El pasado domingo 17 de enero, cerca de la medianoche, efectivos de la Policía de Misiones detuvieron en Santa Ana a un hombre denunciado por violencia familiar y de género. Se trata de Jorge G. G. de 44 años, quien fue señalado por vecinos del barrio luego de que golpeara a su pareja e hijos.
Tras recibir un llamado telefónico anónimo a pocos minutos de la medianoche del domingo, los uniformados acudieron al lugar de los hechos y el sospechoso intentó huir sin éxito. En ese momento quedó detenido y se le realizaron los controles médicos correspondientes, no obstante su pareja optó por no concretar una acusación formal contra su agresor.
En comunicación con Misiones Online, la vecina que alertó sobre lo ocurrido relató: “Cerca de mi casa casi hubo un femicidio y el hombre casi mata a toda la familia. Yo llamé a la policía y le llevaron al tipo, menos mal. La mujer pedía socorro a los gritos. Hay una bebé a la que siempre le pegan”.
Ante la negativa de denunciar al hombre, con quien tendría tres hijos, los efectivos de la Policía dialogaron en reiteradas oportunidades con la mujer pero su respuesta volvió a ser tajante. Según el informe de la fuerza sobre el caso, durante la jornada de ayer la víctima inclusive se acercó hasta la comisaría a entregar comida para el detenido.
En la oportunidad también le hicieron saber sobre los derechos que le asisten frente a estos casos, sin embargo dejó expreso su deseo de no accionar judicialmente y se retiró del lugar, por lo que se desconoce cómo continuará el caso sin una acusación formal que respalde a la mujer.
En casos de violencia, en Misiones pueden acudir a las líneas 102 y 137
Cabe destacar que en todo Misiones está disponible la Línea 137 de atención a víctimas de violencia familiar y para intervenciones domiciliarias, la cual funciona las 24 horas del día y durante toda la semana. También está la Línea 102 de violencia de género, la que además recibe mensajes de WhatsApp al teléfono 3764-890832, y asimismo el 911 de la Policía.
En diálogo con FM Libertad, Miriam Duarte, titular de la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad, había indicado que las llamadas en sí no constituyen denuncias sino que más bien se les brinda atención a las víctimas para que logre sentirse en condiciones de realizar la acusación formalmente (recién ahí comenzaría el proceso judicial).
Miriam Duarte.
Si se trata de un caso potencial de alto riesgo y aún así la persona no se anima a realizar la denuncia, explicó que desde el organismo toman cartas en el asunto y formalizan la denuncia en calidad de funcionarios públicos a pos de resguardar la seguridad de la víctima.
“Ese primer paso es muy difícil de dar. Antes existe un proceso personal e interno en las personas que viven este tipo de situaciones. Lo que hace es exponer a un integrante de su núcleo íntimo. Cuando llaman para recibir apoyo y contención, ya estamos hablando de una decisión tomada”, había afirmado la funcionaria.
Casas Refugio para víctimas de violencia
Las casas refugio forman parte de una iniciativa de asistencia integral a víctimas de violencia que, por algún motivo y en especial cuando sus vidas corren peligro, no pueden regresar a sus hogares. Allí se encuentran con profesionales capacitados para asistirlos ante dichas situaciones, debiendo permanecer allí el tiempo que consideren necesario.
En su mayoría las víctimas son mujeres, con o sin hijos, que a veces logran reubicarse en la vivienda de algún familiar, en tanto que otras se ven obligadas a resguardarse en la casa refugio por tiempo indefinido. Las casas refugio se encuentran en Posadas (que incluye Garupá), también en Eldorado, Oberá y en Puerto Rico.
Para ingresar a las Casas Refugio primero es necesario hacer un pedido de alojamiento a través de la propia Línea 137 o bien acercándose a la comisaría más cercana al domicilio. En ese sentido, es importante aclarar la necesidad de una instancia intermedia con la realización de una denuncia formal.
La importancia de la intervención ante casos de violencia
En muchos casos las llamadas para alertar casos de violencia -como lo fue el de Santa Ana- son realizadas por personas cercanas a las víctimas como ser vecinos, familiares o también amigos. En otras tantas ocasiones son las propias personas vulneradas las que deciden llamar.
“En general, las llamadas las realizan las víctimas. En los últimos años hubo un aumento del número de llamadas por parte de terceros que están preocupados y por ello consultan. Inclusive hay mayor incidencia de éstos ya que son los que formalizan las denuncias”, había señalado al respecto Duarte.
Mediante la atención telefónica se les brinda contención psicológica y acompañamiento. Dependiendo de la gravedad de la situación, elevan los informes o notificaciones formales al Poder Judicial para que se involucren los actores necesarios que garanticen el cumplimento de los derechos de las personas violentadas.
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— misionesonline.net (@misionesonline) January 19, 2021
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