En diálogo con Misiones Online, Felicitas Maidana, a 8 años del femicidio de su hermana menor, recordó a Lucia Maidana como una persona maravillosa, “era nuestro todo”.
Lucía era una estudiante de Comunicación Social que fue violada, asesinada y posteriormente calcinada en su departamento en Villa Urquiza de la ciudad de Posadas. Debido al fuego, los investigadores no pudieron rescatar las evidencias necesarias.
Aún no se han identificado responsables. Gracias a estudios de ADN, la única certeza que se tiene hoy es que quien cometió el asesinato es el mismo que violó a otras dos víctimas en Posadas.
En ese sentido, Felicitas, la hermana de Lucía comentó: «Hoy se comunicó conmigo una chica que había sido víctima de un robo. Vive exactamente enfrente del departamento que yo alquilaba con mi hermana. Ella tiene miedo, no sé si se relacionan los hechos pero hay un loco suelto, que va a seguir atacando.»
Felicitas expresó sus ganas de salir adelante, pero para ello es necesario que se haga Justicia. «Al estar en el interior no estamos tan encima del juzgado, como si lo estábamos los primeros años.» También hizo referencia al “gran trabajo” y ayuda que le brinda constantemente la abogada de la familia, Roxana Rivas. “Sin ella estaríamos súper desconectados del caso.”
“A nosotros nos cuesta responder algunas preguntas que le corresponde responder a la Justicia. Ellos no dan notas, no explican, no hacen nada para responder las preguntas que la misma sociedad le solicita.”
Hasta el momento, solamente hubo un sospechoso del crimen de Lucia Maidana, Nicolás Sotelo. “No sabemos si fue o no Sotelo, el ADN está pero no sabemos quien es el dueño de ese ADN.”
Por último, compartió el recuerdo de su hermana, resumido en “ella era nuestro todo”. “Nos hace mucha falta, es muy difícil poner una palabra para describirla, pero que era nuestro todo” cerró.
El crimen de Lucía Maidana habría sido perpetrado por un violador serial
Pese a que todavía la Policía no tiene sospechosos, no descartan que haya sido el mismo que violó y mató a la joven estudiante en abril del 2013. El modo de golpear para desvanecer a la víctima es casi el mismo. La referencia es para el caso ocurrido una madrugada de enero en el 2016 cuando una joven de 19 años fue violada en su casa en pleno centro posadeño.
Se supo que el delincuente además de golpear a la joven con un ladrillo la intimidó con un cuchillo. Al parecer habría incluso material fílmico ya que la víctima entre vagos recuerdos, asegura que pudieron haberla filmado mientras era sometida sexualmente.
El caso tuvo lugar en un inquilinato del centro de Posadas, precisamente por calle San Luis entre Catamarca y Entre Ríos. Una joven de 19 años, que estudia portugués en la facultad de Humanidades y sería oriunda de Eldorado, fue sorprendida por un hombre que con un golpe en la cabeza empleando un ladrillo casi la desmaya y después abusó de ella.
La denuncia ya fue radicada y la muchacha, cuyos datos se preservan, declaró ante el juez Ricardo Balor. La causano avanzó, pero hay partes de la investigación que no pueden obviar que utilizaron el mismo modus operandi en el caso de Lucía Maidana, golpeada, violada y luego quemada dentro de su departamento sobre calle Estado de Israel al 3495 del barrio Villa Urquiza, el 6 de abril de 2013.
También hay otros antecedentes en el centro y uno cerca de La Rotonda de Posadas. Fueron casos denunciados pero que nunca tuvieron esclarecimiento. A principios del 2015 la Policía investigó por unos cuantos meses varias denuncias que hablaban de hombres intimidar a chicas estudiantes en cercanías a los inquilinatos. Nunca nadie fue detenido pero temen que sea el mismo y que comenzó a actuar otra vez.
La abogada también apunta a que se trata de un violador serial
Roxana Rivas, abogada de la familia de Lucía Maidana, detalló que la causa no se movió más en los últimos 4 años, es por ello que hasta el momento continúa sin haber un responsable del aberrante femicidio ocurrido en Posadas en 2013. “A esta altura ya no tenemos ningún sospechoso”, comentó la abogada.
Roxana Rivas – Misiones Online
Lucía Maidana era una estudiante de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) oriunda de Capioví, que fue asesinada a golpes en el departamento que alquilaba, sobre calle Estado de Israel al 3.400, en el barrio de Villa Urquiza. Su cuerpo fue hallado sin vida el 6 de abril del 2013 en su habitación, luego de que se registrara un incendio.
Si bien en principio se pensó que la muerte fue causada por el fuego y el monóxido de carbono, la autopsia reveló que Lucía fue violada y luego asesinada a golpes en la cabeza.
Rivas manifestó que “lo que más conmociona a la sociedad es que no solamente la asesinan, y la agreden sexualmente, sino que prenden fuego la habitación en la que ella vivía para borrar todas las pruebas que estaban en su cuerpo”, al mismo tiempo recordó que se pudo constatar posteriormente que el mismo agresor había cometido otros delitos similares vinculados a cuestione sexuales, lo que daba cuenta de que se trataba de un violador serial.
Esta afirmación se basa en que además del caso de Lucía que tuvo un desenlace fatal, hubo otros dos casos relacionados y denunciados con el mismo agresor, con la diferencia de que no terminaron en femicidios. Esto fue corroborado a través de las muestras de ADN que se sustrajeron del cuerpo de la estudiante de Comunicación Social y que quedaron en el expediente y que posteriormente fueron cotejadas con muestras obtenidas en otros casos de violencia sexual.
No obstante, a pesar de que se tiene el ADN del agresor no se pudo establecer a quien pertenece, tras 8 años de ocurrido el femicidio. En ese sentido la letrada manifestó que la investigación quedó “bastante estancada”, luego de que se siguieran varias pistas que no llevaron a ningún lado. De esta manera reveló que en los últimos cuatro años no hubo ningún movimiento en la causa.
“No hubo ninguna novedad porque todo lo que se pudo investigar fuera de lo que es la investigación más científica, como el aporte de testigos o tratar de identificar quien pudo haber estado cerca, hasta la existencia de un sospechoso que estuvo atado a la causa, no se pudo avanzar de ahí (…) a Sotelo nunca se lo pudo vincular al hecho concreto porque fue descartado por el ADN”, explicó Rivas.
En ese sentido, la abogada manifestó que en su momento se pensó que el único sospechoso de la causa pudo haber sido el entregador: “Se había encontrado la llave que era de la casa de Lucía, la entrada no fue forzada para ingresar, por eso se pensaba que fue alguien que contaba con una llave o era algún conocido. Además, desde el entorno de Sotelo afirmaban que el mismo ofrecía las llaves de las chicas para que entren a robarles”.
Sin embargo, la letrada manifestó que todas las hipótesis que había en torno al caso se cayeron cuando se demostró que se trataba de un violador serial, característica que afirmó lo hace aún más peligroso todavía. En ese aspecto consideró que por las víctimas que fueron elegidas por este individuo se trataría de alguien relacionado con el entorno de la UNaM.
Sobre los otros casos de agresión en el que participó el femicida de Lucía, Rivas señaló que al tratarse de casos privados, ni siquiera pudieron hablar con las víctimas, y tampoco los jueces que llevaban las causas e integraron la investigación.
“La familia no tiene los recursos para iniciar una investigación privada, por eso lo que nosotros fuimos aportando en su momento era lo que contaban los testigos. Pero esa investigación fuerte que tenía que haber hecho la policía y los jueces no la hicieron, por eso la causa no se movió más”, sostuvo la abogada.