Corbatita, el cantor de los pastizales en el Sur de Misiones

Tiene una distribución geográfica muy amplia, abarcando el cono Sur  de Sudamérica, desde el sudeste de Perú, Bolivia, Brasil y Paraguay hasta el  centro y norte argentino. Sus poblaciones sobre todo las más australes, son migratorias y aparecen en septiembre y retornan al norte en marzo o abril, luego de reproducirse. Es frecuente en pastizales nativos y en cultivos, banquinas, vías férreas en áreas rurales, y en poblados donde aparece en jardines, zonas parquizadas como plazas y arboledas.

 

 

A través de una alianza con Aves Argentinas, la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, compartimos en forma semanal algunos de los secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país, y de nuestra Maravilla Natural Argentina, la Selva Misionera. Exclusivo de Misiones Online.

 

En esta edición te contaremos sobre este habitante de los pastizales, áreas rurales y poblados de Misiones, así como  de gran parte del norte y centro de nuestro país: el Corbatita (Sporophila caerulescens). Junto con los capuchinos y afines, integra uno de los grupos o géneros más numerosos dentro de los Emberizidos, donde también se encuentran los cardenales, jilgueros, chingolos y cachilos, como los miembros más conocidos de esta familia, que alcanza más de 80 especies en la Argentina.

 

El género Sporophila está integrado por un grupo numerosos de especies, llamados Corbatitas y Capuchinos. Estos últimos presentan una situación compleja desde el punto de vista genético, y de hecho, el límite entre algunas especies muy similares entre si, es aún poco claro y sin resolver. Son pájaros pequeños con características en común biennotables. Tienen un pico corto y bien cónico, más voluminoso en  corbatitas,  adaptado para una dieta especializada en semillas de gramíneas y otras plantas afines. Presentan un dimorfismo sexual muy marcado.

 

Los machos poseen plumajes más llamativos y a veces con marcas coloridas y destacadas. Las hembras, en cambio, son muy parecidas en todas las especies, casi imposibles de identificar específicamente si no están con un macho. Lucen un plumaje pardo oscuro a veces más oliváceo en las partes dorsales y de tono ocráceo en las ventrales.

 

Suelen ser bastantes gregarios, incluso varias especies pueden verse juntas, por ejemplo en una fuente de alimentación abundante. Son de movimientos ágiles y los machos emiten cantos melodiosos.

 

Corbatita. Foto Damián Lozano

 

El Corbatita mide unos 10 – 11 cm de longitud y tiene un peso aproximado de 10-11 grs. El plumaje del macho combina el negro y el blanco. Las partes dorsales son gris oscuro o plomizo, con la cabeza casi negra. Una fina raya blanca en la región malar contrasta con la garganta negra.

 

Las partes ventrales son blancas con un notable collar en el pecho de color negro. El pico es amarillento con el culmen más verdoso y el iris pardo oscuro. La hembra, presenta el patrón de plumaje común al resto de las hembras del grupo. Los machos jóvenes presentan una coloración similar a las hembras, y luego van adquiriendo las marcas y tonos más oscuros de los adultos.

 

Es frecuente en pastizales nativos y en cultivos, banquinas, vías férreas en áreas rurales, y en poblados donde aparece en jardines, zonas parquizadas como plazas y arboledas. Su biología reproductiva es bien conocida, se inicia en octubre y aún en marzo pueden hallarse nidos activos.

 

Foto: Alejandro di Giácomo

En la ubicación de su nido es muy versátil, en áreas rurales con cultivos agrícolas y pasturas, anida en malezas y herbáceas a baja altura. En zonas boscosas o arbustivas, el nido suele ubicarlo también en árboles y arbustos a baja o media altura, hasta unos 4 m del suelo. También anida en cercanías del hombre, como sucede en los jardines, chacras y hasta en plazas y arboledas de poblados, y allí incluso ocupa plantas ornamentales.

 

Construye un nido en forma de tacita de unos 6 a7 cm de diámetro y 5 cm de alto con materiales vegetales finos, mayormente de gramíneas que puede ir ligando con telarañas. Si hay animales domésticos en las cercanías puede agregar finas cerdas a la construcción.

 

Foto: Alejandro di Giácomo

Es una estructura delicada y en ocasiones traslúcida, que puede estar suspendida o asentada en horquetas finas y bifurcaciones de ramitas o gajos de la planta sostén elegida.

 

La nidada es de 2 o 3 huevos, variables en su coloración de fondo desde blancuzco a celeste verdoso pálido, pero siempre con manchitas y algunas rayitas de color pardo, violáceo o negro en el polo mayor. La postura ocurre en días sucesivos y solo la hembra incuba los huevos, durante 12, a veces 13 días. En el cuidado y alimentación de los pichones intervienen ambos padres.

 

Foto: Alejandro di Giácomo

Son alimentados por regurgitación con semillas y algunos invertebrados pequeños, y permanecen entre 9 y 12 días en el nido.

 

Lamentablemente Corbatitas y Capuchinos, son aves muy perseguidas para mascotismo y tráfico ilegal de fauna, por las condiciones cantoras y los plumajes llamativos de los machos.

 

Capuchino. Foto Reserva Natural Privada Urutaú (Candelaria, Misiones)

 

Además, muchos Capuchinos están enfrentando además la pérdida del hábitat que son los pastizales subtropicales altos y húmedos, y sus poblaciones están amenazadas de extinción. En Misiones, además de Corbatita, habitan otras especies del género, incluso algunos de los Capuchinos amenazados se observan aún en el sur provincial.

 

La captura y comercio de la fauna silvestres de nuestro país están prohibidos. Existen leyes nacionales, provinciales y convenios nacionales e internacionales que la protegen.

 

Desde la Constitución Nacional (en su art 41), las Leyes Nacionales sobre Maltrato Animal (14.346/54) y sobre la Conservación de la Fauna Silvestre (22.421/81), hasta la adhesión al Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (Ley Nacional 24.375/94) y la Convención de Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Ley Nacional 22.344/80).

 

La Ley Nacional de conservación de la fauna (Ley 22.421) prohíbe la captura, traslado, comercio y tenencia de animales silvestres, sus productos y subproductos. Lamentablemente, no siempre esta legislación se aplica en tiempo y forma.

 

Aprendamos a disfrutar a las aves en libertad, entre  ellas a los Corbatitas y Capuchinos nos brindarán sus cantos y bellos colores en su hábitat natural, solo es cuestión de observar y escuchar a nuestro alrededor.

 

 

 

Por Damián Lozano y Alejandro Di Giácomo, de Aves Argentinas 

Foto de portada: Carlos Mocciola

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