Invitado por el ministro de Cambio Climático de la provincia, Patricio Lombardi, el joven Camilo Furlán, quien diseñó casi sin recursos técnicos un sensor de humedad para las pilas de compostado que preparan en “El Ceibalito” (zona rural de Cerro Corá, Misiones) como sustento para lombricompuesto en el que trabajan en familia, visitó este lunes la Fábrica Argentina de NanoSensores orientada a la Ciencia y a una Educación Innovadora, FANIOT, con base en el Parque Industrial Posadas.
Un joven de 15 años vive en una chacra en Misiones y con pocos recursos fabricó un sensor de humedad
Asombrados por el nivel de formación autogestionada del joven de 15 años en materia de tecnología ya se acercaron hasta “El Ceibalito” curiosos, autoridades, funcionarios y particulares, todos con la intención de facilitarle medios y oportunidades para que Camilo pueda avanzar en sus conocimientos y casi como consecuencia lógica, fue invitado a conocer la fábrica y recorrerla.
Inquietud y conocimiento
Primero fue curiosidad saciada con un dispositivo celular precario, con el que debía subir hasta la cima de un cerro, en medio de la chacra para alcanzar alguna señal; con el sensor ideado para controlar la temperatura interna de la pila de compostado en el patio de su casa, llegaron las visitas de personal de Marandú Comunicaciones y un “Punto WiFi”; la Escuela de Robótica con un kit para que pueda avanzar en sus investigaciones y experimentos; luego una Fundación que le proporcionó una computadora para que pueda tener mejor acceso a la información y ahora el contacto con FANIOT.
Soluciones tecnológicas
Desde su sede en Posadas FANIOT desarrolla soluciones para un futuro en el que la Educación y las Ciudades Sustentables se vinculan por medio de la Innovación Tecnológica y presentado de esa manera, se transforma en un mar de posibilidades de crecimiento y de transformación para quien desde la chacra donde vive con su padre Juan Carlos y hermana Jazmín, no descansa en su intento de “crear” cada día, algún instrumento que facilite el trabajo diario que lleva adelante el núcleo familiar, en la granja Biodinámica “El Ceibalito”.
Cables, circuitos, medidores y creatividad se conjugan allí, siempre con el objetivo de mejorar el rendimiento de la actividad agraria sustentable que desarrollan. Todo, casi como un juego, casi como un entretenimiento, en medio del sonido de pájaros, chanchos, gallinas, perros, gatos que conviven en un espacio rodeado de selva misionera, casi a 15 kilómetros del casco urbano de Cerro Corá.
Visita “ilustre”
En FANIOT, estaba este lunes todo preparado para recibir a Camilo, quien llegó temprano acompañado de su padre y el ministro de Cambio Climático, Lombardi.
Allí recorrió esta primera Fábrica Argentina de Nano Sensores IOT (FANIOT) que existe a partir de la asociación del Gobierno de la Provincia de Misiones y la empresa SmartCultiva. Es un consorcio de cooperación público y privado, enmarcado dentro del modelo de Empresas de base Tecnológica (EBT), iniciado en diciembre del 2019 con participación mayoritaria del Gobierno de Misiones e integrado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia, Marandú Comunicaciones S.E, el Polo TIC Misiones y la empresa de capitales argentinos Smartcultiva, que trabaja desde 2015 en el desarrollo de nanotecnología IOT.
En un año tan complejo como lo fue el 2020, FANIOT logró construir un activo astratégico para el desarrollo de la ciencia y la tecnología de la provincia y del país ya que comenzará a producir nanotecnología de punta para las áreas de educación, salud, agroindustria, movilidad eléctrica y defensa.
El objetivo de FANIOT es dar respuesta a las demandas de una educación marcada por la Innovación Tecnológica y Nuevas Metodologías de Aprendizaje. Así como también desarrollar soluciones de alta tecnología para Ciudades Inteligentes. Fomenta el desarrollo de las capacidades locales, insertando colaboradores capacitados en los últimos avances de innovación tecnológica para su comercialización en Argentina y el Mundo.
A ese lugar llegó temprano Camilo esta mañana. Aunque su lugar en el mundo sea El Ceibalito, lugar de donde no tiene la menor ganas de salir, este lunes comenzó a vislumbrar los otros caminos de la vida que pueden atraparlo. “Acá te esperamos” le dijeron antes de invitarlo a testear algo de realidad virtual y poner ante sí todo el material de tecnología educativa que están desarrollando en la planta de Nemesio Parma.
Se llevó otro kit para ampliar sus investigaciones, algunos sensores y la avidez de conocimiento y nuevas experiencias que le dibujan una sonrisa enorme a este autodidacta, alegre y dulce jovencito, orgullo de cuantos lo conocen y orientan.
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