se apaguen.

 

Repetir la operación. Este paso no es obligatorio pero es bueno repetir los pasos 2, 3 y 4 para asegurar una curación mejor. Ponerle yerba. Enjuagarlo con agua caliente, llenarlo con yerba nueva, humedecer la yerba agua tibia para que hinche y dejarlo así toda una noche.

 

 

Fuente: Radio Mitre

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