Día Mundial contra la Obesidad: acciones que ayudan a prevenirla

Cada 4 de marzo se celebra en todo el planeta el Día Mundial contra la Obesidad. Esta efeméride busca concientizar a la población sobre el terrible daño que conlleva para el organismo esta enfermedad crónica no transmisible.

 

La obesidad es una acumulación excesiva de grasa corporal que se traduce en aumento de peso, lo que resulta perjudicial para la salud de las personas que lo padecen.

Según datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. Es más, se estima que desde 1975 esta enfermedad se ha triplicado, logrando que, en 2016, 1900 millones de adultos la padeciesen, así como 340 millones de niños y adolescentes.

 

Día Mundial contra la Obesidad

 

En Argentina, a través de los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2019), se supo que el 33,9% de la población adulta padece obesidad y en los niños, esta enfermedad se presentó en un 3,6% en menores de 5 años, y un 24% en niños y adolescentes entre 5 y 17 años de edad.

La gravedad de esta condición es que el incremento de grasa corporal puede condicionar la aparición de muchas enfermedades crónicas graves, como la diabetes tipo 2, alteraciones cardiovasculares, hipertensión e, incluso, algunos tipos de cáncer.

La pregunta es ¿Cómo podemos prevenir el sobrepeso y la obesidad desde nuestro hogar, con pequeños cambios que involucren a toda la familia? Estas patologías tienen causas múltiples, pero la base de un peso saludable es, sin dudas, una alimentación balanceada, variada y saludable. No existe forma de lograr un equilibrio en la dieta si no tomamos conciencia de lo que implica un estilo de vida sano, que no consiste en una obsesión por contar calorías o eliminar grupos de alimentos, como las “harinas”, sino aprender a obtener todos los nutrientes necesarios para el cuerpo, eligiendo mejor los alimentos que llevamos al plato.

Algunas recomendaciones para prevenir el sobrepeso y la obesidad son:

  • Consumir ensaladas frescas con todas las comidas (almuerzo y cena), a modo de incrementar el consumo de verduras y a través de ellas, de fibra, vitaminas y minerales.
  • Aumentar del consumo de frutas, de 2 a 3 por día: podemos incorporarlas en el desayuno y merienda, en colaciones para cortar las horas entre comidas, o bien, como postre. Elijamos frutas de estación y regionales que son más económicas y nos brindan los nutrientes que necesitamos según la época del año.
  • Consumir carnes magras de vaca, pollo, cerdo y pescados de río y de mar, en lo posible.
  • Consumir legumbres al menos 2 veces por semana. En esta época del año podemos preparar ensaladas de lentejas, porotos, garbanzos o soja.
  • Elegir lácteos descremados (leche, yogur, quesos).
  • Reducir el consumo de panificados “blancos” y preferir aquellos que sean integrales o con agregado de salvado, avena, semillas, etc. Elegirlos para desayuno y/o merienda, evitando consumirlos con las comidas.
  • Reducir el consumo de azúcar y reemplazarla por edulcorantes, como la Stevia natural o sucralosa.
  • No saltear las comidas. Es fundamental en una alimentación saludable el fraccionamiento de las ingestas a lo largo del día. Como mínimo debemos realizar las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena).
  • Consumir al menos 8 vasos de agua por día, además de las infusiones (mate o terere). Además, podemos optar por jugos de frutas con agua, y así, reducir el consumo de gaseosas y bebidas alcohólicas.
  • Realizar al menos 50 minutos diarios de actividad física, intentando adaptarla, siempre, al ritmo de vida y especialmente al estado de salud, con controles médicos y guía de profesionales de la actividad física.

La obesidad debe ser tratada como una enfermedad compleja y multifactorial, de manera constante e interdisciplinariamente, siendo fundamental la intervención médica, nutricional, psicológica y la actividad física.

Recordemos que el primer cambio tiene que surgir en nosotros y de una reflexión sobre cómo cuidamos nuestra salud y las consecuencias que esto puede acarrear. Basta con dar el primer paso para empezar a ver cambios positivos, tanto en el peso corporal como en la calidad de vida. Sumémonos a esta lucha para mejorar nuestro presente y recibir un futuro con menos muertes por obesidad o enfermedades causadas por ella.

 

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P. n° 147

 

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