Brasil en crisis por la pandemia: falta de medicamentos, escasez de oxígeno y récord de contagios diarios

En Brasil, 25 de los 27 estados tienen las tasas de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) superiores al 80 por ciento, y en 15 regiones ya sobrepasó el 90 por ciento de su capacidad.

 

El estado de Río Grande do Sul, fronterizo con la Argentina, ya fue superado en todas sus posibilidades, en un 114 por ciento. La situación es de alarma en Porto Alegre, que concentra el mayor número de habitantes de la región y la demanda de UCI en los hospitales alcanzó un incremento considerable.

 

En cuanto al Estado de San Pablo, las autoridades sanitarias comenzaron a evacuar de la región a pacientes afectados por coronavirus, ante el riesgo de que se acaben las reservas de oxígeno tras un incremento drástico del consumo de hasta 16 veces en algunos hospitales.

 

 

Río de Janeiro también aplicó nuevas restricciones con el objetivo de frenar la propagación del virus.  Las playas estarán cerradas hasta el lunes, según un decreto municipal promulgado el viernes y prohíben todas las actividades, desde los deportes hasta tomar sol y nadar.

 

 

Los hospitales de Río de Janeiro alcanzaron el 95 por ciento de su capacidad el jueves, ya que los ingresos de pacientes en las unidades de cuidados intensivos se dispararon en los últimos días.

 

Más de 287.000 personas fallecieron en todo el país. Se estima que medio millón de personas fueron vacunadas en Río de Janeiro según datos del Gobierno.

 

 

Respecto a la escasez de oxígeno en San Pablo el secretario municipal de Salud, Edson Aparecido, dijo que “el problema no es el oxígeno, sino el agotamiento logístico de la entrega del producto que está causando la demora. En un hospital como ese se llenaba el depósito de oxígeno una vez a la semana, pero ahora con tres veces al día no es suficiente”.

 

Por ello están intentando concentrar a los pacientes con covid-19 en los hospitales más grandes para garantizar un abastecimiento constante de oxígeno y aseguró que el suministro está garantizado.

 

La tasa de ocupación de camas UCI en San Pablo es del 89 por ciento.

 

Brasil, epicentro global de la pandemia, reportó en el día de ayer 2.438 nuevas muertes asociadas al coronavirus, lo que supone el quinto día seguido por encima de los 2.400 fallecidos, según informó el Gobierno.

 

Desde el inicio de la crisis sanitaria, el país suma 292.752 muertos relacionados con el covid-19, de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud.

 

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— misionesonline.net (@misionesonline) March 21, 2021

 

Además, las autoridades brasileñas reportaron 79.069 positivos en las últimas 24 horas, con lo que el balance total de infectados se elevó hasta los 11.950.459 en este país de 212 millones de habitantes.

 

Brasil es el segundo país con más casos y muertes por coronarivus, aunque en los últimos días se situó como la nación con peores cifras diarias

 

Pese a que los fines de semana, debido a la menor actividad de los organismos públicos, las estadísticas suelen ser inferiores, este sábado se rompió esa tendencia y el número de fallecidos se mantuvo por encima de los 2.400 por quinto día seguido. El miércoles, el jueves y el viernes superó incluso la barrera de los 2.600.

 

Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro de investigación médica de referencia en Latinoamérica, Brasil vive el “mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia”.

 

Esta segunda ola, agravada por la circulación de variantes más infecciosas, obligó a buena parte de los gobiernos regionales y municipales del país a endurecer las medidas de distanciamiento social para frenar el alto número de contagios, aunque el presidente Jair Bolsonaro, critique las medidas de prevención.

 

Entre las medidas solicitadas por los investigadores que analizan la situación de la pandemia en Brasil, están el restringir aún más las actividades no esenciales, ampliar el distanciamiento físico y social, fomentar el uso de los tapabocas y acelerar la vacunación en el país, pues apenas se aplicó la primera dosis de la vacuna a un 5 por ciento de toda la población.