Análisis semanal: Aire fresco al gabinete de Herrera Ahuad, escasez de vacunas y peces que comen tiburones

La última semana de enero llegó con novedades importantes para Misiones: el Gobierno provincial abrió la paritaria salarial para la primera parte del año con una propuesta de aumento de 20% y el Gobernador Oscar Herrera Ahuad renovó su gabinete que ahora tendrá a Nicolás Trevisán y a Héctor Corti al frente de los ministerios de Industria y Deportes respectivamente.

 

Mientras tanto el Gobierno nacional sigue penando por las demoras en el abastecimiento de vacunas, dificultad que en mayor o menor medida se extiende al resto del mundo. En Brasil la figura de Bolsonaro cae a pique por los miles de muertos que está causando el descalabro del sistema sanitario en el Amazonas. En Estados Unidos un número significativo de pequeños inversores atacó con éxito a algunos de los más hambrientos tiburones de Wall Street, episodio que volvió a dejar en evidencia el poder de las redes sociales y la naturaleza timbera que impera en el universo bursátil.

 

Volviendo a la tierra colorada, el Gobierno provincial logró nuevamente el objetivo de iniciar temprano en el año las negociaciones salariales para otorgar aumentos que se anticipen a la inflación y no corran detrás de ella.

 

En una semana en la que representantes de seis provincias acorraladas por inminentes vencimientos de deuda en dólares, que no están ni cerca de poder cumplir, se reunieron en Buenos Aires para buscar una salida a su desesperante situación financiera, Misiones, que viene de otorgar en 2020 los mayores incrementos del país, se dio el lujo de abrir las paritarias del personal público con una propuesta de aumento de 20%.

 

Con el objetivo de achicar el gasto público que se desmadró durante la pandemia, desde el Gobierno nacional platearon a las provincias que las subas de salario no deberán exceder el 30% durante el año en curso, techo que también se respetaría en las paritarias nacionales.

 

El criterio del Gobierno provincial apunta a otorgar la mayor parte de ese aumento lo más temprano posible, lo que resulta crucial para sostener el poder adquisitivo de los empleados públicos. De hecho hubo un sector que ya cerró acuerdo: personal de la Policía provincial y del Servicio Penitenciario, tanto activos como pasivos, recibirán con el sueldo de febrero un incremento de 20% acompañado de un adicional de 5.000 pesos para personal en servicio y de 2.500 para retirados.

 

Caras nuevas

 

En el plano de la política, lo más significativo pasó por la renuncia de los ministros de Industria, Luis Lichowski, y de Deportes, Rafael Morgenstern, quienes serán reemplazados por el empresario Nicolás Trevisán y el profesor Héctor Corti, hombre identificado con el básquetbol.

 

Desde el sector privado recibieron con entusiasmo el nombramiento de Trevisán, a quien identifican como alguien que conoce en primera persona las complejidades que implica emprender en una economía por momentos caótica como la argentina.

 

Trevisán es licenciado en Marketing egresado de la Universidad de Palermo y su formación académica se complementa con cursos de posgrado realizados en Estados Unidos. Allí trabajó para Xerox y en la importación de productos de la forestoindustria del NEA y de Brasil.

 

De nuevo en Posadas, armó una agencia de publicidad y marketing y se dedicó a asesorar a Pymes. Fue socio fundador de Pizza Ya, un emprendimiento gastronómico que introdujo innovaciones importantes en el mercado posadeño y hace 15 años fundó Full Motos, una empresa dedicada a la venta de motos que se convirtió en una de las más importantes de la provincia en ese rubro.

 

Tiene una importante trayectoria como dirigente en la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), entidad que presidió en 2014. Desde la ese ámbito trabajó intensamente en conjunto con el Gobierno provincial en el desarrollo de los programas Ahora Misiones, herramienta diseñada para preservar el trabajo privado y el consumo durante la crisis desatada a inicios del Gobierno de Macri y que demostró ser efectiva no solo para esa crisis sino para todas las que vinieron después.

 

Como prioridades de gestión, el Gobernador le remarcó la puesta en funcionamiento del puerto de Posadas, impulsar a las Pymes especialmente en sectores con mayor capacidad para generar empleo y apostar a la incorporación de tecnología para mejorar la competitividad de las empresas.

 

Otro desafío planteado por el gobernador su ministro próximo a asumir es desarrollar un esquema de fomento y desarrollo para las micro, pequeñas y medianas empresas utilizando herramientas poco difundidas en la provincia como las Sociedades por Acciones Simplificadas  o SAS, un tipo societario que se destaca por su simpleza y flexibilidad. Permite crear una sociedad en 24 horas y posibilita el acceso a financiamiento no bancario.

 

Se espera una bajada muy fuerte de esta herramienta en todo el territorio, con capacitaciones y facilidades en su instrumentación para generar un rápido crecimiento del plantel de empresas y la multiplicación de los puestos de trabajo.

 

El próximo ministro de Deportes de Misiones será Hernán Corti, profesor de educación física de 48 años, oriundo de Puerto Rico, tiene dos hijos y un fuerte vínculo con el básquetbol. De la mano del histórico dirigente Víctor Pierotti y su hijo Alejandro, formó parte del club Siglo XXI, emblema del deporte de la naranja en Misiones.

