Tras la incautación de un yate en Posadas, investigan nueva ruta del contrabando en el río Paraná

La Prefectura Naval Argentina reforzó los controles de seguridad en el río Paraná, fundamentalmente en inmediaciones de Isla del Medio, ante una eventual nueva ruta del contrabando desde el Paraguay, empujados por una frontera cerrada con países vecinos por la pandemia del coronavirus.

 

A partir del secuestro del yate en el río Paraná del empresario posadeño, Martín Ricardo Selva, el pasado martes 9 de febrero, trasportando una suma importante de dinero sin declarar, autopartes de vehículos y ropa sin aval aduanero, es que se acentuaron los controles en aguas jurisdiccionales frente a Posadas, con miras a determinar si abrió una nueva ruta de tráfico ilegal de mercaderías en la frontera.

 

Precisamente, la costosa embarcación interceptada por la Prefectura Naval Argentina habría cargado la mercadería secuestrada en la zona de  Isla del Medio, de una lancha paraguaya, maniobra que fue detectada por efectivos de la fuerza, quienes procedieron a detener el yate –teniendo como timonel al propio empresario- cuando éste arribaba a la costa posadeña.

 

Tras la requisa se constató que en el yate había; 1.146.700 pesos, 6.172 dólares y cinco bultos embalados con plásticos negros, que contenían ropa y repuestos de automotores origen extranjero, sin poseer el correspondiente aval aduanero de ingreso al país.

 

La Justicia Federal de Posadas investiga al empresario posadeño, Martín Selva, en una causa de tráfico de divisas y contrabando de autopartes de automóviles y ropas. El acusado fue notificado de la causa y se le secuestró su embarcación y los elementos incautados dentro del mismo.

 

Desde hace tiempo la Prefectura Naval Argentina ha puesto el foco en lo que sucede en Isla del Medio. El año pasado se descubrió que centenares de misioneros se dirigían allí para celebrar fiestas clandestinas, en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus en el país.

 

Después de ello, a partir de los controles en el río, aminoraron las “juntadas” de los posadeños en Isla del Medio, pero también surgió el problema de las transacciones ilegales en la zona, con mercaderías de origen extranjero, teniendo como nueva ruta de entrada al país de elementos mal habidos, a través del río Paraná, en embarcaciones privadas.

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