Con pocos registros de su paso por Argentina, el Burlisto Cabeza Gris (Attila phoenicurus), fue avistado en las primeras semanas de noviembre del año 2020 en la Reserva de Uso Múltiple Guaraní (RUMG), un área protegida ubicada en el departamento de Guaraní, municipio de El Soberbio y que forma parte de la Biosfera de Biosfera Yabotí, en Misiones.
Se trata de una especie migratoria, que en invierno llega hasta la Amazonia y en verano, baja hasta la Selva Atlántica del sudoeste de Brasil, noroeste de Argentina y este de Paraguay.
«El Burlisto Cabeza Gris (Attila phoenicurus) es una especie que busqué por años y en diversos ambientes y lugares, siendo la RUMG hasta ahora el único lugar donde lo ví con certeza. De hecho, es el único lugar en la Argentina donde se ha registrado hasta el momento a la especie viva y en libertad, con fotos y grabaciones de audios”, contó Sergio Moya, ingeniero y fotógrafo naturalista quien, atraído por el canto, captó a una pareja de la especie nidificando en la selva misionera.
Esta ave se reproduce en la selva atlántica, mide unos 18 centímetros y su cabeza, nuca, corona, ceja, mejilla y corona es de color gris oscuro. Tiene un dorsal rufo intenso, remeras negruzcas poco visibles, ventral canela ocráceo y un pico totalmente negro.
“Es una especie insectívora, tiene pico especializado para cazar insectos y vibrisas táctiles a los costados de la base del pico”, explicó Ernesto Krauczuck, naturalista y guardaparque en Parque Provincial Puerto Península.
En cuanto al canto, algo que según Krauczuck es característico y específico según la especie, en el Burlisto Cabeza Gris es un repetido sin cesar y la voz de contacto como un «pior» suave, aseguró.
En ese sentido, para Moya tener el registro y la grabación de la especie es muy importante para identificar el canto de las mismas ya que por ejemplo en este caso, se puede observar unos movimientos que realiza al vocalizar y la define con más precisión.
El Burlisto es “raro por naturaleza”, vocaliza pocas veces al día y viaja desde la amazonia donde pasa el invierno a la selva atlántica donde se reproduce, según explicó Krauczuck.
La especie también fue hallada en Corrientes, pero en esa ocasión se trató de un ejemplar muerto. Ahora fue reconocida en la Reserva de Uso Múltiple Guaraní que, para Moya, es una selva muy amplia que año tras año mejora su nivel de conservación por la regeneración permanente y el cuidado que posee.
“Muchísimas especies encuentran en la RUMG un refugio ante el avance de la frontera agrícola. Si bien hay especies que están allí y en otros lados, también hay otras que, hasta ahora, solo se vieron en esta reserva como ser el Burlisto Cabeza Gris. Eso se debe a que la selva permite la permanencia de estas aves tan raras y a que se están realizando campañas de observación y relevamiento”, manifestó.
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Cabe destacar que el espacio, cuenta con 5.343 hectáreas y se caracteriza por ser un bosque con alto valor de conservación que integra el sistema de áreas naturales protegidas de la provincia de Misiones.
La reserva se sitúa en la región fitogeográfica denominada “Provincia Paranaense”, se encuentra cubierta principalmente por bosques nativos primarios y algunos pequeños manchones aislados de bosque secundario.
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