 

Fundó la escuela de básquetbol San Martín, que participó en la Liga Provincial de Básquetbol en categorías formativas y jamás abandonó la docencia.

 

Tiene también relación con el fútbol, supo jugar en el club 25 de Mayo de Puerto Rico, donde compartió plantel con el gobernador Herrera Ahuad, que por entonces se destacaba como un seguro arquero.

 

Viene de desempeñarse en la Subsecretaría de Deportes y Recreación para el Desarrollo Humano donde hizo un trabajo muy intenso en la asistencia a los clubes deportivos y el inicio de los jóvenes en las actividades.

 

Corti ya anticipó un plan de trabajo para hacer frente al desafío de la educación física en tiempos de protocolo y distanciamiento y propone una apuesta fuerte a la horizontalidad en todas las actividades deportivas relacionadas a la educación.

 

Remedio escaso

 

Rusia se había comprometido a proveer 5 millones de dosis a Argentina durante enero, a un día de la finalización del primer mes del año solo llegaron 880 mil ampollas, incluyendo las 300 mil de diciembre. Tomando en cuenta las dificultades que enfrenta AstraZeneca para cumplir con los compromisos que asumió con la Unión Europea, tampoco parece probable que ese laboratorio vaya a cumplir con las 20 millones de vacunas que prometió entregar a Argentina desde mediados de marzo a julio. Está claro que las vacunas están sobrevendidas en todo el mundo y Argentina lo padece.

 

Las dudas respecto al ritmo con el que podrá avanzar el operativo de vacunación en el país agregan una dosis de incertidumbre a un escenario que de por sí era complicado. El país ya no tiene recursos para sostener inactividad económica con gasto público y el retorno de algún grado de presencialidad en la educación resulta tal vez más urgente que la reactivación de la economía.

 

Pero por otra parte el coronavirus no da tregua. Lejos de los pronósticos inmunidad de manada, el surgimiento de nuevas variedades más contagiosas del mismo virus provoca segundas, terceras y cuartas oleadas de contagios en distintos puntos del planeta. En ese contexto, rehabilitar actividades que impliquen una mayor circulación de personas antes de lograr un avance significativo en la vacunación sería un suicidio colectivo.

 

El contraste entre los anuncios realizados a finales del año pasado y los homeopáticos resultados conseguidos hasta ahora, pusieron a la gestión de Alberto Fernández en el centro de las críticas. A favor del Gobierno nacional hay que decir que el año pasado logró firmar contratos para recibir más de 56 millones de dosis de enero a julio y que si la vacunación no avanza de acuerdo con lo planeado es casi exclusivamente por responsabilidad del laboratorio ruso, que de hecho esta semana reconoció retrasos en la producción.

 

Lo que sí puede achacarse al Gobierno de Alberto es que después de la confusa caída del contrato con Pfizer, el operativo de vacunación durante los primeros dos meses del año pasó a depender casi exclusivamente del suministro de la Sputnik rusa.  

 

Para subsanar ese error, el ministerio de Salud avanza en negociaciones para comprar 2 millones de dosis de la vacuna china generara por el laboratorio Sinopharm. El acuerdo aún no se cerró, pero luego de largas semanas de idas y vueltas para ajustar el precio de compra, en los próximos días podría haber novedades.

 

Pero esas vacunas no llegarán de manera inmediata, con lo cual el cumplimiento del objetivo inicial de tener vacunadas para antes de mayo a las 14,5 millones de personas que integran los grupos de riesgo depende de que en febrero lleguen desde Rusia, como mínimo, las 4,7 millones de dosis que quedaron pendientes de enero.

 

Otro objetivo de corto plazo que está comprometido por las demoras de los laboratorios es la vacunación de una parte significativa de los 1,4 millones de personas que integran el sistema educativo, requisito para el inicio de las clases presenciales.

 

Fora Bolsonaro

 

La falta de respuesta del gobierno brasileño a la potente segunda ola de contagios que enfrenta ese país hizo que se multiplicaran los pedidos de destitución del presidente Jair Bolsonaro. Lo ocurrido en Manaos marcó un quiebre con muchos de los grupos que respaldaban al exmilitar, incluso representantes de iglesias evangélicas que hasta hace poco lo defendían a capa y espada, ahora piden su dimisión.

 

La capital amazónica fue epicentro del brote de una nueva variedad del virus con una capacidad de contagio tan alta que provocó el colapso del sistema de salud. Cientos de personas que podrían haber sido salvadas, se murieron porque los hospitales se quedaron sin oxígeno.

 

Las críticas contra el presidente brasileño crecían a la par del número de muertos, pero se dispararon todavía más cuando las autoridades locales de Manaos confirmaron que habían anticipado al Gobierno nacional, con varios días de antelación, que se iban a quedar sin oxígeno y no recibieron ninguna respuesta de Bolsonaro ni de su ministro de salud.

