Reflexión del pastor Guillermo Decena: “Las bendiciones”

Bendición es desear el bien. Esto proviene de Dios que es la fuente del bien y desea darla no solo a su creación, sino principalmente a su pueblo, a sus hijos. Bendición del hebreo “Berakah” significa: prosperidad, alabanza a Dios, regalo, tratado de paz. Se deriva de “barak” que, entre otras cosas, significa: liberar, felicidad, abundancia, saludar y arrodillarse.

«La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella» Proverbios 10:22 RVR.

La primera bendición de Dios se encuentra en Génesis 1:22, toda la creación depende de la bendición de Dios, desde el principio y hasta nuestros días la bendición de Dios es primordial y fundamental en el proceso de crecimiento del hombre, del pueblo de Dios y de su salvación. La bendición de Dios lamentablemente dejó de fluir en su creación, cuando el ser humano cayó en la maldición del pecado.

Debemos entender que la maldición vino cuando Eva primero, y después Adán, desobedecieron. Y hay que entender que hay una gran verdad: “la bendición regresará a la humanidad por medio de la obediencia”. La bendición entonces, es un deseo sincero de Dios para nosotros, pero está condicionada a una serie de factores importantísimos que son descriptos en la Biblia: fundamentalmente la obediencia.

Muchos desean la bendición de Dios, pero no quieren obedecer a Dios, escuchan la palabra obediencia y no les gusta. La misma naturaleza del hombre es desobediencia y no le agrada someterse a principios y valores. Dios quiere que nosotros aprendamos sobre la obediencia y que seamos obedientes a su mandato, a su Palabra para poder bendecirnos, como cuando no existía el pecado en la humanidad.

En la Biblia se describen las tremendas bendiciones que podemos disfrutar de parte del Señor si cumplimos sus instrucciones, pero también las consecuencias si no lo hacemos. Por esto las personas más inteligentes son las que obedecen al creador, pues saben lo que les conviene.

El necio, aunque le va mal, sigue desobedeciendo. El inteligente aprende de los errores y hace los cambios para que le vaya mejor. (Proverbios 14:16 y Deuteronomio 28:1- 5).

1- Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

La obediencia perfecta se ve en Jesús y tal vez es el ejemplo de la bendición en forma plena. Jesús era bendecido en el desierto o en la ciudad, en el valle o en el huerto, en la noche y en el día, en cualquier lugar era bendecido porque la presencia del Padre estaba con Él. Cuando estaba solo o rodeado de gente, delante de Dios y delante de Pilato.

Y esta bendición es maravillosa, estar seguro de la bendición en cualquier lugar hace que aceptemos ir donde Dios nos manda, con la seguridad que su ayuda irá con nosotros; Él nos protegerá, sus ángeles nos servirán y todo nos ayudará para nuestro bien (Juan 8:29). Por eso en toda circunstancia Jesús salió airoso y vencedor, porque su Padre lo secundaba en todo. Lo respaldaba en todo lugar.

Así fue con Abraham, al obedecer a Dios y abandonar la tierra de sus antepasados, Dios fue con él y en tierra desconocida, en una tierra extraña Dios le hacía quedar bien (Génesis 13:1-9). Su sobrino eligió la ciudad y Abraham fue hacia el campo.

Y los habitantes de la tierra se dieron cuenta de la bendición que le perseguía a Abraham (Génesis 23:6). Y a su hijo Isaac le dijeron lo mismo, pues la bendición de Dios estaba con él (Génesis 26:28).

Lo mismo pasaba con José el bisnieto de Abraham, estando en la posición de esclavo, en la casa de Potifar, su amo se dio cuenta que Dios estaba con él, en la cárcel el jefe de la cárcel se dio cuenta que Dios estaba con él, delante del faraón egipcio, delante de sus hermanos arrepentidos y en todas circunstancias Dios estuvo con él, y estará con vos también si te atreves a obedecer a Dios (Proverbios 10:9).

Esta es una promesa amplia y significativa, pero siempre está condicionada a la obediencia de su pueblo. En realidad, podemos aplicar esta promesa de bendición para cuando Dios nos guía en forma especial a lugares que lógicamente no son los más favorables para prosperar, y si no, recordemos que de la pequeña aldea de Belén nació Jesús, y se crió en la Nazaret de mala fama. Tal es así que la expresión de Nataniel lo dice todo. “de Nazaret puede salir algo bueno?”

Podemos observar a los menonitas del Paraguay y a los que viven en Argentina, no importa donde vivan, ellos prosperan, porque la inmensa mayoría respeta la Palabra de Dios. “Menonitas celebran 85 años en Paraguay, con una prosperidad sin precedentes”. Dios y la fe son las claves de su prosperidad.

Volviendo al mismo Señor Jesús, él nunca fue dejado aún cuando sus discípulos lo abandonaron, todo debía ser cumplido paso a paso, pero Jesús es ejemplo de la perfecta obediencia que hace que en la vida todo tenga sentido.

Por otro lado, cuando uno piensa en la maldición, significa que en ningún lugar la persona está tranquila, no tiene satisfacción alguna y las cosas le salen mal, aunque tenga todas las posibilidades.

2- Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

La obediencia trae consigo también que todo lo que salga de vos será bendecido, y en consecuencia tendrás bendición en la familia, en la descendencia y también en el trabajo. Es decir, si obedeces con sinceridad, tus hijos serán para alegría y satisfacción de tu alma (Salmos 127:3 -5).

Este es el pensamiento de Dios respecto al fruto del vientre. Es un tiempo de inmenso materialismo, el diablo quiere hacerte pensar que un hijo es una maldición, en un tiempo de intenso egoísmo el diablo hace pensar que son un estorbo, en tiempos de inmensa oscuridad el diablo quiere hacer pensar que esa vida no es vida. En un tiempo de confusión terrible, abraza la palabra de Dios para que tengas la prosperidad del alma, que es ser feliz en lo poco o en lo mucho, en el campo o en la ciudad.

3- Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.

Y esto es sin dudas maravilloso, Dios quiere bendecir tus trabajos desde los más complejos hasta los más sencillos. Esto es lo que significan estas promesas de la obediencia, pues es difícil criar animales, pero Dios te va a prosperar. ¡Y aun si haces pan, Dios lo va bendecir y si sales con tu canasta a vender Dios te va a bendecir!

Entrega tu vida a Jesús y anímate a obedecer a Dios, anímate a tomar su Palabra en serio porque Dios te va ayudar, porque ese es su deseo de corazón, haz tu parte y Dios cumplirá su deseo en vos.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria.

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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