El 12 de marzo se conmemora el Día Mundial del Glaucoma, una patología ocular que afecta del  3%  al 5% de la población mundial, y en nuestro país entre 1.5 millones y  2.5 millones de personas padecen glaucoma.

 

Esta patología daña los nervios ópticos, que son los encargados de llevar las imágenes desde los ojos al cerebro.

 

“Es importante la detección temprana y tratamiento ya que es la principal causa de ceguera irreversible a nivel mundial”, subrayó la Vicepresidenta de la Sociedad Oftalmológica de Misiones (SOMI), Natalia Cándia. 

 

La oftalmóloga explicó que si bien hay diferentes tipos de glaucoma  “el más común no tiene síntomas”, el paciente va perdiendo progresivamente la visión periférica y empieza a ver “cómo a través de un túnel”. 

 

 

Contó también que “en la mayoría de los casos el paciente no siente ningún dolor ni síntoma hasta que la enfermedad se encuentra en estado avanzado y los daños son irreversibles”. 

 

El glaucoma, por lo general, no manifiesta ningún síntoma pero en algunas situaciones se puede tener dolor en los ojos, dolor de cabeza o incluso visión borrosa. 

 

“Con el tratamiento se puede detener la progresión de la enfermedad, pero no se puede revertir el daño causado, la visión perdida no se puede recuperar”, detalló Cándia. 

 

«Para prevenir el glaucoma se recomienda hacer una visita anual al oftalmólogo»

 

La clave para el tratamiento es la detección temprana y en este marco la profesional explica que el mismo “consiste en la aplicación de gotas que reducen la presión intraocular, en caso de que no funcione se pueden realizar prácticas con láser o incluso cirugía”. 

 

 

Entre los grupos de riesgo la médica explicó que “el más importante comprende a personas a partir de los 40 años, personas con antecedentes familiares, diabéticos, miopes e hipermétropes, que hayan sufrido algún accidente ocular o quienes usan de forma crónica gotas con corticoides”.

 

La profesional explicó que si bien el grupo de riesgo más importante comprende a personas mayores de 40 años “se puede presentar a cualquier edad”, incluso hay casos de glaucomas congénitos en recién nacidos y niños pequeños.

 

“Hay que detectarlo de forma temprana para detener el avance de la enfermedad, si no se trata produce ceguera irreversible”, enfatizó Candia. 

 

Día Mundial del Glaucoma

 

Desde el año 2008, cada 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, un padecimiento que engloba hasta 60 enfermedades oculares que pueden ocasionar la ceguera del paciente, producto de una degeneración progresiva del nervio ocular.

 

Es la segunda causa común de la ceguera, y lo padecen alrededor de uno 60 millones de personas en todo el mundo y se estima que la cifra suba 10 millones más.

 

Se trata de una enfermedad incurable, pero si se detecta a tiempo se puede frenar su avance y garantizar que la persona pueda seguir viendo por mucho más tiempo, incluso puede llegar a fallecer de manera natural antes de perder la vista totalmente.

 

¿Qué es el glaucoma?

 

También conocida como “la enfermedad silenciosa”, el glaucoma una enfermedad visual de carácter degenerativo que afecta al nervio óptico y es causada por el aumento de presión en el interior del ojo, lo que se conoce como tensión ocular.

 

¿Cómo se produce?

 

El ojo contiene en su interior un líquido llamado humor acuoso que se va renovando constantemente a través de un sistema de drenaje. Cuando este sistema de drenaje falla y se acumula el líquido, la presión ocular aumenta y daña el nervio óptico provocando una pérdida de visión.

 

Las causas que originan el fallo en el drenaje del ojo, afectando al nervio óptico se desconocen, pero se han identificado algunos factores de riesgo:

• Antecedentes de glaucoma en la familia.
• Ser de raza negra o asiática.
• Ser mayor de 40 años.
• Tener la presión intraocular alta.
• Padecer miopía, hipermetropía u otras patologías oculares previas.
• Personas con estrechamiento del nervio óptico o con córneas más finas en la parte central del ojo.

Existen varios tipos dependiendo de la apertura del arco iridocorneal, el formado por la raíz del iris y la córnea. El glaucoma puede provocar que este arco se encuentre abierto o cerrado:

 

• Glaucoma crónico de ángulo abierto. Es el más frecuente y se caracteriza porque el fallo en el drenaje del ojo se va produciendo de manera progresiva por lo que al principio es muy difícil detectar el problema. Conforme va avanzando, aparecen puntos ciegos de visión en la zona periférica, que pueden ir y volver hasta que el nervio óptico está más dañado.

 

• Glaucoma de ángulo cerrado o estrecho. Este tipo de glaucoma se da cuando el iris está demasiado cerca del punto de drenaje y lo bloquea. Al bloquearse por completo la presión intraocular aumenta rápidamente, dando lugar a un ataque agudo de glaucoma que se manifiesta de la siguiente manera:
  • Dolor de cabeza, especialmente en la frente.
  • Náuseas y vómitos.
  • Enrojecimiento del ojo.
  • Visión borrosa.
  • Percibir anillos de arcoíris rodeando los puntos de luz.