El gobierno de Italia ordenó un nuevo confinamiento parcial

El gobierno italiano de Mario Draghi anunció este viernes nuevas y estrictas restricciones en gran parte del país, tras un nuevo aumento de las infecciones por coronavirus que limitará severamente los movimientos entre ciudades y obligará a cerrar escuelas, restaurantes, bares y museos. El ministerio de Salud decidió el confinamiento del 15 de marzo al 6 de abril de aquellas regiones consideradas como “rojas” y “donde el número semanal de contagios supere los 250 por 100.000 habitantes”.

 

La medida afectará así a partir del lunes a las regiones más pobladas del norte de la península, entre ellas el Lacio, y la capital Roma, y Lombardía, que rodea a Milán. “Espero que éste sea el último sacrificio que se pida a nuestros ciudadanos”, dijo el Presidente de Lombardía, Attilio Fontana.

 

Además, por segundo año consecutivo, Italia permanecerá cerrada en todo el país durante el fin de semana de Pascua, según informó el Gobierno, subrayando la lucha para frenar un nuevo brote de COVID-19. Los comercios no esenciales cerrarán en todo el país del 3 al 5 de abril, y en esos días los italianos sólo podrán salir de sus casas por motivos de trabajo, salud o emergencia.

 

Italia, el primer país occidental fuertemente afectado por la pandemia, ha visto aumentar los contagios en un 10% esta semana en comparación con la anterior, y las autoridades han advertido que la situación se está deteriorando a medida que las nuevas variantes altamente contagiosas ganan terreno. Hace un año, el país fue sometido a su primer bloqueo nacional, que duró 10 semanas. En Navidad se impuso un segundo bloqueo.

 

En los últimos meses, el gobierno ha calibrado las restricciones en sus 20 regiones de acuerdo con un sistema de cuatro niveles con código de colores (blanco, amarillo, naranja y rojo) basado en los niveles locales de infección que se revisan cada semana.

 

A diferencia del año pasado, el decreto de este viernes, aprobado por el gabinete del primer ministro Mario Draghi, permite limitar las visitas a amigos y familiares durante las vacaciones de Semana Santa, por ejemplo para ver a los padres ancianos. “La propagación del virus se está acelerando debido al impacto de las variantes. Estamos de acuerdo con las decisiones del gobierno”, dijo Stefano Bonaccini, presidente de la conferencia de regiones de Italia, en un comunicado tras reunirse con los ministros.

 

Italia ha registrado más de 100.000 muertes por la enfermedad desde que descubrió sus primeros casos hace 13 meses, el séptimo mayor número de víctimas del mundo.

 

Aunque el país puso en marcha su plan de vacunación a finales de diciembre, las entregas se han ralentizado considerablemente y solo 1,8 millones de personas –de una población de 60 millones– habían recibido dos dosis de vacuna hasta el viernes.

 

Fuente: Infobae

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