Endometriosis: la importancia de enterarse a tiempo

La endometriosis afecta a 1 de cada 10 personas con útero en todo el mundo y en Argentina, la padecen 1 millón de mujeres

 

La endometriosis es una enfermedad que padece gran parte de la población mundial, a pesar de que todavía haga falta sembrar consciencia al respecto.

 

Uno de los peligros de esta patología es la falta de diagnóstico temprano: la endometriosis puede tardar hasta 10 años en diagnosticarse, por su sintomatología diversa y en algunos casos silenciosa. A veces duele, otras no, es crónica y no tiene un tratamiento específico.

 

Hay, sin embargo, dos elementos clave: el dolor intenso durante el período menstrual, y la infertilidad. “El 35% de las pacientes estériles presentan endometriosis. Y aunque están íntimamente relacionadas, científicamente todavía no se pudo determinar si esta es una causa o una consecuencia de la infertilidad”, explica Bárbara Lotti, tocoginecóloga especialista en infertilidad y reproducción asistida de IVI Buenos Aires.

 

La endometriosis consiste en la presencia de endometrio, que es el tejido que reviste el útero en su interior y que se descama cada mes con la menstruación, fuera de su localización habitual dentro del útero. Lo más frecuente en las mujeres que padecen la enfermedad es la presencia de este tejido endometrial en los ovarios, trompas de Falopio, ligamentos que sustentan el útero, o revestimiento de la cavidad pélvica o abdominal. Los dolores que provoca tienen que ver con que se trata de un tejido sensible a los cambios hormonales que se producen con la menstruación.

 

Algunas señales a tener en cuenta

Si bien los síntomas difieren en cada paciente que la padece, hay algunas señales visibles que permiten encender las alertas y recurrir a los controles necesarios. La primera tiene que ver con la aparición del dolor en algunas ocasiones:

  • Durante la menstruación
  • En relaciones sexuales
  • Al orinar
  • Dolores pélvicos crónicos

O bien la presencia del sangrado:

  • Durante relaciones sexuales
  • Al orinar o defecar

 

dolor de ovario

A su vez, no a todas las mujeres les afecta de la misma manera. Una serie de características o experiencias dan cuenta de una mayor vulnerabilidad ante la enfermedad:

  • Primera menstruación a edad temprana
  • Ciclos menstruales más cortos de los 28 días habituales
  • Menstruaciones más abundantes
  • Antecedentes familiares de endometriosis
  • Antecedentes de cirugías como por ejemplo una cesárea
  • Embarazos a mediana edad o no haber pasado por un embarazo

 

 

Detección a tiempo y tratamiento

Según los datos que registra la Sociedad Argentina de Endometriosis, la edad promedio de diagnóstico es de 28 años. “Esto quiere decir que la enfermedad puede diagnosticarse tras años de permanecer en el cuerpo, lo cual sucede muchas veces por una falta de información sobre la importancia de realizar los controles para detectar a tiempo la enfermedad”, aclara Lotti.

 

El año pasado la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la Ley 6.360 en la que declararon “de interés socio-sanitario” la “visibilización y el abordaje integral de la endometriosis con perspectiva de género y un enfoque de derechos”. Con esta normativa, los legisladores y legisladoras consideraron que la enfermedad afecta la calidad de vida y posibilidades de desarrollo de las personas que la padecen, por lo tanto, se trata de una problemática social, de interés público. “Establecer criterios unificados que favorezcan la detección temprana, la atención oportuna e interdisciplinaria, la derivación y el seguimiento de la enfermedad”, son los objetivos particulares de la Ley.

Si bien no existe una cura para la enfermedad, existen tratamientos para minimizar los efectos, a través de distintos medicamentos para reducir el dolor, la resección quirúrgica de quistes o implantes endometriales localizados en diferentes partes de la cavidad abdominal.

Endometriosis y maternidad: una combinación posible

 

La endometriosis ocasiona infertilidad por distintos mecanismos. “Puede alterar la implantación del embrión en el endometrio, que es la parte del útero donde los embriones se tienen que implantar y crecer, lo que también podría dificultar el embarazo. Además puede producir una alteración u obstrucción de la trompa de Falopio impidiendo de esta forma su correcto funcionamiento.

 

Y finalmente porque las pacientes con endometriosis sufren alteraciones en la calidad o en la cantidad de los óvulos y hay numerosos estudios que determinan que una menor calidad de los ovocitos repercute en menores tasas de fecundación y también en el desarrollo de embriones de menor calidad, lo que provoca menores tasas de implantación”, explica la doctora Lotti.

 

Sin embargo, la maternidad en pacientes con endometriosis es posible. “Quienes deseen ser madres con sus propios óvulos, es conveniente que preserven su fertilidad a una edad temprana, a través de la vitrificación de ovocitos que es un proceso accesible y sencillo que puede prevenir problemas a futuro”, agrega la especialista.

 

embarazo

El año pasado, la doctora Ana Cobo, directora de la Unidad de Criobiología de IVI Valencia, publicó un estudio que demostró la idoneidad de vitrificar ovocitos en pacientes con endometriosis para preservar su fertilidad. En los casos en los que se precisaba cirugía ovárica, las mayores tasas de éxito se observaron cuando se vitrificaron los ovocitos previamente a la cirugía, especialmente en pacientes menores de 35 años. “Esto es porque aún en manos muy expertas, la quistectomía puede provocar una disminución de hasta el 40% en los niveles séricos de AMH, lo que refleja una afectación significativa de la reserva ovárica como consecuencia de la técnica quirúrgica en sí, o porque además de escindir el quiste, también se puede retirar tejido sano de manera involuntaria”, aclara Lotti. Desde IVI Buenos Aires, editaron una Guía digital y gratuita para informar y concientizar sobre esta enfermedad

 

 

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