Jorge Víctor Ríos: «El uso del lenguaje inclusivo en los medios e instituciones públicas aporta al necesario cambio social en términos de desigualdad de género»

Frente al debate generado el fin de semana en redes sociales por lectores de Misiones Online, que reaccionaron con críticas y hasta agravios por el uso de los términos “las y los” en un comunicado oficial del Gobierno Nacional (Ministerios de Seguridad de la Nación) para poner en valor el trabajo realizado por personal femenino y masculino de Gendarmería Nacional en un gran operativo contra el narcotráfico en Misiones, el profesional reflexionó en una entrevista sobre el necesario acompañamiento desde los medios al cambio social para reparar la desigualdad de género. Jorge Víctor Ríos es profesor y licenciando en Lengua Inglesa con orientación en Lingüística. Comunicador y activista social, ha dictado charlas para organizaciones sobre Comunicación y Uso Igualitario de la Lengua.

 

Ríos se reconoce en un proceso de capacitación y formación constante ante lo que considera implica una construcción colectiva y política como sociedad en el que la lengua y los medios de comunicación tienen un rol fundamental. Participó como invitado a disertar en el Primer Congreso de Lenguaje Inclusivo en el país, realizado en 2019.

 

Jorge Víctor Ríos junto a Karina Nazabal, una de las organizadoras del Primer Congreso de Lenguaje Inclusivo.  Foto: Gentileza Misiones Plural

 

MOL: Desde la lingüística ¿está mal el uso de los términos de «las y los» en la redacción de una noticia, cuando se refiere en el contenido a hombres y mujeres en sus respectivos roles?

La respuesta corta es: “No, no está mal”. Pero hay que complejizar un poco esta cuestión. En primer lugar, el periodismo toma sus propias decisiones sobre la manera de redactar la noticia, aunque hay guías de prácticas respetuosas de las identidades de género, como las que elaboró la Defensoría del Público. Con respecto a la lingüística, como en todo campo de estudio, hay diferentes teorías y enfoques. En general, más que establecer qué es lo “correcto” o lo “incorrecto”, la lingüística se dedica a estudiar los fenómenos de la lengua, entre los que se encuentran los procesos sociales a través de los cuales se consagran ciertas formas del habla y la escritura sobre otras. En esas dinámicas intervienen aspectos que en principio la mayoría de las personas no vería como asociados a la lengua: factores ideológicos y, como consecuencia, económicos y políticos.

 

El estudio de la lengua tiene dos grandes “patas”: la psicológica, porque implica procesos mentales de cada persona; y la social, porque el lenguaje es primordialmente un fenómeno social.

 

Así es como tenemos la psicolingüística y la sociolingüística como dos grandes ramas dentro de la lingüística. Los usos más “inclusivos” o igualitaristas de la lengua en términos de género como aspecto de la identidad de las personas (si se identifican como varón, mujer, no binarie, etcétera) se entienden mejor desde el abordaje de la sociolingüística, porque se tienen en cuenta esas cuestiones que mencionaba más arriba, la relación de la lengua y la vida de las personas y las sociedades en las que viven.

 

Desde una mirada social, el desdoblamiento en “las y los” es un avance con respecto al masculino genérico, porque visibiliza que si se menciona lo masculino, es justo no invisibilizar lo femenino subsumiéndolo; pero mejor aún sería utilizar “les”, por ejemplo, que, a la vez que pone en igualdad de condiciones a los géneros, es “económico” (una sola palabra en lugar de dos) y además abre el espectro a otras identidades de género no binaristas (da lugar a la representación de personas que no se identifican ni como varones ni como mujeres).

 

MOL: La RAE (Real Academia Española) dice que es “innecesario” este uso -como otros del lenguaje inclusivo- ya que hay en la lengua española términos genéricos (masculinos) que ya cumplen la función de incluir a todos (hablando siempre desde la gramática)…Por otra parte, también ratifica que el cambio lingüístico no se produce nunca por imposición de un colectivo de hablantes, etcétera. ¿Cuál es su posición y visión respecto a lo que indica la RAE?

 

Antes de responder la pregunta en sí misma, me parece interesante preguntarnos por qué la RAE sigue siendo parte de la discusión, teniendo en cuenta tres cosas. Primero, que quienes suelen citar a la RAE para rechazar las propuestas de uso inclusivo/igualitario de la lengua suelen hacerlo de manera muy selectiva: cuando se trata de cualquier otro aspecto gramatical, lexical, de estilo, se olvidan por completo de la RAE.

En segundo lugar, la función de la RAE. Muchas personas no solamente piensan que para “hablar bien” hay que seguir al pie de la letra lo que indica la RAE, sino que hay personas que piensan que no hacerlo es ilegal.

 

Lo que la RAE se supone que hace es simplemente recoger las formas del habla en el mundo hispanoparlante, una vez que han pasado a “formar parte” del español (en general porque un número relativamente grande de personas, a veces de distintos lugares y sectores sociales, lo usan por un tiempo relativamente largo) y dar cuenta de ellas en sus diccionarios y sus manuales. Pero lo que en definitiva sucede, porque lo logran, es convencernos de que desde Madrid, desde una institución de matriz monárquica, con una fuerte impronta conservadora y machista, tienen la autoridad de hacernos hablar como ellos (y algunas ellas) dicen.

 

En tercer lugar, preguntarnos por qué dos siglos después de independizarnos políticamente de España, seguimos tan colonizados culturalmente que no podemos tener nuestras propias instituciones de referencia lingüística que sean más fuertes que la RAE. Por supuesto que nada de esto es casual y, nuevamente, se debe a que hay intereses políticos y económicos que quizás sean menos obvios de identificar como colonialistas, pero en definitiva van en el mismo sentido.

 

La RAE está íntimamente relacionada al Instituto Cervantes y para España el español le representa un porcentaje de su PBI. Hay toda una industria en torno al español que España busca defender. Pretender regular el idioma en general, y rechazar el uso de las formas inclusivas en particular, creo que se explica teniendo en cuenta la postura ideológica de esa institución en vinculación al proyecto político de España.

 

MOL: ¿Y qué opinión le genera que una institución pública como el Ministerio de Seguridad de la Nación / Gendarmería Nacional utilice los términos de “las y los” en sus comunicados oficiales, e incluya el género femenino?

 

Me parece muy positivo. Creo que es acertado y necesario. Y creo que aporta un granito (o más) de arena hacia el cambio social que necesitamos en términos de desigualdad de género.

 

MOL: ¿Y qué piensa ante la decisión de un medio masivo como Misiones Online que proponga a sus lectores definir y opinar cómo quiere que se identifique en las noticias a los hombres y mujeres? Fue ante las críticas generadas en redes sociales por difundir la noticia de GN y el gran operativo contra el narcotráfico en Misiones, en el cual se hizo uso de esos términos que entiende va en línea con dar visibilidad a la igualdad de género en la institución.

 

Me parece novedoso. También creo que es una oportunidad más de que se discutan estas cuestiones y eso es positivo. Puede propiciar la reflexión y el enriquecimiento sobre el tema. Porque son cosas que nos pasan como sociedad. No solamente porque cualquiera de nosotres puede tener hijes transgénero o de género no binario, sino también porque la desigualdad entre varones y mujeres es histórica y ya hace rato debería haber sido superada. Es urgente, sobre todo teniendo en cuenta las gravísimas cifras de femicidios, transfemicidios, travesticidios y demás crímenes de odio por identidad de género u orientación sexual.

 

MOL: ¿Cómo considera Ud. que se podría acompañar desde los medios de comunicación la construcción colectiva con el debate alineados a los tiempos de hoy respecto a la igualdad de género? Es decir, más allá de que sigan alineados al correcto criterio lingüístico de la RAE ¿el debate pasa a ser político y editorial, no?

 

Creo que sí. Los medios de comunicación tienen un rol crucial en la construcción de sentido. Podemos estar de acuerdo en que la objetividad es inalcanzable, pero creo que de todas formas debe seguir siendo un horizonte para los medios. Es utópico, pero parafraseando a Eduardo Galeano, para eso “sirven” las utopías, como guías. Entonces creo que en temas tan delicados como éste, los medios pueden embarrar la cancha o abonar la reflexión, más allá de que tomen una postura o la otra.

 

MOL: ¿Cada medio de comunicación de la Argentina podría decidir qué hacer respecto al uso del lenguaje inclusivo en su Editorial, más allá de la RAE en este debate? ¿Hay avances en este aspecto, además de  Página 12?

 

Sí, son muchos los medios que se vienen “animando” a usar formas inclusivas (el arroba, la “x”, el desdoblamiento en “las y los”, el “les”), pero siempre se enfrentan a críticas, como también a apoyos y reconocimientos. Es un paso audaz hoy en día, pero creo que es a lo que se tiende. Ya el masculino genérico no nos satisface, y es muy bueno que eso sea así, porque es el reflejo de un sistema injusto en la lengua: el hetero-cis-patriarcado.

 

MOL: ¿Este sería, entonces, el paso que debiera darse en la discusión política y social misionera? 

Sí, creo que es necesario como parte de otras prácticas y reflexiones más amplias.

 

MOL: Comenzar a utilizar los términos de “las y los” en los medios de comunicación ayudaría como un primer paso, para después ir avanzando en el uso del “les” del lenguaje inclusivo en el futuro?

 

Podría pensarse que sí. Lo importante no es qué usemos, sino que logre hacer un aporte a esas otras cuestiones más amplias de cambio social en términos de género, pero también vinculadas a otros ejes donde también se dan injusticias, que dan como resultado la estigmatización, la explotación, la exclusión y la violencia de los sectores más vulnerables de la sociedad; me refiero no solamente al odio por identidad de género y orientación sexual, sino también, por ejemplo, al racismo, y al clasismo.

 

MOL: ¿Considera que aún la sociedad misionera sigue rechazando cualquier cambio en el lenguaje que incluya la igualdad de género? 

 

Pareciera que una gran parte sí. Quizá como en su momento una gran parte de las sociedades rechazaba que se aboliera la esclavitud o que las mujeres pudieran votar. Sin dudas todavía hay mucho por avanzar y el lenguaje inclusivo viene a hacer un aporte en ese sentido.

 

 

Por Patricia Escobar

Fotos: Gentileza Misiones Plural

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