Hallan un texto bíblico de 2000 años de antigüedad en el Mar Muerto

Arqueólogos israelíes, que buscan adelantarse a cazadores de tesoros en la exploración de cavernas cerca del Mar Muerto, han descubierto una serie de artefactos que no se habían visto en décadas, incluidos fragmentos de un texto bíblico. Israel reveló fragmentos del pergamino bíblico de 2000 años descubierto en el desierto de Judea, en el sur de Israel, y calificó el hallazgo como uno de los más importantes desde los Manuscritos del Mar Muerto.

 

“Por primera vez en unos 60 años, las excavaciones arqueológicas han descubierto fragmentos de un pergamino bíblico”, dijo la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en un comunicado.

 

 

Los fragmentos, escritos en griego, han permitido, según los investigadores, reconstruir pasajes de los libros de Zacarías y Nahum, que forman parte del libro de los doce profetas menores de la Biblia. Fueron encontrados durante excavaciones en una cueva de un acantilado de la reserva natural de Nahal Hever.

Para la operación, que se extendió a la parte del desierto de Judea situada en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967, la AAI proporcionó a los arqueólogos drones y equipo de montaña.

 

Fragmentos anteriores fueron descubiertos por beduinos en las décadas de 1950 y 1960 en esta “cueva de los horrores”, llamada así por los numerosos esqueletos encontrados en ella, dijo Oren Ableman, del AAI. En estos nuevos fragmentos, “encontramos un cambio textual completamente inesperado, que todavía no explicamos del todo”, explica Ableman. En un pasaje “en lugar de la palabra ‘portales’ que se encuentra en las otras versiones, aparece el término ‘calles’”. Los arqueólogos están tratando de descubrir el significado de esta variación, añadió.

 

Importancia del hallazgo

Este nuevo descubrimiento “podría profundizar en la historia de la traducción griega de la Biblia”, según Yosef Garfinkel, director del instituto arqueológico de la universidad hebrea de Jerusalén.

 

Para Israel Hasson, director de la AAI, que expone estos objetos en su laboratorio ubicado en el museo de Israel en Jerusalén, la iniciativa puesta en marcha en 2017 tiene como objetivo “salvar estas raras e importantes piezas patrimoniales de las garras de los ladrones”. Los arqueólogos israelíes creen que las cuevas sirvieron de refugio para los judíos en el momento de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén por los romanos, en el año 70, y durante la revuelta de Bar Kokhba unos 65 años después.

 

Según Avi Cohen, director del ministerio de Jerusalén y Patrimonio, que financió la excavación, el pergamino atestigua la historia judía de la zona y el “vínculo inseparable entre las actividades culturales judías y nuestro lugar en esta tierra”. Los descubrimientos arqueológicos son objeto de disputas entre palestinos e israelíes, a los que a veces se acusa de querer justificar reivindicaciones territoriales en Cisjordania.

 

Fuente: La Nación

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas