El testimonio de la familia que se abrazó bajo el marco de una puerta durante el sismo de San Juan

Sergio Catala y su esposa Andrea estaban terminando de cenar frente a la televisión. Uno de sus hijos jugaba con la tablet y el otro con el perro. Una escena común en un día cualquiera. Hasta que llegaron las 23.46 y se desató el sismo de magnitud 6,4. Lo que siguió fue de terror: entre gritos y llantos, los padres y sus hijos corrieron a resguardarse bajo el marco de la puerta de entrada.

 

 

El momento quedó registrado por la cámara de seguridad que Sergio tenía instalada en el living de su casa, en un primer piso de un edificio de la localidad de Rivadavia, a unos cinco kilómetros de la ciudad de San Juan y a poco más de 20 del epicentro, en la localidad de Media Agua.

 

“Tengo 45 años, con mi señora éramos niños la última vez que tembló así. Solo lo recuerda la gente mayor”, declaró en alusión al sismo de 1977. En la voz se lo nota tranquilo, aunque todavía conmovido por lo que pasaron. Según precisó, el momento del video en el que se abrazaron corresponde al pico máximo del temblor. “Nos paramos y nos pusimos a rezar. Fue muy feo, todo se movía. Luego hubo muchas réplicas”, explicó.

 

“No se sentían ni los grillos, era un silencio total, terrorífico”

 

Entonces se le cruzaron miles de pensamientos, entre ellos la preocupación por dónde iban a pasar la noche. “Vivimos en un edificio, no tenemos un jardín para acampar. Íbamos a tener que quedarnos en la calle”, contó a este medio. Por suerte la propiedad, que está construida con medidas de protección antisísmica, no sufrió daños y pudieron volver enseguida. En el resto del barrio tampoco observó grietas, como si se vieron en otras partes de la provincia en las rutas y paredes de algunas casas. “Al principio pensamos que el temblor era en Chile. Pero no, era acá”, dijo. Se dieron cuenta porque pronto “colapsaron las líneas telefónicas”.

 

Pasado el susto, y aún desvelado por el temblor, Sergio contó que le sorprendió la ausencia de ruidos en medio de la noche. “No se sentían ni los grillos, era un silencio total, terrorífico”, concluyó.

 

El titular de Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), Alejandro Giuliano, explicó que el terremoto fue “moderado” y “superficial”, ya que tuvo una profundidad de 8 kilómetros. A su vez, explicó que se originó “en una falla arqueológica, que es como una herida en la corteza terrestre que divide a ambos lados de la falla en dos bloques”. Según dijo, los bloques “se movieron tangencialmente entre sí” y el agrietamiento del suelo que se observó en la ruta 40 “es propio de este tipo de fenómenos”.

 

 

En Media Agua y las zonas cercanas al epicentro, Giuliano informó que las viviendas de adobe que no se desmoronaron “están fuertemente dañadas”. Los vecinos pasaron una noche con mucho miedo. El sismo fue “muy fuerte” según contó un vecino. “Se abrieron las puertas de las alacenas y cayeron platos y vasos”. La sensación que tuvieron es que “se dio vuelta el mundo” y que “parecía que los tanques de agua se iban a caer”.

 

El gobernador Sergio Uñac manifestó en conferencia de prensa que el terremoto dejó un saldo de tres heridos: “dos niños con traumatismos moderados y un adulto con un traumatismo grave que fue trasladado al hospital”. Dijo que hasta el momento no se reportaron muertos.

 

Fuente: Todo Noticias

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