La titular de la Secretaría de Salud y Medio Ambiente municipal, Lhea Alegre, confirmó la presencia de caracoles gigantes africanos en el barrio Santa Rita de la Capital provincial, por lo cual se procedió a realizar un bloqueo. Recomendó lavar bien las frutas y verduras ante el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por estos animales.
El caracol gigante de origen africano, llamado “achatina fúlica”, es considerado una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo por su capacidad de reproducción: puede ocasionar daños en la agricultura y la fauna de caracoles nativos, además de ser portador de enfermedades.
El caracol tiene una longitud que va desde 5 a 20 centímetros, de concha grande, cuerpo pardo, más claro en el cuello, con bandas longitudinales grandes e irregulares de color violeta oscuro sobre un fondo pardo claro. Su baba constituye una amenaza para las personas, por lo que se recomienda no tocarlos.
“Si bien no es venenoso, en su baba se pegan bacterias y parásitos que luego son transportados por el caracol y hace que vayan dejando a su paso estas enfermedades que pueden transmitir a las verduras y al ser humano. Los que analizamos no estaban contaminados con estos parásitos, pero ese es el peligro”, explicó Alegre.
La especie encontrada en el barrio Santa Rita, como bien lo mencionaban, no es venenosa pero igualmente solicitan a la población que estén alerta ante su aparición. Incluso desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitieron una alerta tras detectar la presencia de más ejemplares de esa especie invasora en la provincia.
En caso de avistamiento de un caracol grande, se debe realizar la denuncia en la Secretaría de Salud y Medio Ambiente municipal, o bien al teléfono 3764-883555 del Ministerio de Ecología de Misiones. Trabajan en conjunto la municipalidad local, el Ministerio de Ecología y el Senasa.
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— misionesonline.net (@misionesonline) February 2, 2021
Más detalles sobre los caracoles africanos
Lo que se resalta anatómicamente es el caparazón: cónico con bandas longitudinales de color castaño claros, son caracoles terrestres que colocan sus huevos en la tierra, llegando a poner hasta 1000 huevos por año, lo que hace una reproducción rápida. Tienen hábitos nocturnos y se refugian debajo de elementos con abundante humedad.
De verlos se recomienda que, sin tocarlos, los coloquen en un recipiente con sal para eliminarlos. Significan una plaga para los cultivos porque en algunos casos son hospedadores secundarios de bacterias que transmiten enfermedades. No se recomienda usarlos como carnadas ni tampoco en ornamentaciones.
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