Crimen del peón rural en San Vicente: ordenan pericias claves para el esclarecimiento del asesinato de Antúnez Sequeira

Mientras la Fiscalía resuelve el pedido de prisión domiciliaria de Juan G. (72 años), detenido por el homicidio de Marcelo Antúnez Sequeira, en una chacra de San Vicente, el Jugado interviniente aguarda el resultado de  pruebas de luminol de machas –presumiblemente de sangre- halladas en la camioneta del imputado.

 

Además de otras pruebas recogidas en la chacra del yerno del imputado, donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la víctima dentro de un pozo de agua, el resultado de estudio encomendado sería determinante en el avance de la causa, según confiaron fuentes judiciales.

 

Por su edad, la defensa del acusado, solicitó el beneficio de prisión domiciliaria, solicitud que fue corrida vista por el juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Alberto Casco, al fiscal; Rodolfo Andrés Cáceres.

 

Por otra parte, el magistrado avanza con la citación de indagatoria de los familiares de la víctima y posibles testigos. Juan G. fue llevado a indagatoria, pero se negó a declarar y seguirá preso, hasta que se resuelva el recurso del encarcelamiento domiciliario.

 

Marcelo Antúnez Sequeira estuvo desaparecido 40 días y fue hallado muerto en un pozo de agua en la chacra del yerno del sospechoso, tapado con piedras y ramas.

 

El joven desapareció de su hogar el pasado 4 de enero en Picada Zulma y era intensamente buscado por su familiares y la Policía. El cadáver en avanzado estado de descomposición fue encontrado dentro del pozo el sábado pasado y se detuvo a un hombre, su patrón, familiar del dueño del campo.

 

Además, se supo que Antúnez Sequeira tuvo una muerte violenta, presentaba varios golpes en distintas partes del cuerpo, según trascendió del resultado preliminar de la autopsia. Asimismo la autopsia determinó que la víctima falleció el 5 de enero, un día después de su desaparición.

 

La chacra donde fue hallado el cuerpo de Marcelo, pertenece al yerno del hombre detenido, él que era su patrón, por cuanto, tanto la víctima, como el acusado, habían entablado conversaciones para trabajar juntos en tareas del campo, labores que hacía el fallecido.

 

En el allanamiento realizado en el campo, se secuestraron el documento a nombre del occiso, una remera, un pantalón de jeans y un par de zapatillas, indumentaria que utilizaba Antúnez Sequeira, al momento de su desaparición.

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