Se fueron de vacaciones y volvieron sin su hija: la adolescente murió por peritonitis y denuncian mala praxis

La joven de 16 años fue derivada al hospital María Auxiliadora, de la localidad correntina de Saladas, donde le dijeron que se trataba de una infección urinaria y que se recuperaría, pero murió a los tres días.

 

María Cristina Retamozo (38) y Ricardo Alberto Galarza (41) son de Santa Rosa, Corrientes, pero viven en la localidad bonaerense de Tigre. En enero pasado decidieron regresar a su pueblo junto a su hija Milagros para pasar unos días de vacaciones en familia, pero el tan anhelado descanso se convirtió en una pesadilla.

 

Todo comenzó en la madrugada el 31 de enero a la madrugada. Ese día Milagros se empezó a sentir mal, tenía un dolor en el costado del abdomen y vómitos; la llevaron al hospital municipal y de allí la derivaron al hospital María Auxiliadora, de la localidad correntina de Saladas. Allí la doctora que los atendió les dijo que no era nada grave y que se recuperaría con antibióticos.

 

«La médica nos dijo que los síntomas podrían ser de apendicitis y que nos iba a derivar a otro pueblo que se llama Saladas, en Corrientes; se comunicó con el hospital y la respuesta fue que la nena tenía que tener el hisopado negativo para que la reciban. Le hicieron el hisopado a mi hija y dio negativo. Entonces la ambulancia vino a las 7 de la mañana, nos fuimos a Saladas y nos atiende una doctora, Ana María Sánchez. Mi hija le dijo dónde le dolía y le dijo que le dolía demasiado», contó a Retamozo a minutouno.com.

 

Según relató la mamá de Milagros, al llegar al hospital le hicieron análisis de orina y de sangre pero tardaron en realizar las pruebas. Horas después, la médica les dijo que no era apendicitis y que se trataba de una infección urinaria.

 

«La médica me dice: ‘Tu hija tiene solo una infección urinaria y lo que me aparece acá en los análisis es que los glóbulos blancos están muy bajos’. Yo le pregunté a qué se debe eso y me dijo: ‘quiere decir que no hay infección y no es apendicitis. Tiene una infección urinaria. La vamos a medicar para eso'», contó la mujer.

 

Después del diagnóstico de la doctora Sánchez, a Milagros le inyectaron suero, antibióticos y un calmante. Lo cual sirvió para que esa noche pudiera dormir, pero al otro día los dolores volvieron aparecer.

 

«Mi hija se despertó con más dolores y ahí le preguntamos de nuevo a la doctora qué podría ser. Nos dijo que había que hacerle una ecografía, pero no tenían cómo hacerla. La respuesta de nosotros fue que nos manden a otro lado. La pudimos trasladar a un lugar donde realizarle la ecografía y el ecógrafo nos dijo: ‘acá lo único que encuentro es inflamaciones en las tripas. Muchas inflamaciones'», relató Retamozo.

 

Con el pasar de las horas, Milagros seguía con dolores y la familia se desesperaba por saber qué era lo que tenía. «Empezamos a enloquecer y peleamos con la doctora Sánchez para que trasladen a mi hija a otro lugar. Era una impotencia el no saber qué era lo que tenía. Le pedimos que por favor la trasladara y nos dijo que era imposible por el tema de Covid», contó.

 

Finalmente, el martes 2 de febrero a la mañana, tras la insistencia de la madre y el padre de Milagros, la joven fue trasladada al hospital Vidal, en Corrientes capital, y allí los médicos le dieron las peores noticias: la joven estaba demasiado grave y corría peligro de muerte.

 

«Cuando llegamos al hospital nos dijeron que tenía que ir directo a terapia. El médico que la atendió nos dijo que estaba muy mal y que se la había reventado el apéndice y había que operarla de urgencias. Conseguimos sangre y todo, pero los médicos nos dijeron que era muy tarde, que por qué no la trasladaron antes», precisó la mamá de Milagros.

 

«Entró en cirugía el martes a las 4 de la tarde; la cirugía duró casi dos horas y cuando salió, nuestra hija ya estaba con respirador y la derivaron a terapia intensiva. Después pasó a terapia inducida y los médicos nos explicaron que la vida de ella tenía 90% de mortalidad porque los órganos estaban muy deteriorados. Que habían reventado seguramente el lunes y nos volvieron a explicar que tardaron un montón para trasladarla a Corrientes capital», contó la mujer.

 

Con esa mala noticias, Retamozo y su esposo Galarza esperaban sólo un milagro, pero no sucedió y perdieron a su única hija. «El miércoles 3 de febrero no soportó más, tuvo un paro y lamentablemente falleció», aseguró la madre de Milagros.

 

«Era nuestra única hija. Tenía 16 años y todas las ganas de vivir. Iba a cursar el quinto año. Le gustaba la medicina. Era una excelente niña, una excelente hija. La verdad es que nosotros queremos justicia», sostuvo.

 

E insistió: «Yo no voy a descansar hasta que se haga justicia. Esa médica no puede seguir atendiendo, nos dejó sin mi hija», dijo conmovida la madre de Milagros. Y denunció: No es la primera vez que pasa. Después de lo que pasó con nuestra hija nos enteramos que hay más casos de gente que fue atendida por esa doctora y que no salió bien».

 

 

 

Fuente: Elonce

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas