Rubén Magnano, el DT que supo brillar en un equipo de básquet misionero ingresará al salón de la fama de la FIBA

El director técnico que logró el ascenso a la Liga Nacional de Básquet con Luz y Fuerza y luego ganara casi todo con la Selección Argentina fue seleccionado hoy para ingresar al Salón de la Fama de la Federación Internacional de Básquet (FIBA). Se trata de Rubén Magnano, que además de haber ganado una medalla de oro olímpica y un subcampeonato mundial, dirigió al equipo que pasó a la historia por ser el primero en ganarle a un seleccionado NBA de Estados Unidos, primero en un mundial y luego en un juego olímpico.

 

El ingreso oficial del entrenador cordobés al salón que reúne a las grandes estrellas de la historia del básquet mundial se celebrará el 18 de junio de manera virtual por el coronavirus.

 

Magnano comenzó a hacerse un nombre propio en el mundo de la pelota naranja por su desempeño como asistente técnico en las divisiones inferiores de la selección juvenil y DT de Atenas de Córdoba, pero el verdadero reconocimiento a escala nacional le llegó en Misiones, cuando condujo a Luz y Fuerza al ascenso a la Liga Nacional en la temporada 94/95 y lo llevó en la temporada siguiente a ser el equipo revelación.

 

El antecedente de Luz y Fuerza catapultó al entrenador cordobés a la elite del básquetbol argentino, donde se lo disputaban los mejores equipos y se convirtió en uno de los más ganadores: con Atenas de Córdoba consiguió cuatro títulos de Liga Nacional (1992, 1998, 1999 y 2009), dos de Liga Sudamericana (1993 y 1994), dos del Sudamericano de Clubes (1997 y 1998) y un Panamericano de clubes en 1996.

 

Los sucesivos campeonatos conseguidos a lo largo de los noventa lo llevaron a conducir la Selección Nacional en el surgimiento de la Generación Dorada a la que llevó a sus mayores logros.

 

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Con jugadores como Emanuel Ginobili, Fabricio Oberto, Andrés “Chapu” Nocioni, Luis Scola, “Pepe” Sánchez, entre otros, protagonizó uno de los mayores batacazos de deporte mundial al eliminar al todo poderoso seleccionado de Estados Unidos del mundial de Indianápolis, jugado en 2002, donde el equipo argentino se quedó con el segundo puesto luego de una final para el infarto que terminó en manos de la Yugoslavia en la que brillaban Dejan Bodiroga, Pedraj Stojakovic y Vlade Divac.

 

Pero el máximo logro llegaría dos años después, en las olimpíadas de Atenas, en las que Argentina se tomó revancha contra Yugoslavia, volvió a eliminar a un equipo de Estados Unidos integrado por jugadores de la NBA y se quedó con la medalla de oro luego de vencer en la final al equipo francés liderado por Tony Parker.

 

Ascenso, revelación y desaparición

 

El 15 de junio de 1995, el club Luz y Fuerza de Posadas se consagraba campeón del Torneo Nacional de Ascenso (TNA), tras vencer en la final a Mendoza de Regatas, y ascendía a la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo “eléctrico” militó una temporada en la máxima categoría del baloncesto argentino, donde terminó 9º, y luego de una ruptura dirigencial, desertó del campeonato siguiente, quedando dicha plaza en manos de Estudiantes de Olavarría.

 

El proyecto deportivo de Luz y Fuerza nació en 1989, con la intención de todo equipo, que aspira a llegar lo más lejos posible. De la mano de Juan José Diéguez, el equipo posadeño jugó el certamen local, provincial y Liga C (hoy Argentino de Clubes).

 

A mediados del ’91 Luz y Fuerza deja de hacer de básquet, para volver al año siguiente, donde asciende a la Liga B.

 

En la temporada 93/94, ya en el TNA, el equipo «eléctrico» cumple un destacado papel bajo la dirección técnica de Dante Collavino.

 

Viene Rubén Magnano

 

Para la temporada 94/95 del TNA, la dirigencia de Luz y Fuerza consigue la llegada del entrenador, Rubén Magnano, quien ya venía con sus buenas referencias de ser asistente técnico en la selección argentina juvenil.

 

El cordobés toma las riendas del equipo, y con el aporte de experimentados jugadores, llegan a la final del certamen, donde se encuentran con el duro Mendoza de Regatas. Luz y Fuerza gana la serie decisiva 3-2, y sube a la Liga Nacional.

 

En el arranque del certamen, Luz y Fuerza ya se perfilaba como revelación, tras empezar ganando las dos primeras fechas de visitante, ante Estudiantes de Bahía Blanca y Gimnasia de Comodoro Rivadavia, respectivamente. En uno de los partidos más recordados, el equipo de Magnano había vencido a Atenas de Córdoba 99-91, en un colmado polideportivo «El Zaimán».

 

El puertorriqueño Jerome Mincy era una de las armas claves del elenco posadeño, pero una lesión en uno de sus dedos lo abligó a dejar las canchas algunos partidos, y él se le sumó otro lesionado, el norteamericano, Herb Blunt.

 

Con algunas falencias, Luz y Fuerza no fue el mismo de la primera rueda, y no alcanzó a clasificar a los playoffs.

 

En esa temporada, el campeón fue Olimpia de Venado Tuerto tras derrotar en la final a Atenas. El equipo “eléctrico” terminó con un 9º puesto, nada despreciable, si se tiene en cuenta que era su primera experiencia.

 

Y fue la única, ya que por una ruptura dirigencial, Luz y Fuerza desertó del siguiente torneo. Su plaza fue adquirida por Estudiantes de Olavarría.

 

A partir de ahí, Luz y Fuerza “desapareció” y sólo quedó en el recuerdo del pueblo misionero, principalmente de aquel, que por unos años se sintió “hincha eléctrico”.

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