 

Comparadas con los muertos apilados en Manaos y la indolencia del presidente ante la tragedia, las razones de índole administrativa esgrimidas en su momento para destituir a Dilma Rousseff son minucias intrascendentes. De allí que se hayan presentado más de 60 pedidos de impeachment contra el actual mandatario.

 

En medio de la tormenta, Bolsonaro se mantiene firme sostenido por el nefasto “centrao”, un conglomerado de partidos sin un rasgo ideológico definido y sin mayor ambición política que intercambiar apoyo parlamentario por cargos, favores políticos o directamente (como dicen los brasileros) “caixa dois”.

 

Otro argumento que desalienta una posible destitución del mandatario brasileño es que su vice, quien ocuparía la presidencia en ese caso, es el general retirado Hamilton Mourão, más extremista que Bolsonaro.

 

Mojarras mordiendo tiburones

 

Los cimientos de la patria bursátil estadounidense fueron sacudidos por una maniobra especulativa impulsada por varios miles de inversores pequeños que actuaron detrimento de otra maniobra especulativa ejecutada en sentido inverso por algunos de los grandes fondos de inversión que manejan más dinero que un país pequeño.

 

Quienes tengan alguna idea del funcionamiento de Wall Street, o que en su defecto sean seguidores de la serie Billions de Netflix, estarán familiarizados con el concepto de “venta en corto” o shorting, una práctica bastante común de grandes fondos de inversión que consiste en “alquilar” acciones, que por algún motivo suponen que van a bajar, venderlas inmediatamente y recomprarlas luego para devolvérselas al tenedor original.

 

Por ejemplo, si el inversor X se entera que la empresa A va a recibir una millonaria sanción de parte de algún organismo de contralor y supone que eso hará caer el valor de sus acciones, corre a “alquilar” acciones de esa empresa. Digamos que consigue alquilar 100.000 acciones al momento que cotizan a un valor de 10 dólares cada una, inmediatamente las vende por un millón de dólares. Si para el momento que debe devolver esas 100.000 acciones a su tenedor original, el valor de las mismas cayó a la mitad, podrá recomprarlas por 500 mil dólares y se quedará con el otro medio millón como ganancia. Si por el contrario la acción sube, deberá recomprarlas a mayor valor y perderá dinero.

 

Habiendo millones de dólares en juego, no es de extrañar que cuando alguno de estos fondos compra en corto no duda en hacer lo que sea necesario para hundir el valor de las acciones que alquiló. El tema resulta polémico porque esta práctica especulativa cuanto menos ha acelerado el deterioro de muchas empresas.

 

Por lo general, los fondos especulativos eligen como blanco de sus operaciones de venta en corto a compañías cuyo modelo de negocios fue superado por la tecnología, como Blockbuster o BlackBerry o Nokia y sus acciones tienen una tendencia a la baja más o menos constante.

 

Otra de las víctimas habituales de este tipo de maniobras es la cadena de venta de juegos electrónicos GameStop, cuyo negocio está en declive desde hace varios años por el crecimiento explosivo de las ventas online.

 

Pero la semana pasada ocurrió algo inédito, un grupo de pequeños inversores detectó que grandes fondos estaban vendiendo en corto acciones de GameStop, hicieron correr la voz a través del foro WallStreetBets, una suerte de red social en la que los usuarios se jactan de sus logros bursátiles, y un gran número de ellos decidió apostar en contra de estos grandes fondos: salieron a comprar masivamente acciones de GameStop a través de plataformas como Robinhood.com. En cuestión de horas lograron que las acciones pasen de valer 2,5 a 125 dólares.

 

¿Los inversores que jugaron contra los grandes fondos lo hicieron por amor a la justicia? No del todo. Lo que suele ocurrir cuando estos grandes fondos ven que las acciones que compraron en corto comienzan a subir y no hay certeza de que esa tendencia se revierta, es que se apuran a comprar lo antes posible para minimizar su pérdida. Eso provoca que aumente todavía más la demanda, el valor de las acciones se dispara y ahí es donde hacen su negocio los inversores que salieron a comprar para romper la venta en corto.

 

De tal magnitud fue la operación de GameStop que la prensa especializada en la materia rumorea por estos días que hay varios fondos de inversión que quedaron al borde de la quiebra, entre ellos Melvin Capital.

 

El terremoto volvió a plantear serios cuestionamientos respecto a la conducta de los fondos de inversión y a la falta de regulaciones en Wall Street. La más sonora de las críticas al sistema llegó de parte del hombre más rico del planeta, una suerte de gurú para el mundo empresarial, el dueño de Space X y Tesla, Elon Musk, quien en su cuenta de Twitter sentenció: “No podés vender una casa que no es tuya. No podés vender un auto que no es tuyo. ¿Cómo podés vender una acción que no es tuya? Eso es una mierda; shorting es una estafa legal”

 


Otro punto que quedó en evidencia es el impacto que tienen las redes sociales y foros de Internet, tecnologías que permiten un intercambio súper veloz y masivo de información, cuando se los aplica a ámbitos en los que el manejo de información privilegiada marca la diferencia entre perder o ganar millones.

 

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