El testimonio de Sixto Fariña, el fotógrafo al que le secuestraron su cámara en el Parque Nacional Iguazú: “Tengo un dolor en el alma”

El fotógrafo posadeño al que le sustrajeron su cámara en el Parque Nacional Iguazú brindó su testimonio a Misiones Online y mencionó que fueron sus colegas quienes lo “denunciaron” ante los guardaparques, quienes le secuestraron su herramienta de trabajo y le borraron todo el material que había recolectado hasta el momento. Ahora analiza iniciar acciones legales ante la Justicia Federal


El pasado viernes 19 de enero en el predio del Parque Nacional Iguazú, el reconocido reportero gráfico Sixto Fariña se encontraba paseando en compañía de su hijo mientras realizaba algunas tomas para el medio donde se desempeña. Al llegar hasta la Garganta del Diablo, donde existe un espacio exclusivo para fotógrafos del lugar, un colega se le acerca hablándole de mala manera, señalándole que no debería estar allí.

 

 

Minutos después personal de guardaparques lo invitan a acompañarlos y, bajo el mismo tono efusivo, le indican que para realizar la actividad es necesario tener una autorización, cosa que no le había ocurrido en ninguna de las ocasiones anteriores en las que visitó la reserva. Se ofreció a abonar una multa, no obstante le terminaron secuestrando la cámara, su herramienta de trabajo, y le borraron todo el material que contenía la tarjeta de memoria.

 

 

A raíz de lo sucedido, fueron muchos los que se solidarizaron con Fariña quien aseguró no haber tenido que vivir una situación similar en sus más de 40 años de experiencia. El domingo, finalmente, le devolvieron el equipo pero no así las fotografías que había sacado, por lo que ahora está analizando la posibilidad de iniciar alguna acción legal por el brusco trato que recibió y la pérdida de su material de trabajo.

 

 

En diálogo con Misiones Online, el reportero agradeció el apoyo y el acompañamiento de colegas quienes se pusieron a disposición para lo que puedan contribuir. Aún muy dolido por cómo se dirigieron hacia él y frustrado por el momento que debió pasar su hijo al acompañarlo, dejó caer un par de lágrimas: “Tengo un dolor en el alma, pero hay que seguir”, manifestó.


Los mismos colegas del PNI habrían denunciado al fotógrafo

 

Relató que, tal como acostumbra hacer siempre, luego de sacar alguna foto le pide los nombres a los protagonistas para que luego cuando se publiquen estén identificados. Dedujo luego que quizá esta metodología alertó a los fotógrafos allí presentes, quienes pensaron que estaba cobrando en el lugar.

 

«Hay un lugar en la Garganta del Diablo que lo ocupan los fotógrafos -exclusivos- donde no se puede sacar fotos. Son dos o tres. Yo me ponía atrás y levantaba la cámara para sacar la misma foto que ellos estaban sacando con los turistas. Son fotos periodísticas para ilustrar notas, creo que por ahí vino la confusión. Les expliqué, pero estaban malos», señaló.

 

Tras lo ocurrido, las autoridades nacionales a cargo de la reserva hablaron sobre la posibilidad de modificar algunas reglamentaciones -tal como esta- de modo que no vuelvan a darse episodios como estos. Sixto lamentó el hecho y manifestó que sin su cámara no pudo cumplir con los trabajos que tenía pactado para ese fin de semana.

 

«Que me hayan pedido que entregue la cámara o que borre las fotos, para mí es perjudicial. Estuve de acuerdo en que cobren una multa, pero de ninguna manera iba a permitir que me saquen. Nadie nunca me dijo que tenía que tener un papel. Los guardaparques llamaron a la Policía y me dijeron que me podían llevar preso. Por eso me duele mucho, al final hicieron todo a lo que yo me opuse«, expresó.


• Lea también: El fotógrafo al que le secuestraron su equipo de trabajo en el PNI puede iniciar acciones legales por daños y perjuicios

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