Robin Wood, el paraguayo que se convirtió en uno de los guionistas de historietas más reconocidos de Argentina

Hace pocos días Robin Wood uno de los más renombrados guionistas de historietas de Argentina, de la región e incluso de Europa (donde aún se siguen publicando sus personajes) cumplió 77 años. En esta entrevista, que tuvo lugar el 9 de noviembre de 2019, en la casa del escritor en la ciudad de Encarnación (Paraguay), recuerda el camino que lo llevó a convertirse en uno de los guionistas de historietas más reconocido de los últimos años.  


La entrevista fue realizada y publicada por Christian Giménez, en el marco del número 13 de la revista La Rivada, publicación digital de la Secretaría de Investigación y Posgrado de la Facultad de Humanidades y Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.  

 

“Mi vida empezó con los libros cuando yo era chiquito. Empecé a leer y de ahí me vino la afición, a la lectura. Después empecé a escribir, cositas así en cuadernos de espiral, en esa época tenía 9 0 10 años”, contó Robin Wood, recordando sus primeras experiencias con los libros. 

 

Robin Wood vivió desde muy pequeño en Buenos Aires, junto a su madre que trabajaba todo el día y su única compañía en esos momentos eran los libros. “Mamá trabajaba y yo pasaba el día sólo, en una habitación que teníamos alquilada. Entonces yo pasaba el día sólo y leía, leía. y leía. Y poco a poco eso se convirtió en una necesidad. Después descubrí el cine. Mamá me daba dinero y a veces veía la misma película tres veces”, recordó. 

 

Su primer contacto con las historietas también fue gracias a su madre, “ me las traía mi madre, muchas revistas también, de adultos. Entonces yo fui mezclando las juveniles con las infantiles. Pero también empecé a leer cosas como la Juvenilia de Miguel Cané. Y muchos otros libros, Sandokán y los Tigres de Malasia. Y simplemente se convirtió en una afición”, dijo. 

 

Su carrera en la editorial Columba 

 

Robin Wood llegó a publicar para la Editorial Columba, escribiendo lo que más sabía hacer, historietas. “A ellos les sorprendió la calidad del escrito y me preguntaron si me gustaría hacer más”, y así comenzó una serie de publicaciones que quedaron en su memoria. 

 

Debido a la gran producción de Wood, las cuatro grandes revistas de la editorial Columba (El Tony, Intervalo, Fantasía y D’Artagnan) se llenaron de historias suyas, por lo que tuvo que crear distintos seudónimos para que su nombre no se repitiera en el índice de cada revista. Así surgieron Mateo Fussari, Robert O’Neill, Noel Mc Leod, Roberto Monti, Carlos Ruiz, Rubén Amézaga y Cristina Rudlinger, todos ellos seudónimos tras los cuales se ocultaba Robin Wood. 

 

Su producción se divide en dos etapas: la primera y clásica, en Argentina; y una segunda etapa que continúa actualmente, en la que Wood trabaja y vive principalmente en Europa.

 

No tengo un personaje favorito, que prefiera a los otros. Porque simplemente, tengo cariño por todos. Y además, me divierten. Cuando escribía a Pepe Sánchez, por ejemplo, a veces, me reía yo mismo. Y hasta ahora sigue así”, expresó recordando a los personajes de sus historietas. 

 

Las historietas de Robin Wood en la época de la dictadura 

 

Si bien nunca fue censurado, varias veces tuvo que “bajar los decibeles” de sus publicaciones para evitar molestias en los militares. 

“Yo he escrito exactamente lo que sentía, como lo sentía y como lo veía. A veces la editorial me decía “Robin, baja un poco los decibeles. Porque eso puede caer mal al gobierno”. Era cuando estaban los militares. Y yo les decía: “No les puede caer mal. Si les cae mal es porque ellos están mal. Yo estoy escribiendo una cosa muy simple. Si ustedes no quieren que escriba eso, bueno, no lo escribiré. Pero bajo protesta”. 

 

El regreso a Paraguay después de triunfar en Argentina 

 

Robin Wood desde pequeño se trasladó a Buenos Aires y fue a la Escuela Panamericana de Arte, de dicha ciudad, para cumplir su sueño de ser reconocido como dibujante y guionista. Sin embargo sus raíces siempre estuvieron en Paraguay. 

 

“Yo tengo una gran inclinación por Paraguay. Sobretodo porque de chiquito estaba aquí. Nací en la colonia australiana y después, más adelante, mamá me llevó con ella a Buenos Aires. Y ahí empezó mi período de radio, cine, etc. Y después empecé a escribir. De la colonia tengo buenos recuerdos”, contó. 

 

Años entre letras y historietas 

 

“Lo que me queda de esos años es placentero.  Porque he ido a la televisión, he estado en la radio. He contestado a las mismas preguntas mil veces. Pero siempre me han alagado. Me ha gustado, especialmente cuando hablo con gente que conoce mi trabajo, conoce mi producción, mis personajes”, expresó Robin Wood, recordando lo que le dejó sus años como guionista de historietas. 

 

Actualmente vive en su casa en Encarnación (Paraguay), que en el futuro será un museo con todo su archivo personal. 

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